¿Qué marcan las últimas proyecciones del FMI sobre la economía mundial?
Análisis de la economista Javier Glejberman, de la consultora Deloitte, sobre el recorte de la proyección de crecimiento del FMI.
(emitido a las 9:21 hs.)
EMILIANO COTELO (EC):
El Fondo Monetario Internacional dio a conocer una actualización de su informe "Panorama Económico Mundial". Es un reporte que tiene la visión del FMI sobre la marcha de la actividad económica en el mundo y en el que se advierten cuáles son los principales riesgos económicos a nivel global.
El FMI espera que la economía mundial crezca 3,4% en 2014 (tres décimas menos de lo que estimaba en abril) y que en 2015 se expanda a un ritmo de 4%. Pero, ¿cómo se descomponen esas cifras por regiones? ¿Dónde estuvieron los principales ajustes? ¿Su visión coincide con la de otros pronosticadores? Con estas preguntas sobre la mesa, les proponemos conversar con el economista Javier Glejberman de la consultora Deloitte.
ROMINA ANDRIOLI (RA):
El FMI recortó su proyección de crecimiento económico global hasta 3,4% para este año. ¿Era esperable un movimiento en ese sentido?
JAVIER GLEJBERMAN (JG):
El Fondo redujo su estimación de crecimiento para la economía global desde 3,7% en su reporte de abril hasta 3,4% en este último informe que se divulgó hace algunos días.
A nosotros no nos sorprende demasiado ese ajuste en las proyecciones del FMI a la luz de lo que ha sido la marcha de las principales economías mundiales en lo que va del año. En Europa la recuperación no es muy fuerte y en los países emergentes se sigue observando cierta desaceleración, con China como el ejemplo más notorio. Y luego está el cambio de escenario en Rusia y en Estados Unidos, sólo estos dos países explican el 70% de las tres décimas en las que se revisó el pronóstico.
RA - En el caso de Rusia supongo que debe ser fruto de la salida de capitales y la inestabilidad por el conflicto con Ucrania, pero ¿qué sucede en Estados Unidos?
JG - Lo que pasa con Estados Unidos es que el dato de PBI del primer trimestre terminó siendo muy malo. La economía tuvo una caída de 3% en términos anualizados (que es como se presentan las cifras en Estados Unidos). Hay que ir cinco años para atrás hasta comienzos de 2009 (en plena crisis) para ver un dato tan malo de PBI. Pero además hubo un comportamiento muy flojo del consumo privado y caídas fuertes de la inversión y de las exportaciones durante el primer trimestre. En definitiva, un dato de PBI muy malo.
Si bien varios analistas señalan que en esas cifras incidió de forma negativa un clima muy frío en los primeros meses del año y que en la segunda mitad de este año el crecimiento va a estar más cerca del 3%, la caída del primer trimestre fue tan importante que llevó a correcciones bien grandes en las proyecciones de crecimiento para el promedio de 2014.
El FMI rebajó un punto porcentual su estimación de crecimiento de Estados Unidos llevándola hasta 1,7%, mientras que para 2015 espera una expansión de 3% (sin cambios frente a la proyección de abril). Pero no sólo el FMI se movió en esa dirección, por ejemplo, los especialistas consultados por el diario Wall Street Journal esperan en promedio un crecimiento de 1,6% para 2014, mientras que tres meses atrás esperaban una expansión de 2,7%.
RA - Queda claro que buena parte del ajuste de la proyección a nivel global se debe a esta corrección tan grande en Estados Unidos. Ahora, ¿qué espera el FMI para el resto de las economías desarrolladas?
JG - El panorama en el resto de los países desarrollados es un poco más heterogéneo, hay ajustes hacia arriba y ajustes hacia abajo. Por ejemplo, en el caso del Reino Unido se corrigieron al alza las proyecciones de 2014 y 2015 hasta 3,2% y 2,7%. Esos números dejan al Reino Unido como la economía desarrollada que tendría un mayor dinamismo estos años. De todas maneras, también es importante destacar que recién este año el Reino Unido recupera los niveles de PBI que prevalecían antes de la crisis internacional, lo que marca que la recuperación fue bien prolongada. En Estados Unidos, por poner una comparación, a mediados de 2011 ya se había recuperado el terreno perdido con la crisis.
RA - ¿Y qué se espera para la Zona del Euro en particular? Recuerdo que en informes de años anteriores dicha zona estaba en el centro de las preocupaciones del FMI y de todos los analistas.
JG - Se siguen señalando dificultades. Una recuperación muy frágil de la economía luego de dos años de caídas del PBI, riesgos de una inflación muy baja e incluso la posibilidad de caer en una situación de deflación y también niveles de desempleo que continúan siendo muy altos en algunos países. En definitiva, seguimos teniendo problemas importantes y de difícil resolución en la Zona del Euro, pero sin dudas la situación es algo mejor que la que teníamos dos o tres años atrás. El bloque como conjunto crece (poco, pero crece), la situación fiscal y de deuda sigue siendo complicada pero el costo de financiamiento de las economías ha bajado notoriamente y hace algunas semanas comentábamos con ustedes que el Banco Central Europeo tomó un conjunto de medidas bien agresivas que apuntan a impulsar el crédito y la actividad económica en general.
Yendo a las cifras estrictamente, el FMI espera que el bloque europeo crezca 1,1% este año y que tenga una expansión de 1,5% en 2015. Cuando se mira por país, Alemania y España son los que mostrarían tasas de crecimiento más altas en estos años (en línea con lo que ha sido el comportamiento reciente), mientras que Francia e Italia crecerían a un ritmo bastante más pobre (en 2014 ambos países con tasas inferiores a 1%). Por lo tanto, una Europa algo mejor a la de años atrás, pero que sigue teniendo dificultades importantes y de la que no se puede esperar un impulso relevante para el resto del mundo.
RA - Para ir terminando sería bueno repasar las perspectivas para China (la economía emergente más grande y fundamental para la dinámica de los commodities) y para Brasil, nuestro socio comercial más relevante.
JG - Como hemos comentado otras veces en este espacio, China viene ya hace algunos años mostrando una desaceleración de su economía. Eso se da en un contexto en el que las autoridades están buscando un cambio en el patrón de crecimiento, con más participación del consumo interno y menos apoyo en la inversión, sobre todo luego de que en los últimos años se hablara cada vez con más fuerza de burbujas crediticias y niveles de endeudamiento muy altos. De hecho, hay prácticamente consenso en que esta desaceleración (en la medida que siga siendo leve) es hasta incluso saludable.
Y las proyecciones de los analistas están en esa línea. El FMI rebajó dos décimas porcentuales sus previsiones de crecimiento hasta 7,4% en 2014 y 7,1% en 2015. Pero otros analistas como los de los bancos de inversión Goldman Sachs y Merrill Lynch esperan también expansiones similares, de poco más de 7% para estos años.
Yendo a Brasil, el FMI recortó seis décimas porcentuales las proyecciones para 2014 y 2015, que ahora se ubican en 1,3% y 2%. De todas maneras, estos números siguen siendo más favorables en relación a los de los analistas brasileños. Por ejemplo, la mediana de la encuesta del Banco Central de Brasil sitúa el crecimiento en 1% para 2014 y 1,5% para 2015. En definitiva y más allá de las cifras puntuales, Brasil va a seguir atravesando un escenario de muy bajo crecimiento, con estímulos de demanda agotados y requiriendo de reformas estructurales en varios ámbitos para aumentar el potencial de expansión. Por lo tanto, desde Uruguay tampoco deberíamos encontrar en Brasil un impulso muy importante.
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