Banco Central Europeo

¿En qué consiste y para qué sirve el mecanismo único de supervisión bancaria que comenzó a regir en Europa?

Análisis de la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte, sobre el objetivo de crear una Unión Bancaria en la Eurozona.

(emitido a las 8:37 hs.)

EMILIANO COTELO (EC):
Desde ayer el Banco Central Europeo se convirtió en el supervisor de los bancos de la Zona del Euro,  centralizando una función que hasta el momento recaía sobre las autoridades nacionales de cada uno de los países.

En la prensa internacional se destacaba ayer este hito como un paso fundamental para lograr el objetivo de crear una Unión Bancaria en la Eurozona. ¿Por qué se avanza en esa dirección? ¿Qué beneficios traerá el nuevo régimen? ¿Cuáles son los próximos pasos? En los próximos minutos les proponemos conversar sobre este cambio con la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.

ROMINA ANDRIOLI (RA):
¿Por qué surge esta iniciativa de supervisión común de los bancos europeos?

TAMARA SCHANDY (TS):
Es un tema que siempre estuvo sobre la mesa desde que Europa creó la unión monetaria, pero cobró fuerza en 2012, en los momentos más severos de la crisis.

Por un lado porque en aquel entonces se puso de manifiesto que si los bancos de un país tienen problemas, sufre la confianza y sufren las condiciones financieras en toda la Eurozona. Y también porque la crisis europea tuvo como uno de sus factores fundamentales la relación que había entre el riesgo bancario y el riesgo de los gobiernos: una especie de "círculo vicioso". Los bancos con problemas solicitan asistencia financiera de los gobiernos nacionales. Esa asistencia impacta en las finanzas públicas, hace crecer la deuda y además va minando también la confianza en la salud fiscal, lo cual vuelve a impactar en los balances de los bancos porque éstos en general tienen títulos de deuda pública entre sus activos.

Todo esto hizo que las autoridades empezaran a poner mucho foco en cómo se regulaba a los bancos y cómo se debía actuar cuando aparecían dificultades.

RA - ¿Cuáles son las ventajas de una supervisión centralizada? ¿Qué cambia?

TS - Básicamente, lo que cambia es que la supervisión deja de ser nacional y pasa a ser centralizada en el Banco Central Europeo. En el sistema anterior los bancos de cada país eran controlados por un supervisor nacional, que podía tener reglas o criterios diferentes a los de otro país y que a su vez podía ser más o menos duro en su vigilancia. De hecho, en estos últimos años se discutió bastante si los supervisores no actuaban contemplando intereses nacionales.

El hecho de que la responsabilidad de la supervisión bancaria pase a la órbita del Banco Central Europeo debería ser en pro de que el proceso sea más independiente  y además lo dota de mayor consistencia, porque los bancos de los distintos países van ser medidos con la misma vara y tendrán que cumplir las mismas reglas.

RA - Ayer en las noticias se señalaba que no todas las instituciones quedan comprendidas en este nuevo esquema de supervisión. ¿Cómo es ese tema? ¿Qué pasa con los bancos que quedan fuera?

TS - Sí, no todos caen en este esquema. Cuando se anunció esta idea en el año 2012, se definió que serían objeto de esta supervisión centralizada los bancos con activos por más de 30.000 millones de euros y además aquellos bancos que, teniendo un volumen menor, igual tuvieran activos  por más del 20% del PBI de su respectivo país. Con estos criterios, el Banco Central comenzará a supervisar desde esta semana a unas 130 instituciones, que son las que vendrían a ser "sistémicamente" más relevantes. En el resto de las entidades (que son más de 5.000) la tarea seguirá estando en manos de las autoridades nacionales, pero el Banco Central tendrá la posibilidad de intervenir y de dar lineamientos si aparecen situaciones problemáticas.

RA - ¿En qué áreas se empezarán a concentrar los primeros esfuerzos?

TS - Obviamente hay un reto clave en ir avanzando en la consolidación de los marcos de supervisión de los 18 países de la Zona del Euro en un solo esquema.

Pero el otro gran desafío inmediato es actuar sobre los resultados de los ejercicios de stress que se llevaron a cabo recientemente sobre los bancos europeos. Eso era importante para evaluar los portafolios de los bancos con la misma vara y para ver cuántos bancos no serían capaces transcurrir un escenario macro más negativo. El resultado señaló a 25 entidades europeas con necesidades de capital en el escenario adverso, por un importe agregado de 25.000 millones de euros. Será en el marco de este nuevo Mecanismo Único de Supervisión que se evaluarán y monitorearán los plantes que estos bancos presenten para reforzar su capital y revertir ese resultado.

RA - Para ir terminando, ¿por qué hace hincapié en que no podemos aún hablar de una unión bancaria? ¿Qué falta?

TS - En teoría una unión bancaria tiene tres pilares. Este de la supervisión común es uno, pero faltaría tener además un esquema de seguro de depósitos común y también un mecanismo común de resolución de crisis.

O sea, tiene que haber respuestas comunes ante corridas bancarias que generen problemas de liquidez en los bancos y tiene que haber una estrategia única también cuando un banco tiene problemas de solvencia (ya sea para cerrarlo o para rescatarlo aportando el capital necesario). Hoy está planteado un fondo para atender situaciones de ese tipo, pero recién quedará completamente conformado en 10 años y muchos actores de la industria entienden que incluso allí puede tener un monto reducido.

RA - En definitiva, no es seguro que este paso resuelva los temas de confianza que en el pasado se generaron en torno al sistema financiero europeo.

TS - Como están planteadas las cosas hoy, el Banco Central pasa a estar en una mejor posición que hasta ahora para asegurar que la calidad de los activos de los bancos es la que se supone ser, para identificar problemas y para demandar acciones. Y eso debería ser un elemento que en sí mismo genere confianza en el mercado. Pero la verdad es que todavía está el tema de las responsabilidades nacionales. Por ejemplo, si el Banco Central identifica (en su función de supervisor) que un banco de Italia es insolvente, la cuenta para recapitalizarlo o para cerrarlo igual todavía no es colectiva.

Por eso en general se dice que es muy difícil (casi imposible) que pueda haber Unión Bancaria sin al menos algún grado de Unión Fiscal, y sobre todo Alemania parece estar lejos de querer ir hacia esa dirección.

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