Cifra, el organismo de estadísticas de la CTA oficialista, dice que el 18% de los argentinos son pobres.

El Observatorio de la Pobreza, dependiente del Centro de Investigaciones Participativas en Políticas Económicas y Sociales, dice en cambio que el 31% del país es pobre.

El Observatorio de la Deuda Social de la Universidad de Buenos Aires la sitúa en el 26%.

En todos los casos, se registra un crecimiento del nivel de pobreza en el vecino país, creciendo en promedio de 4 a 5 puntos con respecto al año 2013.

En su edición de este domingo, Clarín indica que estos niveles superan a los registrados en la década de 1990, época en que la pobreza oscilaba entre un 18% y un 27% de la población.

A diferencia de esos días, tener empleo hoy no garantiza una buena situación social, ya que los ingresos laborales no alcanzan a cubrir las necesidades básicas, debido a que se trata de puestos de trabajo precarios, en muchos casos informales y de baja productividad.

Ello está íntimamente ligado a deficiencias educativas: dos de cada tres personas pobres en edad laboral no completaron el secundario. Difícilmente puedan acceder a puestos de trabajo de calidad y buena remuneración sin la formación necesaria para adaptarse a un entorno económico cambiante.

El Gobierno optó el año pasado por dejar de medir la pobreza, ya que los números del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) aseguran que, con 4,7%, Argentina tenía menos pobres que Noruega, Finlandia o Dinamarca, los países más igualitarios del mundo.