Documentos

Informe del economista Jorge Notaro sobre la evolución del empleo en Uruguay

Carta enviada a los medios de comunicación.

"Estimadas y estimados periodistas:

Conociendo vuestro interés por los problemas de empleo del país, les hago llegar algunos comentarios de los resultados de la última Encuesta de Hogares del INE dados a conocer en la tarde de hoy, jueves siete de noviembre.

Se puede afirmar que el modelo de crecimiento vigente en el país ratifica las señales de agotamiento de su capacidad de generar empleo y mejorar los niveles de ingresos.

De acuerdo a las estimaciones trimestrales del INE, en el trimestre octubre – diciembre del año 2003 había un millón sesenta y cuatro mil seiscientas personas ocupadas. En enero – marzo de 2004 había un millón ochenta y cuatro mil trescientas personas ocupadas. En el trimestre siguiente, un millón ochenta y siete mil setecientas y en el último, julio – setiembre de 2004, un millón noventa y un mil ochocientas personas ocupadas. 

Por lo tanto, comparando el tercer trimestre del año en curso con el último del año pasado, se aprecia que se crearon veintisiete mil doscientos empleos. Si se comparan los tres trimestres del presenta año, se aprecia que en el transcurso del 2004 sólo se crearon siete mil quinientos empleos. 

En un año que se va a batir el récord de valor de exportaciones y que el producto bruto interno crecerá a una tasa también muy alta, que diversos analistas estiman entre siete y once por ciento, se puede concluir que hay una brecha entre el ritmo de crecimiento y la generación de puestos de trabajo. El crecimiento promovido por la exportación de productos agroindustriales con poca transformación tuvo un impacto intenso pero corto sobre la creación de nuevos empleos o más exactamente, sobre la recuperación de una parte de los empleos destruidos anteriormente y con ingresos más bajos. 

Cabe recordar que la tasa de empleo superó el 54% durante el año 1998 y se ubicó en 50.8% en el último trimestre. En los últimos años la emigración, que se aproxima al aumento de la oferta de trabajo, y el fenómeno del trabajador desalentado que no busca trabajo porque considera que no va a encontrar, redujeron  la presión sobre los puestos de trabajo disponibles y como consecuencia, las tasas de desempleo.

Es obvio pero sin embargo necesario decir, que la caída de los salarios reales no va a permitir que vuelvan los changadores con las bolsas al hombro a los puertos y se vayan las grúas portacontenedores. Tampoco volverán los auxiliares a los bancos, a los comercios o a los estudios, con sus viejas máquinas de calcular Friden para desplazar a las computadoras. En el mundo neoclásico debería ocurrir, pero en el mundo real no ocurre. 

Como estrategia de supervivencia una parte de los ocupados entre los nuevos empleos se destacan los trabajadores por cuenta propia sin local, que explican el 3% del aumento del empleo total (unos 35.000 puestos) Estos trabajadores, casi en su  totalidad no tienen cobertura de la seguridad social y sus ingresos son muy bajos; los vemos vendiendo algo en las calles o como artistas improvisados en los ómnibus. En los últimos años se deterioró la calidad del empleo y durante el año 2003, el 45% de los ocupados tenía no estaba cubierto por la seguridad social, estaba por subempleado o tenía ambos problemas.

El ingreso medio de los hogares urbanos del país, fluctúa. En el último trimestre se encuentra un 3.5% por encima del correspondiente al trimestre anterior 4.2% por debajo del ingreso de enero – marzo de 2004 y sólo 1.9% por encima del ingreso de julio – setiembre de 2003. 

En el año transcurrido entre julio – setiembre de 2003 y el mismo período del 2004, hay sesenta y un mil setecientas personas  ocupadas más; sin embargo, los ingresos que suman esas personas a sus hogares son insuficientes para compensar la pérdida de poder adquisitivo del ingreso del hogar.

Después de un año de crecimiento y de éxitos varios según la evaluación del gobierno, se trabaja más y se gana menos. Y los desempleados tienen una menor probabilidad de acceder a un empleo, aún de mala calidad y bajos ingresos.

Cordialmente, Jorge Notaro".