Decisión de la OPEP

El precio del petróleo sigue cayendo: ¿qué perspectivas se abren a nivel internacional y cómo impacta en nuestro país?

Análisis de la economista Javier Glejberman, de la consultora Deloitte, sobre el impacto de la caída de estos precios en los mercados internacionales.

(emitido a las 7:52 hs.)

EMILIANO COTELO (EC):
Sobre fines de la semana pasada los precios internacionales del petróleo cayeron de manera muy fuerte, acentuando los descensos que ya se venían viendo en semanas anteriores. El desplome de los últimos días se dio tras la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (la OPEP) de
no recortar la producción de crudo en una reunión que tuvo lugar el jueves en Viena.

Tras estos nuevos descensos de la cotización del petróleo surgen varias preguntas: ¿Qué hay detrás de estos movimientos? ¿Qué efectos tiene sobre la economía mundial? ¿Y en nuestro país, cómo juega sobre la inflación y sobre las cuentas públicas?

ROMINA ANDRIOLI (RA):
Te propongo comenzar repasando los movimientos del precio del petróleo de los últimos días. ¿De qué magnitudes de caída estamos hablando? ¿En qué valores quedaron los precios?

JAVIER GLEJBERMAN (JG):
La verdad que los descensos de los precios de la semana pasada fueron realmente muy fuertes: de 16% en el caso del West Texas y de 13% en el caso del Brent. Con esas caídas, hoy estamos con valores del orden de 70 dólares por barril.

Pero como ustedes decían al comienzo, las caídas de los últimos días son parte de una tendencia que comenzó hace ya varios meses. De hecho, el precio del crudo subió durante la primera mitad del año y a partir de junio comenzó a caer de forma sostenida. Y si comparamos los precios de hoy contra los que se observaron en esos picos de junio, los descensos llegan hasta 40%, son descensos realmente importantes.

RA - La negativa de la OPEP a recortar la producción parece estar detrás de esta caída más reciente, pero ¿a qué obedece en términos más generales la tendencia a la baja que ya se viene dando desde mediados de año?

JG - Sin dudas que las caídas de los últimos días se deben a lo que decidieron los miembros de la OPEP el jueves pasado.
Pero la tendencia a la baja viene de antes, y a nuestro juicio ahí hay dos elementos clave. Uno de ellos, que es común a la caída de varios commodities a nivel mundial, tiene que ver con el cambio que ya comenzó a darse en las condiciones financieras internacionales. El dólar está subiendo en el mundo de forma bastante generalizada y hay una perspectiva bastante clara de que las tasas de interés internacionales van a comenzar a subir. En los años posteriores a la crisis internacional de 2008 el mundo de dólar barato y tasas de interés bien bajas fue uno de los factores que impulsó al alza los precios de las materias primas y ahora ese contexto de a poco se está revirtiendo.

El otro factor es más puntual y tiene que ver con el balance mundial de oferta y demanda del petróleo, que presiona cada vez más hacia un precio más bajo.

RA - ¿Cómo es eso? ¿Podés explicar un poco más?

JG - Además de las tendencias generales a nivel internacional, el precio de una materia prima en particular también depende (como pasa en cualquier bien) de cuánto se está produciendo y cuánto se está demandando.

Y en el caso del petróleo, ambos lados de la ecuación están jugando a favor de un precio más bajo. Del lado de la oferta, cada vez es más común leer en la prensa especializada que el mercado está con mucha oferta. En los últimos dos años los países de la OPEP han estado produciendo por encima del objetivo del grupo que es de unos 30 millones de barriles por día. Pero la mayor parte del aumento en la producción mundial de los últimos años se debe a lo que está pasando con los países que no son de la OPEP y en particular con Estados Unidos. En los últimos meses Estados Unidos produjo alrededor de 9 millones de barriles por día, que es un 50% más de lo que producía tan solo tres años atrás.

Y del lado de la demanda, es bastante claro que la economía mundial está creciendo de forma más lenta. Japón está en recesión, la Zona del Euro sigue mostrando un crecimiento muy pobre y las economías emergentes (con China a la cabeza) continúan desacelerándose. Por lo tanto, podríamos decir que no hay una demanda lo suficientemente pujante como para sostener los precios.

RA - Ahora, ¿cómo impactan estos precios más bajos sobre la economía mundial? ¿El balance es positivo o negativo?

JG - Depende desde qué lado se analice. Si lo miramos desde la economía mundial de forma global, hay estudios que sugieren que el efecto sobre el crecimiento económico es positivo, en la medida que los países importadores de petróleo son más propensos a gastar los ahorros derivados de un precio más bajo, en relación a cómo gastarían los exportadores los excedentes de un precio más alto.

Después, obviamente que para países importadores como el nuestro precios del petróleo más bajos son una buena noticia, mientras que para los exportadores el efecto es negativo en la medida que el ingreso cae.

Pero además, algunas de las economías exportadoras son tan dependientes de la actividad del petróleo que si esta situación de precios a la baja se profundiza podrían empezar a tener problemas importantes en sus finanzas públicas por ejemplo.

RA - Desde esa perspectiva, ¿cuáles son los más vulnerables ante esta baja de los precios?

JG - En realidad los valores que tenemos hoy del orden de 70 dólares por barril pone en aprietos a varios de los productores más importantes. De hecho, algunos analistas calcularon cuál es el precio que cada país necesita para equilibrar sus finanzas públicas y prácticamente todos necesitan valores más altos que los 70 dólares de hoy. De todas maneras, hay bastante disparidad entre los distintos países, algunos están más comprometidos y otros menos. Por ejemplo, según estimaciones del diario The Wall Street Journal, en Libia el precio que equilibra las cuentas públicas es de 184 dólares por barril; en Nigeria, Irán y Venezuela el precio ronda los 120-130 dólares. Pero tampoco es una cuenta sencilla, porque se necesita precio alto pero también volúmenes importantes de ventas. Es un poco por esto que en la OPEP hay reticencia a pactar una baja de la producción, aunque eso ayudaría a tener precios más altos.

En el caso de Rusia (que es el principal productor mundial) el precio necesario es de 90 dólares, pero de todas maneras la situación es muy compleja porque además de la caída de los precios del petróleo está sufriendo las sanciones comerciales impuestas por algunos países de Occidente, se está desacelerando y está sufriendo una salida de capitales importante. De hecho, entre el viernes y el lunes el dólar subió más de 10%. Por estos motivos, entonces, Rusia parece también uno de los países más vulnerables.

RA - Como tú decías antes, para países como el nuestro (importadores de petróleo) es una buena noticia la caída de los precios internacionales. Pero, ¿qué impactos concretos tenemos que esperar?

JG - Para nuestro país es un "alivio" en varias dimensiones. En primer lugar, desde el punto de vista de la inflación. Actualmente, la paramétrica de Ancap para fijar los precios de los combustibles tiene una referencia de precio del petróleo de 110 dólares. Tiene un dólar un poquito más bajo que el actual (21,75), pero aún así con los valores de hoy de 70 dólares no podríamos descartar que Ancap incluso determine alguna rebaja de tarifas en los próximos meses.

La otra perspectiva es fiscal. El precio del crudo se abarató tanto en los últimos meses que incluso con una rebaja de las tarifas Ancap va a mejorar su resultado (siempre que sea más o menos moderada por supuesto). De manera similar, la generación de energía eléctrica a partir de fuentes térmicas (que usan gasoil o fueloil) también va a ser menos costosa.

Y por último, la caída del precio del petróleo compensa los descensos de los precios internaciones de nuestros productos de exportación y por lo tanto alivia el deterioro de los términos de intercambio de nuestro país.

De todas formas, este es un aspecto que tenemos que mirar con cautela porque los commodities suelen tener correlaciones altas. Y hay muchos analistas que en los últimos años señalaron que el petróleo caro era uno de los factores de impulso de los precios agrícolas. Combustible caro significa más costos de producción, más costos de transporte, y también está el arbitraje de precios por los biocombustibles, que es relevante para productos como el maíz. Así que, en definitiva, nos debemos alegrar de que se abarata el petróleo que importamos pero no debemos descartar alguna presión bajista adicional sobre nuestros principales precios de exportación.

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