Depósitos de argentinos en Uruguay no paran de crecer
Los depósitos de argentinos en Uruguay no paran de crecer. En noviembre aumentaron un 9% interanual. La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) ya pidió información sobre 50 contribuyentes por triangulaciones en comercio exteriores, cuentas de sociedades anónimas y operaciones que involucran futbolistas.
El nivel de depósitos de argentinos en Uruguay llega a casi el 80% del total de no residentes y sigue aumentando, pese a los esfuerzos de la AFIP por controlar la fuga de divisas. En noviembre pasado fueron unos 4.250 millones de dólares, frente a los 3.916 millones del mismo mes de 2013.
El incremento se da un contexto de aumento general de los depósitos en la banca nacional, que según datos del Banco Central ascienden a 28.700 millones de dólares.
El diario Perfil publicó este sábado una nota en la que da cuenta de las formas en que los argentinos se movilizan para traer su dinero a estas costas. El pequeño y mediano ahorrista lo hace generamente en auto o en en barco. Al respecto, la idea general es que en los pasos fronterizos los controles "son livianos" mientras que hay que tener más cuidado por vía fluvial, ya que por allí están presentes los perros "huelebilletes".
La normativa vigente en Argentina indica que no se puede salir del país con más de 10.000 dólares por persona. En 2012 ambos países suscribieron un polémico acuerdo de intercambio de información tributaria, por el cual hasta el momento el gobierno de Cristina Fernández lleva realizados unos 50 pedidos de datos; 40 de ellos en el marco de investigaciones judiciales en torno a la compraventa de jugadores de fútbol. La Dirección General Impositiva (DGI) rechazó aportar datos sobre la mayoría de ellas en el entendimiento de que no correspondía.
Unos 10 pedidos recibieron una respuesta positiva y están relacionados con triangulaciones en comercio exterior y manejo irregular de sociedades.
Según Perfil, ya hay investigaciones sobre la banca privada de Montevideo. En enero de 2017 comenzará a regir, como está previsto en el acuerdo bilateral, el intercambio automático de datos, que ya no será caso a caso.