Tipo de cambio

El dólar termina el año con una suba de más de 10%. ¿Cómo son las perspectivas y cómo queda el balance de competitividad de Uruguay?

Análisis de la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte, sobre las perspectivas del dólar para el año que viene.

(emitido a las 7:50 hs.)

EMILIANO COTELO (EC):
En esta típica "época de balances", en el espacio económico de hoy les proponemos analizar qué pasó en este 2014 con una de las variables que los uruguayos seguimos más de cerca: la cotización del dólar.

Como ustedes saben, estamos cerrando un segundo año con el tipo de cambio en alza y también a nivel internacional parece haberse consolidado un cambio, porque el dólar se ha ido fortaleciendo frente a la mayoría de las monedas este año.

¿Cómo sigue esta historia? ¿Cuánto pesan los factores locales y cuánto importa lo que pase con el dólar en el mundo? ¿Cómo queda la competitividad de Uruguay después de esta suba? En los próximos minutos conversaremos de estos temas con la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.

ROMINA ANDRIOLI (RA):
Si te parece ubiquemos muy brevemente a los oyentes en las principales cifras. Estamos cerrando el año con un dólar de unos 24 pesos. ¿De cuánto fue el aumento en el año?

TAMARA SCHANDY (TS):
Al cierre de diciembre del año pasado teníamos un tipo de cambio de 21 pesos con 40 centavos, así que es un aumento de 14% en la comparación "punta a punta". Si tomamos los promedios anuales estamos cerrando este año en una media de 23,20 pesos, 13% superior a la del año pasado.

Este año de algún modo se consolidó una tendencia creciente. Con un tipo de cambio de 24 pesos estamos unos 5 pesos (o un 27%) por arriba del mínimo de 18,95 que tuvimos en mayo de 2013.

RA - De todos modos, no es una tendencia uniforme. Este año, por ejemplo, tuvimos momentos de subas más o menos fuertes y momentos en los que el dólar retrocedió bastante. De hecho, de octubre a esta parte ha habido oscilaciones, pero esencialmente estamos con valores similares a los de dos meses atrás y por debajo del máximo de 24,70 que se marcó a finales de setiembre.

TS - Es verdad. A nivel internacional también hay vaivenes, aunque lógicamente también hay factores locales que juegan un rol. Pero me parece importante marcar que a nuestro juicio hay factores bastante potentes que justifican una tendencia de fortalecimiento del dólar y que son también los sustentos de nuestra proyección de que el tipo de cambio seguramente va a seguir subiendo en los próximos años.

RA - ¿Cuáles son esos factores?

TS - Hay un primer factor que tiene que ver con el mundo. Estados Unidos hoy está creciendo mucho y parece tener buenas perspectivas por delante. Está en una situación muy distinta a la de las otras economías desarrolladas, en particular frente a Europa y Japón. La Fed está hablando de gradual retiro de los estímulos monetarios, mientras que los otros bancos centrales aún hablan de cómo seguir expandiendo la cantidad de dinero para tratar de reactivar sus respectivas economías.

Esa situación debería propiciar que el dólar siga fortaleciéndose frente a las principales divisas.

Los emergentes tampoco estarán fuera de ese proceso, sobre todo porque muchas de estas economías han crecido mucho pero mantienen déficits en cuenta corriente bastante significativos. Si cambia el contexto de financiamiento, también necesitan monedas un poco más depreciadas. Muchos exportadores de commodities se encuentran además con un escenario de precios muy diferente. Así como los altos precios de exportación eran un sustento para la apreciación de las monedas en años previos, la caída que se ha dado en este año es un elemento que opera en favor de monedas más débiles.

RA - Y Uruguay no escapa a esa realidad…

TS - Por supuesto que no. Y desde Uruguay, en particular, esa depreciación tiene que ser más o menos importante en términos nominales porque además tenemos alta inflación. Si la inflación es 8% por año, entonces el tipo de cambio tiene que subir nominalmente al menos eso para que los costos en dólares comiencen a corregirse.

RA - Quedan claras esas fuerzas o factores de apreciación del dólar. ¿Por qué entonces se ven esas "pausas" o incluso retrocesos en la trayectoria del tipo de cambio?

TS - Ninguna variable financiera se mueve con procesos lineales y, como decía recién, también a nivel internacional ha habido vaivenes.

Pero también importa lo que suceda con el contexto local, y en Uruguay tuvimos un año de cambios bastante fuertes en materia de liquidez. Recordemos que contextos de más liquidez son más propicios para que el dólar aumente, mientras que momentos de menos liquidez en pesos son momentos en los que el dólar tiene menos espacio para subir.

RA - ¿Cómo es eso?

TS - A riesgo de simplificar en demasía pero para que se entienda mejor, podría decirse que si la política monetaria se hace más dura y los pesos son relativamente "escasos", hay quienes venden dólares para hacerse de liquidez y hay quienes dejan de comprar dólares porque necesitan los pesos que tienen o porque prefieren colocar sus fondos en pesos, a tasas relativamente atractivas. La demanda de dólares es entonces menor, o la oferta mayor. En cualquier caso, es un mercado de menos presiones alcistas sobre el dólar.

En los últimos meses de este año, en particular, seguramente sucedió algo de esto. La tasa call estuvo casi siempre entre 15% y 20% y ése es otro indicio de que fue un mercado con más restricción de pesos. No sorprende entonces que Uruguay se haya separado un poco de la tendencia internacional en materia cambiaria.

RA - Yendo justamente a ese punto, ¿cómo nos deja un dólar de 24 pesos en la comparación regional e internacional en materia de competitividad?

TS -  Con Brasil, que es la referencia más habitual, la verdad es que no nos fue muy bien. Habíamos empezado el año con niveles relativamente críticos, más de 20% por debajo de la media histórica. En la primera mitad de 2014 repuntamos, porque el dólar en Uruguay fue de 21,40 a 23 pesos en abril, mientras que en Brasil incluso bajó. Allí "descontamos" parte de la diferencia. Pero en el segundo semestre y en particular en este último tramo del año volvimos atrás. En Brasil el dólar subió 9% en el último trimestre de 2014 y en Uruguay bajó casi 3%. El resultado es que estamos de nuevo más o menos 25% debajo de la media histórica.

RA - ¿Y con Argentina?

TS - Las comparaciones son más difíciles porque primero hay que decidir con qué tipo de cambio medirnos. Si tomamos el dólar "blue", que en definitiva es el más relevante para actividades como el turismo, por ejemplo, estamos aproximadamente 40% por debajo de la media histórica. Ahora que el blue ha bajado un poco la diferencia se redujo frente a lo que teníamos en setiembre, por ejemplo, pero sigue siendo una brecha grande.

Si miramos el tipo de cambio oficial, en cambio, la diferencia respecto a la media histórica es hoy menos de 10%, cuando en enero, cuando Argentina devaluó, estábamos abajo en 25% aproximadamente. Pero es una mejora que tenemos que mirar con cautela, porque probablemente no sea permanente.

RA - ¿Por qué ellos pueden volver a devaluar?

TS - Exacto. Es bueno tener como referencia que la inflación, que es de más de 30% anual en Argentina, ya se "comió" todo el efecto de la devaluación de enero. Hoy el IPC en dólares al tipo de cambio oficial está exactamente en el mismo lugar que antes de la devaluación.

Y de hecho nuestro pronóstico es que Argentina va a tener que dejar subir más el dólar oficial, y si eso sucede, esa mejora que vimos en el tipo de cambio real desde la perspectiva uruguaya se va a revertir, al menos un poco.

RA - ¿Y si miramos fuera de la región?

TS - La depreciación nominal, de 12%-13%, está más o menos "a mitad de tabla" en una comparación internacional. En un extremo tenemos casos como el de Rusia, con una devaluación de 60% y del otro lado países con menor flotación, que tuvieron movimientos bastante más acotados. Pero en general casi todas las monedas emergentes perdieron terreno frente al dólar. Si miramos en Latinoamérica, por ejemplo, el dólar en Chile subió 15%, en Colombia 22%, en Perú 6%, en México 12%, Uruguay no destaca mucho, aunque también es cierto que con más inflación necesita más depreciación nominal para no perder competitividad.

RA - Para terminar, ¿qué proyecciones están manejando para el año que viene?

TS - Siempre es muy difícil hacer pronósticos cambiarios. Nosotros estamos trabajando con un tipo de cambio de referencia de algo más de 27 pesos al final del año que viene, lo que deja un aumento similar al que tuvimos este año.

Como decía, nuestra visión es que el contexto internacional y regional va a hacer que Uruguay tenga que seguir abaratándose en dólares. Ese proceso se podrá dar más rápido o más lento, con más o menos oscilaciones, pero nos parece que tenemos que pensar que en los próximos años va a predominar una tendencia claramente creciente en el tipo de cambio.

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