Análisis Económico

¿Qué consecuencias sobre nuestro país puede tener la suba de las tasas de interés en Estados Unidos y el reciente debilitamiento del dólar?

Análisis económico de Tea, Deloitte & Touche

(Emitido a las 08.20)

EMILIANO COTELO:
En los últimos días se produjeron dos acontecimientos significativos a nivel de los mercados financieros internacionales. En primer lugar, la semana pasada la Reserva Federal de Estados Unidos promovió un nuevo aumento de la tasa de fondos federales, a 2% anual. Pero también se observó recientemente una fuerte suba del euro, que alcanzó nuevos máximos, de casi 1,30 dólares.

Se trata de dos hechos importantes para la economía mundial y también para nuestro país. Por esa razón, les proponemos a continuación examinar en detalle esos acontecimientos y, como hacemos siempre, procuraremos indagar sobre las posibles consecuencias que los mismos pueden traer para la economía uruguaya.

Estamos en diálogo será con el economista Horacio Morero, de Tea Deloitte & Touche. El mercado aguardaba la suba de tasas de interés que se produjo la semana pasada. ¿Es así?

HORACIO MORERO:
Es así. El mercado esperaba esa suba de tasas aprobada por la Reserva Federal. Se trató de una suba de 0,25 puntos porcentuales, que como tú anticipaste determinó que la tasa de fondos federales pasara de 1,75% anual a 2% anual.

Y fue la cuarta suba de tasas en el año; las cuatro de un cuarto de punto porcentual.

EC - ¿Cuáles fueron las razones para esa nueva suba de tasas de interés?

HM - En realidad, la política monetaria de la Reserva Federal estaba siendo hasta hace un tiempo muy expansiva, en respuesta a la pérdida de dinamismo que había sufrido la economía de Estados Unidos en 2001. Para estimular una recuperación económica más rápida, la Fed había bajado fuertemente las tasas de interés en los años anteriores hasta situarla en tan sólo 1% anual. Esa tasa que duró hasta junio de este año, era la más baja desde 1958. Si tenemos en cuenta que la inflación en Estados Unidos oscilaba entre 1,5% en 2002 y poco más de 2% en 2003 y 2004, advertimos que una tasa de 1% era lo que se denomina una tasa negativa en términos reales. Ese 1% de tasa de interés no alcanzaba a compensar el efecto de la inflación.

Pero como la economía comenzó a mostrar señales claras de crecimiento y para este año se prevé un aumento del Producto Interno Bruto de Estados Unidos de 4,3%, la Reserva Federal comenzó en junio a subir su principal tasa de interés. De todas maneras, la política monetaria de la Fed sigue siendo todavía bastante flexible. Una tasa de 2% es similar, de hecho levemente menor, a la inflación prevista para este año; quiere decir que en términos reales se trata de una tasa prácticamente nula.

EC - El otro elemento relevante, tiene que ver con el fortalecimiento del euro. ¿Cuánto subió el euro en las últimas semanas?

HM - A principios de octubre, el euro cotizaba a 1,23 dólares y días atrás cotizó a casi 1,30 dólares. Quiere decir que en las últimas semanas, la cotización del euro frente al dólar subió 6% aproximadamente.

A su vez, esa suba se inscribe en una tenencia más permanente, que se observa desde marzo de 2002. En marzo del 2002, el euro había alcanzado un mínimo de 0,80 dólares, pero desde entonces ha registrado una tendencia creciente acumulando una suba de 60%. Como consecuencia de esa suba, y tú lo adelantabas al comienzo, el euro alcanzó nuevos máximos históricos; aunque debemos hacer una aclaración: desde que el euro fue lanzado en enero de 1999, nunca había alcanzado la cotización actual, aunque si lo recalculamos hacia atrás utilizando las ponderaciones que cada moneda europea tenía en la formación del euro tenemos que en el pasado hubo valores más altos. Sin ir más lejos, a mediados de los 90, las monedas europeas cotizaban a un nivel equivalente a aproximadamente 1,40 dólares por cada euro.

EC - Vale la aclaración. De todas maneras, creo que es interesante indagar sobre las causas de esta apreciación del euro. Te hago la pregunta porque la suba del euro frente al dólar está acompañada de un aumento de las tasas de interés en Estados Unidos, lo cual parece paradójico.

HM - Es cierto. Parece paradójico porque las tasas en dólares suben, mejorando el rendimiento de las colocaciones en dólares (lo que debería alentar a los agentes a vender euros y comprar dólares para aprovechar la suba de tasas) y sin embargo el dólar igual se debilita contra el euro.

Pero aunque parezca paradójico, hay explicaciones. En realidad, el debilitamiento del dólar frente al euro responde fundamentalmente a los desequilibrios macroeconómicos en Estados Unidos. Ya hemos comentado este aspecto otras veces en el programa.

Estados Unidos tiene un fuerte déficit fiscal, de 4% del PIB según las proyecciones para este año, producto de las reducciones de impuestos aprobadas por la administración Bush y del aumento del presupuesto militar. Esa política fiscal expansiva ha alimentado una expansión de la demanda interna y como consecuencia la cuenta corriente de la balanza de pagos registra un déficit histórico, superior a un 5% del PIB.

Para financiar ese déficit, Estados Unidos recurre a un reiterado financiamiento externo, que sin embargo parece estar mostrando señales de retracción. En los últimos meses han bajado las compras de títulos públicos norteamericanos por parte de los bancos centrales de los países asiáticos y europeos.  Como, a su vez, parece poco probable que en Estados Unidos se tomen medidas de ajuste fiscal, que contribuirían a reducir la demanda interna y el déficit en la cuenta corriente, los mercados están anticipando que el proceso de corrección que necesariamente debe darse en la cuenta corriente de la balanza de pagos operará con una devaluación de la moneda norteamericana, y eso es lo que finalmente termina sucediendo. Estados Unidos ha tenido, como decía recién, una devaluación de 60% desde marzo de 2002 a la fecha, frente al euro; y también se ha debilitado frente a otras monedas, como el yen.

EC - ¿Cuáles son las posibles consecuencias de estos acontecimientos para nuestro país?

HM - Debemos distinguir entre el corto y el mediano plazo. A corto plazo, el debilitamiento del dólar frente al euro contribuye a generar inflación en dólares en el mundo, algo que a nuestro país le viene muy bien debido al alto endeudamiento externo, nominado en dólares, que tiene el país. Si en el mundo hay inflación en dólares, los precios de exportación subirán en dólares y al país (y en particular al Estado) le será más fácil hacerse de los dólares necesarios para enfrentar el pago de intereses.

De todas maneras, el mantenimiento de esos fuertes desequilibrios macroeconómicos en Estados Unidos a mediano plazo puede generar inconvenientes a la economía uruguaya. Por ahora las previsiones de los analistas y de los mercados apuntan a que la Reserva Federal continuará subiendo a un ritmo moderado las tasas de interés. Por ejemplo, quizás tengamos una nueva suba de un cuarto de punto en diciembre, y quizás tengamos una suba de un punto adicional, o un poquito más, el año que viene. Si así fuera, entonces la suba de tasas no sería demasiado fuerte para Uruguay y a la vez podríamos beneficiarnos de la apreciación del euro.

Sin embargo, existe cierto riesgo, por ahora bajo pero riesgo al fin, de que los desequilibrios macroeconómicos en Estados Unidos terminen generando a través de un mayor debilitamiento del dólar y de la propia expansión de la demanda interna, presiones inflacionarias más intensas, que obliguen a la Reserva Federal a subir sus tasas de interés a un ritmo mucho más fuerte. De hecho, varios directores de la Reserva Federal (incluido Greenspan) han advertido sobre la necesidad de adoptar medidas de ajuste fiscal en Estados Unidos para evitar que a mediano plazo se deba procesar una suba más fuerte de las tasas de interés. Y una suba fuerte de las tasas de interés terminaría afectando negativamente a nuestro país a través de un mayor costo del endeudamiento externo.

Por eso, a corto plazo la suba del euro es una buena noticia pero deberemos seguir observando el desempeño de la economía de Estados Unidos, por sus posibles repercusiones en las tasas de interés.

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Edición: Jorge García Ramón