Conferencia

Sector inmobiliario es el más débil en la cadena de lavado de dinero

Ricardo Sabella en los estudios de El Espectador.
Ricardo Sabella en los estudios de El Espectador

Montevideo será sede de un congreso que debatirá el lavado de activos en la región, un problema que todavía permea en el mercado local.

Más precisamente, la semana que viene se llevará a cabo el tercer Congreso de Prevención de Lavado de Activos y Terrorismo en la Región.

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En diálogo con El Espectador, Ricardo Sabella, director de MVC Rocks, Consultoría y Capacitación en Prevención de Lavado de Activos, y coordinador del Certificado en Prevención de Lavado de Activos, aseguró que el sector más débil de la cadena de lavado de dinero es el inmobiliario, y que la profesión que más queda afectada es la de los escribanos.

Desde el oficialismo se afirma que desde 2005 Uruguay dejó atrás su condición de plaza apetecible para el lavado de activos. Lo cierto es que cada tanto, la prensa da cuenta de operaciones judiciales, algunas de ellas de gran magnitud, que tienen como punto central este delito.

Los participantes de este congreso serán las instituciones financieras, oficiales de cumplimiento reglamentario para prevenir el lavado, y también estudios contables.

En entrevista con Daniel Castro, el director de MVC Rocks destacó el importante avance que se ha producido en estos últimos años, pero recordó que todavía hay sectores del mercado, y de la economía, muy proclives a estas prácticas.

"Hay áreas notoriamente más susceptibles: las sociedades anónimas, la gran parte pasan hoy por el sistema financiero e incluso el sistema inmobiliario. El sector inmobiliario quizás sea el más débil" explicó Sabella.

El sector inmobiliario "sigue siendo el más débil de la cadena" de lavado de dinero, "por un tema de comunicación de difusión de las obligaciones". Por otra parte, los escribanos son los profesionales que están más expuestos a caer en estas prácticas.

Sobre el final, Sabella expresó que los niveles mundiales de lavado de dinero estarían llegando, según análisis del Fondo Monetario Internacional, al 5% del PBI mundial, dato que al propio Sabella le "cuesta creerlo". "Creo que debe ser mucho más".