Tras una semana plagada de malas noticias para el gobierno de Dilma Rousseff, se acentúan los riesgos de que la economía se contraiga
La actividad económica en Brasil operó plana en mayo respecto a abril, e incumplió expectativas de una subida tras dos meses seguidos de declives, según datos que publicó el banco central.
A esto se suma que Brasil perdió en junio pasado 111.199 empleos formales de trabajo, el peor resultado para este mes en los últimos 24 años, informó el gobierno de Dilma Rousseff.
La mayor economía de América Latina no suprimía tantos puestos de trabajo formales en un mes de junio desde 1992, cuando la estadística comenzó a ser recopilada, según los datos divulgados por el Ministerio.
El economista Gustavo Segré, Profesor de la Universidad Paulista, dijo a Espectador al día desde San Pablo, que se calcula al día de hoy que la economía de Brasil se contraiga este año cerca del 1.5%.
Segré puntualizó que esa caída del 1.5% es optimista.
En Brasil esta semana las malas noticias también llegaron desde política.
El Ministerio Público Federal de Brasil abrió una investigación penal al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva por supuestamente haber influido en el estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), después de haber concluido su mandato, para que le concediera créditos a la constructora Odebrecht destinados a la financiación de obras en otros países latinoamericanos y africanos en los que trabaja.
Además, el Presidente de la cámara de diputados, Eduardo Cunha, integran del PMDB, socio política del PT, fue denunciado de cobrar 5 millones de dólares de en sobrono en el marco de la investigación "Lavajato";.
Un día después, Cunha se declaró opositor a la mandataria Dilma Rousseff y dijo que tratará que su partido, el mayor aliado que tiene el gobierno, abandone también esa alianza.
El analista Gustavo Segré dijo que Dilma está cada vez más cerca del Impeachment.
Agregó además que la popularidad de la Presidente está en su punto más bajo: solo 9% aprueba su gestión.