"La gente no se endeudó en dólares y por lo tanto, el aumento que se dió del tipo de cambio no le afectó la capacidad de pagar sus deudas. Los uruguayos han incorporado que la dolarización de sus deudas no es un buen negocio", señaló Bergara.

Sobre la crisis que viven los comercios de la frontera uruguaya ante la devaluación del real, el economista aseguró que la intervención en el tipo de cambio se hará para "preservar equilibrios macroeconómicos" y no de sectores puntuales. 

"Tenemos que mantener los equilibrios de la política económica en materia de inflación, competitividad y solidez fiscal. El contexto global y regional está cambiando. Seguimos pensando que este año la economía uruguaya va a mantener una senda de crecimiento, a tasas menores que las que vivimos en el pasado, pero que en el contexto global crecer al 2 o 2,5 % es una buena noticia", dijo Bergara. 

"Lo que venga de Brasil de aquí en más no va a generar tanto ruido como se generó con la pérdida del grado inversor", finalizó.