Por su parte Domínguez Abascal, que ocupaba el puesto de presidente no ejecutivo desde setiembre -en sustitución del histórico Felipe Benjumea-, será ahora presidente ejecutivo aglutinando "todas las facultades excepto las indelegables conforme a la ley", anunció este viernes la empresa.

Estos cambios en la dirección llegan dos días después de que la empresa solicitara el preconcurso de acreedores para intentar solucionar su actual situación económica, en la que arrastra una deuda financiera de casi 9.000 millones de euros (9.554 millones de dólares) y unos pagos pendientes a proveedores por 5.000 millones (5.308,15 millones de dólares).

Mientras, las acciones de la multinacional rebotaban con fuerza tras las importantes caídas registradas el miércoles y el jueves, con un repunte del 15,87% y animadas por movimientos meramente especulativos, tras perder 70 % de su valor en dos días.

Los títulos clase "B" de la compañía -los más líquidos y que desde este viernes ya no cotizan en el Ibex, han terminado la semana en 0,29 euros.

Una cantidad con cierta recuperación, pero todavía un 68% por debajo del cierre del martes, antes de que de se conociera la ruptura del plan para que Gonvarri entrara en la compañía y se anunciara el preconcurso de acreedores, que finalmente se presentó este jueves.

Abengoa, que tiene casi 75 años de vida y unos 27.000 empleados, opera en los cinco continentes, especialmente en Latinoamérica, donde tiene intereses en Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, donde las inversiones de su filial local, Teyma, hacen un total de 700 millones de dólares. EFE