Agencia Moody's rebaja dos escalones a la nota de Brasil
La agencia de calificación de riesgo Moody's anunció hoy que ha rebajado dos escalones la nota de Brasil, que ha pasado de "Baa3" a "Ba2", con "perspectiva negativa", lo que supone para el país la pérdida del llamado grado de inversión.
Ese sello de "buen pagador" ya le había sido retirado a Brasil por las agencias Fitch y Standard & Poor's, que al igual que Moody's justificaron esa decisión en el oscuro panorama económico y político del país.
Según Moody's, la nueva rebaja responde a "las perspectivas de un mayor deterioro" en las facilidades del país para obtener créditos externos, en un "ambiente" de recesión y con la deuda pública en aumento, con la posibilidad de llegar al 80 % del Producto Interno Bruto (PIB) en los próximos tres años.
En la nota en que anunció su decisión, Moddy's también citó la "desafiante situación política" del país y las dificultades que el Gobierno tiene en el Congreso para la aprobación de medidas que forman parte de un severo ajuste fiscal con el que se pretende comenzar a equilibrar la golpeada economía nacional.
Ante esta nueva rebaja de la calificación, el Gobierno emitió una nota oficial en la que señaló que "la posición de las agencias" de calificación "no altera" su "compromiso" con el ajuste fiscal "necesario para la estabilización de la trayectoria de la deuda pública".
También sostiene que la economía brasileña tiene "perspectivas de recuperación a medio plazo", así como cita los recortes del gasto público aplicados por el Ejecutivo y su determinación de avanzar hacia una reforma del sistema de jubilaciones y pensiones.
Según el Gobierno, "todas esas iniciativas favorecerán la reversión de las incertidumbres en cuanto a la trayectoria fiscal y la recuperación la confianza de los agentes (financieros), condición importante para la retomada de las inversiones".
En ese marco, la nota difundida por el Ministerio de Hacienda subraya la "expectativa" de que la rebaja del calificación del país "sea temporal" y de su "reversión una vez que se materialicen los resultados de las medidas en discusión, que traerán un reequilibrio fiscal y la recuperación del crecimiento".
Además de una economía deteriorada, la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, enfrenta la posibilidad de un juicio con miras a su destitución debido a supuestas maniobras contables en las que incurrió el Gobierno en 2014 y 2015, con el objetivo de maquillar sus pobres resultados fiscales.
Según analistas económicos, la economía brasileña se encogió en 2015 un 3,71 % y las perspectivas para este año indican una nueva contracción, en torno del 3,40 %. EFE