Entrevistas

Las ideas del futuro equipo económico

Las ideas del futuro equipo económico

"La prioridad en el próximo año y medio es la emergencia social", dijo el futuro subsecretario de Economía, Mario Bergara, en entrevista junto a quien encabezará el Banco Central, Walter Cancela. Los recursos para este plan vendrán de una negociación para aliviar los vencimientos de deuda y de establecer prioridades en el gasto, explicaron.

(Emitido a las 8.53)

EMILIANO COTELO:
Finalmente se develó la incógnita y se conocieron oficialmente casi todos los integrantes del equipo económico.

Tabaré Vázquez y Danilo Astori anunciaron que el subsecretario de Economía será Mario Bergara, el jefe de Asesoría Macroeconómica de ese ministerio será Fernando Lorenzo y el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto será Carlos Viera, acompañado en la Subdirección por Daniel Mesa.

También se anunció quiénes estarán al frente de tres bancos estatales: Walter Cancela presidirá el Banco Central (BCU), Fernando Caloia el Banco República (BROU) y Gustavo Vilaró el Banco de Seguros (BSE).

Para conocer con mayor profundidad los planes económicos del próximo gobierno, vamos a dialogar con Walter Cancela, a quienes nuestros oyentes conocen bien porque integró nuestra Tertulia de los viernes desde su inauguración hasta comienzos de este año, ¿no?

WALTER CANCELA:
Hasta el mes de mayo, efectivamente.

EC - Tiene 57 años, es economista y también ha desarrollado una extensa carrera como docente, desde agosto de 2003 director del Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas y en cuanto a su ubicación política pertenece al PDC, por lo tanto integra el sector Alianza Progresista.

WC - Así es.

EC - ¿Integró las listas al Parlamento en estas elecciones?

WC - Estuve en la lista al Senado de la 738.

EC - Mario Bergara, futuro subsecretario de Economía, tiene 39 años, es economista y contador público, tiene un doctorado en Economía en la Universidad de California, es profesor de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República, desde mayo de 2001 es director de la Unidad Reguladora de Servicios de Comunicaciones (Ursec) y en materia política es un frenteamplista independiente que trabajó muy cerca del general Liber Seregni en el Centro de Estudios Estratégicos 1815.

MARIO BERGARA:
Así es, tuve ese privilegio.

EC - Privilegio... ¿en qué sentido?

MB - De estar en una relación bastante cotidiana con el general Seregni. Uno aprende mucho en ese proceso.

EC - Para empezar quiero hacerles una pregunta muy general para después ir afinando con algunos temas en concreto. ¿Cuáles son los grandes desafíos que se plantea el equipo económico del gobierno electo?

MB - Los principales lineamientos han sido planteados de manera insistente en las últimas semanas por parte del futuro ministro, el contador Astori. La idea es sentar bases de desarrollo que permitan generar un crecimiento pero compartido, con equidad, es decir tomando en cuenta también la distribución del ingreso.

Para eso hay dos o tres líneas fundamentales que tienen que ver con generar bases sostenidas de generación de empleo para lo que es imprescindible la inversión en los sectores productivos. Par que esta inversión sea posible sin duda va a haber que trabajar bastante para mejorar y consolidar el ámbito, para hacer atractivo, estimulante invertir en Uruguay. Eso acompañado de un proceso que además de tener un componente ético, tiene también un componente económico, que es atender de manera inmediata la emergencia social en la cual se encuentra involucrado un número importante de uruguayos.

EC - Ayer Tabaré Vázquez cuando dio a conocer los nombres de ustedes en esa reunión con el futuro gabinete subrayó que de ese equipo económico depende la puesta en marcha del plan de emergencia social.

WC - Sí, no sólo del equipo económico. El plan de emergencia involucra una base económica obvia –es decir sin recursos no es posible hacer mucha cosa– pero también involucra al resto de los ministerios, la coordinación, la buena gestión en las áreas específicas de políticas sociales, aunque no sólo de políticas sociales.

Yo agregaría a lo que decía Mario Bergara que ese desafío de prosperidad compartida, como lo llamó ayer en una conferencia el contador Astori, ese desafío de crecer con equidad, de crecer con justicia social, de generar empleo, de atraer inversión, se complementa con otro desafío que está de alguna manera más directamente vinculado con la función que me va a tocar asumir, que es hacerlo en el marco de la estabilidad macroeconómica, sin generar desestabilizaciones de tipo inflacionario, de tipo cambiario, sin generar riesgos desde el punto de vista financiero para el país. En definitiva es un desafío bastante grande pero tenemos un programa sólidamente elaborado por la fuerza política durante mucho tiempo, tenemos un equipo técnico competente para llevarlo a cabo y sobre todo tenemos la expectativa, la esperanza y la participación de la gente que ha votado por esta opción.

EC - Cancela hablaba recién de estabilidad, y entre otras cosas esa estabilidad depende también de lo que ocurra con las cuentas fiscales. Ustedes, distintos voceros de lo que va a ser el equipo económico, han insistido en que no hay margen para aumentar el gasto público pero que sí se pretende reorientarlo en la próxima ley de presupuesto. ¿Cuáles son los lineamientos generales para esa reorientación?

MB - En primer lugar todos sabemos lo agobiantes que son las obligaciones relacionadas con el endeudamiento externo, particularmente las referidas a los organismos multilaterales. Un primer lineamiento consiste en iniciar un proceso de negociación con los organismos multilaterales que permita aliviar la carga de vencimientos que se tiene en el próximo año y medio, de manera de hacer viable reorientar parte de ese gasto, particularmente –yo diría que es la prioridad con respecto al tema del gasto– a atender la emergencia social. Va a ser posible tener un programa razonable en el sentido social en la medida en que podamos obtener comprensión y colaboración por parte de los organismos multilaterales y también de lo que va a ser sin duda una pugna inevitable alrededor del proceso de la ley de presupuesto que seguramente se va a iniciar en los primeros meses del año.

EC - Uno imagina que en ese frente ustedes –Astori y el equipo– van a tener un enorme dolor de cabeza porque la lista de demandas que se han acumulado y las aspiraciones que deben tener los otros integrantes del gabinete, digamos en defensa de los intereses y las funciones de sus respectivas carteras, van a implicar un cuello de botella complejo a la hora de poner números y lograr que cierren en el presupuesto.

WC - Efectivamente es así, hay una acumulación de demandas muy grande, hay muchas necesidades insatisfechas en Uruguay, tanto desde el punto de vista individual como desde el punto de vista colectivo. Sin perjuicio de eso, durante toda la campaña, Tabaré Vázquez en particular y toda la fuerza política en general han sido bastante claros en cuanto a que hay que establecer prioridades, hay urgencias y cosas que pueden esperar un poco. Más allá de que los reclamos pueden ser legítimos en su totalidad, los recursos no son suficientes como para hacer en poco tiempo, en un año, en un año y medio, lo que se ha venido acumulando como déficit durante décadas.

EC - Ustedes van a tener que acostumbrarse a ser los "malos de la película"... Los malos de la película al interior del propio gobierno, incluso al interior del propio FA.

MB - El hábito hace al monje en estas cosas, así como en todos los demás ministerios es razonable que cada uno priorice sus responsabilidades porque además están establecidas constitucional y legalmente. También el Ministerio de Economía (MEF) –quien estará a cargo del mismo y el equipo que colaborarᖠtiene sus responsabilidades, de alguna manera la responsabilidad del MEF es mantener una administración prolija de los dineros públicos, lo que por lógica implica fijar prioridades, atender prioritariamente algunas cosas, posponer temporariamente otras, entender que algunas son legítimas y otras quizás estén más alejadas. Es parte de las funciones mismas del MEF.

EC - También han hablado de que el gasto puede hacerse "más eficiente". Es un viejo sueño de cualquiera que asume en estos cargos, después no sé si es tan fácil llevarlo a la práctica. ¿En qué están pensando concretamente?

WC - El ejemplo se lo dejo al subsecretario designado. En cuanto al concepto, el gasto no sólo más eficiente, sino eficaz, es el que tiene impacto, se le tiene que sacar el máximo resultado desde el punto de vista de su objetivo. Y por otro lado tiene que ser eficiente en el sentido de que use la menor cantidad de recursos posibles para producir ese impacto.

Ejemplos... Uno puede proponerse construir un liceo, algo que se puede hacer gastando 200 o gastando 1.000 dólares por metro cuadrado de construcción. ¿Qué es lo más eficaz desde el punto de vista de la función? De repente hay que gastar los 1.000, eso tiene que ver con la eficacia del gasto en relación a la función que se espera. Además hay que tener en cuenta si ese liceo se hace donde es más necesario o simplemente donde se consiguieron los recursos para hacerlo.

EC - ¿Esas consideraciones no se han hecho en este período de gobierno y en los anteriores?

WC - En algunos casos sí; hay ejemplos de todo, hay ejemplos de gastos bien hechos y de gastos mal hechos. Según la información que tengo –no es de mi área de competencia futura, es información que a uno le llega por diferentes razones– en el Programa de Integración de Asentamientos Irregulares (PIAI) aparentemente se ha trabajado sobre la base de planos y diseños genéricos para situaciones genéricas cuando en realidad las situaciones a abordar son bien específicas, concretas y localizadas. A veces tenemos mucho gasto en modelización, en planificación, cuando efectivamente existen soluciones más económicas que usan menos recursos e involucran mayor eficacia de gasto.

***

EC - Pasemos ahora a algunos temas más concretos de por dónde viene la política económica del nuevo gobierno. Por ejemplo, ¿qué grado de continuidad les darán a las políticas monetaria y cambiaria actuales?

WC - Lo hemos venido diciendo durante la campaña: a partir de la ruptura que se produjo con la crisis de 2002, a partir de junio-julio de 2002, la política monetaria, es decir el régimen monetario en el que ingresa el país, es diferente de aquel al que estuvimos acostumbrados durante varias décadas en Uruguay, cambia hacia un régimen en el cual el BCU comienza a hacer política monetaria activa y se desvincula de la intervención en el mercado de cambios. El mercado de cambios funciona libremente, con libre ingreso y egreso de operadores y el tipo de cambio se fija por operación de oferta y demanda.

EC - Flotación por un lado, y se coloca la inflación como meta.

WC - Eso es un horizonte, no es estrictamente lo que en términos técnicos se llama régimen de objetivos de inflación, todavía no estamos en condiciones de ingresar directamente a un régimen de ese tipo, faltan algunas de las condiciones básicas para cumplirlo.

EC – ¿Pero se va a mantener ese lineamiento?

WC - Vamos hacia allí, creo que vamos a mantener este tipo de régimen. Un régimen en el cual teóricamente el MEF fija la meta de inflación, un rango de inflación acorde con el programa que se va a desarrollar, y el BCU tiene que operar con sus instrumentos monetarios, con sus instrumentos crediticios, de forma tal de contribuir al cumplimiento. Para eso lo que el BCU está haciendo hoy en día es fijar límites a la creación de dinero en circulación.

EC - Hablemos con el futuro MEF: ¿qué meta de inflación se proponen?

MB - Todavía no están afinados los números, recién estamos en la etapa de transición ministerio a ministerio, por lo tanto recién estamos entrando en el mapa más detallado de cifras.

EC - La meta pautada por esta administración para el año que viene es una inflación de entre 6 y 8 por ciento para los 12 meses que terminarán en setiembre de 2005. ¿Ustedes van a mantener esos números?

MB - Sí, entendemos que no va a haber variantes sustanciales con respecto a eso, eso es parte de las pautas acordadas con los organismos internacionales en base al programa financiero del gobierno y a la previsible evolución de la economía.

EC - El dólar acumula una baja de 9,5 por ciento en lo que va del año, un dato para muchos impresionante. ¿Les preocupa esta evolución del tipo de cambio?

WC - Digamos que no en el marco del contexto en el que se está dando. Es decir, si esta rebaja del 9 por ciento se estuviera dando en un contexto diferente sería muy preocupante. Esta baja está en línea con la evolución del valor del dólar a nivel internacional y especialmente en la región. Si uno calcula esta misma cifra para Brasil andamos por arriba del 12 o 13 por ciento de caída del valor del dólar en relación al real. No podemos, no debemos escapar a una tendencia de alineamiento de monedas en el mundo y especialmente en la región –vuelvo a repetir–, que es lo que es muy relevante para Uruguay.

En ese sentido no es preocupante y no lo es porque por otro lado el resto de las variables relevantes para la competitividad, que sería por lo que podría preocupar una caída del tipo de cambio, también está alineado. Uruguay tuvo una devaluación muy fuerte después de junio de 2002, excesiva desde el punto de vista de lo necesario para recomponer los niveles de competitividad perdidos con el atraso cambiario, eso se fue acomodando a lo largo del tiempo y hoy estamos en un nivel que desde mi punto de vista en promedio –siempre puede haber sectores que estén sufriendo más o menos las consecuencias– es adecuado.

EC - Ayer el interbancario fondo cerró a 26,50 en la compra y 26,55 en la venta. ¿Ustedes tienen un valor del tipo de cambio apropiado para la competitividad de las exportaciones?

WC - No hay necesariamente un valor único, si uno pone a discutir a dos economistas sobre cuál es el valor de equilibrio del tipo de cambio...

MB - ...va a encontrar tres opiniones.

WC - ...va a encontrar tres o cuatro opiniones.

EC - Mejor no le pregunto a usted [a Bergara], porque aquí tengo dos economistas, entonces... Le pregunto a uno nomás, a Cancela.

WC - Bueno...

EC - ¿Piensan regirse por criterios como esos? ¿Van a definir un tipo de cambio razonable, útil a los efectos de la competitividad de las exportaciones?

WC - Vamos a ver. Si estamos en un régimen de política monetaria que se guía por objetivos de inflación en el horizonte, por metas de cantidad de dinero en materia de política de BCU, no podemos tener al mismo tiempo una meta de tipo de cambio. El tipo de cambio queda determinado por la operación de las políticas fiscal, monetaria y crediticia, es con eso que hay que operar. Hay que vigilar el tipo de cambio, sí, porque es un monitor de cómo está funcionando la economía. Si uno ve que el tipo de cambio está cayendo, la inflación está por allá arriba, los salarios empiezan a crecer, las tarifas se van y todo eso... hay algún problema, hay algo que se está haciendo mal, hay que corregir la política monetaria, hay que corregir la política fiscal.

Pero el tipo de cambio no es una meta como lo era cuando teníamos un régimen de banda de flotación, cuando teníamos un régimen de preanuncios o de tipo de cambio fijo.

EC - ¿No están entonces en consideración medidas de política económica para atender el desempeño del dólar?

WC - No, el desempeño del dólar es un indicador, repito: las medidas económicas son para asegurar que la cantidad de dinero ofrecida por el BCU coincida con la cantidad de dinero demandada por los agentes económicos, en materia fiscal –tendría que decirlo Bergara– que lo que el Estado gasta sea sostenible con lo que recauda y con lo que puede conseguir de financiamiento, con eso hay que moverse. En cuanto a la competitividad, que tiene que ser construida por las propias empresas mediante la inversión, mediante la mejora de procesos, mediante la capacitación, tenemos que vigilar que no sea atacada, que no sea erosionada por deficiencias en la política macroeconómica que afecten el valor del dólar en forma inesperada.

***

EC - Bergara, usted está al frente de la Ursec, un organismo que promueve la competencia en un sector clave como las comunicaciones. En el cargo que desempeñará a partir del 1 de marzo, ¿piensa instrumentar políticas para la promoción de la competencia?

MB - En primer lugar hay que respetar el marco y el mandato legales. Tanto en el caso de la Ursec como en el de algunos organismos dentro del MEF, por ejemplo la Dirección General de Comercio, existen leyes que obligan a la promoción y la defensa de la competencia en todos aquellos mercados donde no existan monopolios legalmente establecidos. Por lo tanto el cumplimiento de las normas implica que uno debe estar atento a que no existan prácticas anticompetitivas, abuso de posiciones dominantes, barreras artificiales a la competencia, porque la ley así lo indica.

EC - Concretamente: monopolios públicos.

MB - Existen monopolios legalmente establecidos y ámbitos donde participan empresas públicas que están en un marco de competencia. En este último caso se aplica la norma general y uno debe velar por el hecho de que la competencia se dé de manera leal y no existan prácticas anticompetitivas o barreras artificiales.

EC - ¿Hay algún sector que los preocupe de manera especial, a priori, tanto donde participa el Estado como eventualmente algún mercado de competencia entre privados?

MB - No, no hay un sector particularmente preocupante. Lo que está planteado es que como objetivo saludable las empresas públicas que participan en mercados abiertos a la competencia deben estar preparadas y en condiciones de afrontarla porque ineludiblemente van a seguir siendo agentes relevantes en cada uno de esos mercados. Eso es saludable tanto para la ciudadanía desde la perspectiva de los consumidores, como para el propio funcionamiento sano de esos mercados. Es decir reglas claras de competencia en los mercados donde la misma está habilitada y empresas públicas fuertes y eficientes, capaces de competir, que compitan con las armas legales previstas normativamente.

EC - Le pregunto por un ejemplo concreto: grandes superficies, que ha sido tema de controversia en estos últimos años, ¿allí piensan poner un foco especial de atención, o les parece que ese mercado ya está suficientemente ordenado?

MB - No es un tema que hayamos tratado en profundidad. De todas maneras es un aspecto que va a haber que reanalizar a efectos de determinar si corresponde alguna modificación a la normativa. Tampoco es el punto central de preocupación con respecto a temas competitivos de manera inmediata.

EC - Una pregunta más para el futuro subsecretario: ¿iremos hacia una economía con menos protecciones o hacia un mayor nivel de protección?

MB - La primera protección que nos preocupa es la social. En ese sentido no tenemos duda de que la prioridad en el próximo año y medio es atender la emergencia social. Desde ese punto de vista la acción desde el ministerio va a estar en procurar garantizar la existencia de recursos para atenderla, lo cual, como bien decía Walter hace un rato, tiene que estar complementado con adecuadas gestión y administración y con coordinación de los diversos ministerios que van a estar involucrados: Seguridad Social, Salud Pública, Educación, asuntos sociales; confiamos plenamente en que la coordinación de toda esa área va a estar correctamente guiada, en particular la actual senadora Marina Arismendi va a estar a cargo de eso. Ese sería el primer aspecto de protección. Seguramente tú me lo planteabas con respecto a...

EC - A determinados sectores de actividad, por ejemplo.

MB - Seguramente va a haber que ir a un análisis concreto en cada una de las circunstancias de cómo evolucionan los mercados internacionales, cómo evolucionan las principales variables. Evidentemente la capacidad de otorgar subsidios del Estado uruguayo es muy limitada. La protección básicamente implica utilización o sacrificio de recursos. La capacidad del Estado uruguayo es limitada en ese sentido, por lo tanto habrá que ser muy selectivo y los subsidios necesariamente deberán contar con contrapartidas.

En general va a haber una política –anteayer lo planteaba Astori con respecto al tema tributario, en la presentación de Opypa– de apuntar a un esquema de neutralidad sectorial, no se puede beneficiar genéricamente a un sector con respecto a otro, pero una vez que uno atiende a las especificidades de las distintas áreas puede determinar que es necesario algún tipo de subsidio. Lo que está claro es que esos subsidios no pueden ser como en el pasado, sin contrapartida. Debe haber reglas más claras acerca de cuánto se subsidia, quién subsidia, por cuánto tiempo y qué contrapartidas tienen esos subsidios.

***

EC - Economista Cancela, yendo específicamente al BCU, ¿son necesarios cambios en la política de regulación del sistema financiero, o los ajustes que se han venido implementando después de la crisis de 2002 son suficientes?

WC - Habría que distinguir dos niveles para poder responder la pregunta. Dada la institucionalidad actual del BCU y de todo el sistema de regulación los pasos que se han venido dando después de la crisis de 2002, particularmente a partir de la asunción del directorio actual del BCU, están encaminados en la buena dirección, por decirlo sintéticamente. Se ha buscado reforzar la red de seguridad del sistema, se ha buscado reforzar los mecanismos que aseguren la solidez patrimonial de las instituciones bancarias, se ha buscado incentivar a esas instituciones por la vía de medidas regulatorias, tener una política de créditos que tenga en cuenta los riesgos diferenciales de distintos clientes, de las distintas monedas. En ese sentido creo que se está caminando en la buena dirección.

Pero hay otro nivel que es el institucional propiamente dicho.

EC - ¿Qué quiere decir con esto?

WC - El BCU por ley orgánica tiene a su cargo, además de lo que hablamos al comienzo sobre la política monetaria, la regulación del sistema financiero, las funciones de superintendencia del sistema financiero. Cuando hablo del sistema financiero hablo de todo el conjunto, no sólo del sistema bancario. En el BCU concretamente existen creadas por ley dos superintendencias operativas en este momento, la Superintendencia de Instituciones de Intermediación Financiera y la Superintendencia de Aseguros y Reaseguros, y otra que no está operativa pero está creada por ley, que es la Superintendencia de Protección del Ahorro Bancario, creada por la ley de diciembre de 2002.

Las superintendencias funcionan en forma técnicamente autónoma dentro del BCU pero con escasa coordinación entre sí por una parte y por otra de alguna manera con una espada de Damocles sobre la cabeza del superintendente en el sentido de que sus decisiones en algunos casos pueden ser revocadas por el propio Directorio del BCU, el que a su vez a veces tiene problemas de conflicto de objetivos entre la política monetaria, la supervisión bancaria e incluso la liquidación de bancos que tendría que estar a cargo de la Superintendencia de Protección del Ahorro Bancario. Entonces hay un diseño institucional que no es el más apropiado para lidiar con situaciones cada vez más complejas.

EC - ¿Qué es lo que se proponen entonces?

WC - Allí nos proponemos continuar el camino que el BCU que ya está iniciando. He tomado contacto con el BCU en estos días y está en un camino de repensar la institución y progresar hacia una mayor integración de las superintendencias en un primer momento dentro del propio BCU, pero generando también espacios de autonomía mayor que tienen que ir acompañados de espacios de responsabilidad también mayor. O sea, si uno tiene mayor capacidad de hacer cosas, mayor autonomía para hacerlas, también tiene que tener la obligación de responder por los actos que lleva a cabo en forma más directa.

EC - Ustedes comparten esa tendencia.

WC - Compartimos esa tendencia, creemos que va en la dirección adecuada de generar los mecanismos de contrapesos y de incentivos adecuados para que la regulación se haga bien. Hay que tener en cuenta otra cosa, la regulación no está sólo para prevenir malos comportamientos, también tiene que operar como instrumento promotor de la actividad de crédito.

EC - A eso voy. Hay quienes sostienen que las regulaciones actuales son demasiado restrictivas en cuanto al crédito; ejemplo, el llamado arrastre que obliga a todos los bancos a categorizar como tres a cualquier deudor que esté en categoría cinco en otra institución financiera, lo que obliga a incrementar las pérdidas por previsiones de incobrabilidad. ¿Hay alguna flexibilización en el horizonte en ese sentido, por ejemplo en cuanto a criterios de previsiones?

WC - Sería bastante complicado aflojar controles, aflojar restricciones después de salir de una crisis, es decir entrar en cierto comportamiento indulgente.

EC - No está pensado.

MB - Hay que darles fortaleza a la red de seguridad –en este caso la norma de arrastre es parte de esa red de seguridad– al mismo tiempo que adecuarla a las situaciones concretas de la economía uruguaya. En principio la norma es buena, hay que ver si está en las mejores condiciones de aplicación.

EC - Otro punto. Desde la crisis financiera varios actores del sistema han reclamado la implementación de un seguro de depósitos. ¿Van a instrumentarlo efectivamente?

WC - Está mandado por la ley, hay un mandato legal que hay que cumplir.

EC - Hasta ahora ha venido postergándose.

MB - Sí, tiene algunos problemas técnicos y hay problemas de los otros, es decir que quienes tienen que pagar el seguro no están demasiado de acuerdo.

EC - ¿Quiénes?

WC - Básicamente los bancos, que son los que van a pagar el seguro. Los bancos extranjeros tienen argumentos atendibles, razonables, pero es parte de la discusión, de la negociación. Hay un mandato legal, hay que crear un seguro de depósitos y colocarlo bajo la administración de la Superintendencia de Protección del Ahorro Bancario –que también hay que organizar porque no está organizada–. En ese sentido es materia de trabajo, el BCU está estudiando las formas del seguro, hay otros problemas técnicos, de tipo jurídico; ¿el seguro tiene prelación en caso de liquidación de un banco frente a los ahorristas no protegidos? ¿En qué lugar de la prelación se coloca? Son ejemplos de los problemas técnicos que se plantean.

EC - Parece claro que por lo menos al principio de la gestión el seguro de depósitos no va a estar en funcionamiento.

MB - Si el BCU llega a poder organizarlo en estos meses estará, de lo contrario tendremos que seguir trabajando para organizarlo de forma que funcione.

EC - ¿Se promoverán medidas que busquen la reducción de la dolarización, tanto de los depósitos como de los créditos?

WC - Sí, ya hay medidas en marcha en ese sentido, como la creación de la Unidad Indexada (UI) por una parte, encajes diferenciales que tienen que ver con el riesgo diferencial asociado a las diferentes monedas. Hay una serie de medidas en el campo regulatorio y en el campo de los instrumentos que van en esa dirección. Hace un par de días se colocó un par de bonos, notas de tesorería denominadas en UI a diez años, con lo cual se está expandiendo el horizonte...

EC - Claro, eso es lo que está operativo hoy; mi pregunta es si ustedes van a introducir cambios, si van a agregar otras medidas, si van a poner más énfasis.

WC - Vamos a poner un énfasis especial en las medidas regulatorias y reglamentarias de la desdolarización, pero ella va a venir como consecuencia de la afirmación de la estabilidad macroeconómica del país, con la recuperación de la confianza en la moneda nacional, no se puede imponer por decreto. Se puede ayudar a generar las condiciones de aceleración de esa recuperación de confianza con medidas regulatorias.

EC - En síntesis, en cuanto al BCU por lo menos, no se prevé un giro, un corte, un quiebre a partir del 1 de marzo del año que viene.

WC - No, no, el giro y el quiebre se produjeron después de la crisis.

EC - Pero podría haber por parte del EP insatisfacción con el rumbo que se está siguiendo y la convicción de que es necesario implementar novedades.

WC - No, como le decía a un amigo el otro día: ni siquiera en las simpatías futbolísticas va a haber cambios en la presidencia del BCU.

EC - ¿Cómo es la cosa? ¿Así que Cancela es de River también?

WC - Cancela también es socio de River desde hace muchos años.

EC - Ese dato me faltaba. De Brun es fanático de River.

WC - Y Fernando Lorenzo también.

***

EC - Astori de Nacional, Lorenzo de River, Cancela de River... ¿Bergara de qué es?

MB - ¡Manya, manya!

EC - Perdido.

MB - ¡Por supuesto!

EC - ¿Vamos a tener entonces motivos de división en el equipo económico?

Gracias por acompañarnos esta mañana. Suerte en la gestión que van a emprender a partir del 1 de marzo.

MB - La vamos a necesitar.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe
Fotos: Caterina Notargiovanni