Impacto de las modificaciones en IRPF a partir del 2017
La última Ley de Rendición de Cuentas (N° 19.438) introdujo una serie de cambios en la liquidación del IRPF que empezaron a regir este año.
Análisis del Dr. Guillermo Sena del departamento tributario del Estudio Posadas, Posadas & Vecino.
¿Cómo se liquidaba el IRPF previo a la entrada en vigencia de la Ley de Rendición de Cuentas?
El IRPF es un impuesto que grava, entre otras, las rentas obtenidas por el trabajo dependiente y no dependiente de las personas físicas con residencia fiscal en nuestro país.
Básicamente, la liquidación de este impuesto se realiza de la siguiente forma:
Por un lado se establece una serie de franjas de ingresos, representadas en BPC (Base de Prestaciones y Contribuciones), y a cada una de esas franjas le aplica una determinada tasa que va aumentando a medida en que aumentan los ingresos. Lo que busca este sistema de liquidación es que los ingresos se graven en forma progresiva.
Por otro lado, a las deducciones se les aplicaba las franjas para determinar cuál el porcentaje a descontar del IPRF.
Las deducciones admitidas son muy pocas, básicamente son los aportes personales al BPS, atención médica de hijos a cargo, aportes a la caja de profesionales, y el fondo de solidaridad, entre otros.
¿Cuáles son entonces los cambios que introduce la Ley de Rendición de Cuentas?
Se modificó el monto de las franjas superiores a 15 BPC (hoy $ 54.165,00) así como las tasas aplicables, debido a que se creó una nueva franja de ingresos.
También se modificó el régimen de las deducciones. A partir del 01 de enero, con los cambios introducidos, las deducciones se consideran a una tasa fija del 10% si los ingresos nominales (excluido aguinaldo y salario vacacional) son iguales o menores a $ 54.165,00. Si son mayores a este monto la tasa fija aplicable a sus deducciones será del 8%. Este sistema de tasa fija implica una limitación en la deducción de gastos y por ende un aumento en la base imponible del impuesto.
¿Es posible cuantificar el impacto de estos cambios con ejemplos?
Aunque es necesario analizar caso a caso, podemos manejar algunos ejemplos.
Supongamos que una persona, que mantiene el mismo sueldo nominal que tenía en el 2016, gana $ 65.000 nominales, tiene dos hijos y aporta a la caja de profesionales por la categoría 2.
En el 2016 debió anticipar de IRPF $ 3.834,00, mientras que en el 2017 debería anticipar $ 5.134,00. Hay un incremento de $ 1.300, pese a que se incrementó el monto de sus deducciones.
Supongamos ahora que una persona gana el doble que la anterior, es decir, gana $ 130.000 nominales, tiene dos hijos y aporta a la caja de profesionales por la categoría 2.
En el 2016 debió anticipar de IRPF $ 14.893,00, mientras que en el 2017 debería anticipar $ 20.866,00. Hay un incremento de $ 5.973,00, pese a que se incrementó el monto de sus deducciones.
Y por último, supongamos que una persona gana el doble que la anterior, es decir, gana $ 260.000 nominales, tiene dos hijos y aporta a la caja de profesionales por la categoría 2.
En el 2016 debió anticipar de IRPF $ 43.743,00, mientras que en el 2017 debería anticipar $ 56.754,00. Hay un incremento de $ 13.011,00, pese a que se incrementó el monto de sus deducciones.
En el primer caso, el incremento del IRPF fue de un 34%, en el segundo de un 40%, mientras que en el tercero el aumento fue del 30%. Es así que como comenté al principio, el impacto debe analizarse caso a caso, dependiendo de la remuneración del trabajador y de las deducciones admitidas.
¿Y qué ingresos no se verán afectados con estos cambios?
Los ingresos nominales, iguales o menores a $ 36.110, no se verán afectados por estas modificaciones.
Los ingresos superiores a ese monto serán alcanzados por estas modificaciones. Cuanto más alto el ingreso, mayor será el impacto en el pago IRPF.