"Rusia no es hoy el mercado que supo ser, pero los socios comerciales deben valorarse no solo por la coyuntura y los precios del momento, sino por la disposición permanente de hacer negocios", dijo a Efe el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Tabaré Aguerre.

Instantes antes, durante la ceremonia de inauguración de la feria moscovita -la más importante del sector agroalimentario de toda Europa del Este- Aguerre recordó que "Uruguayes el país más pequeño de América Latina, que con solo tres millones de personas y 12 millones de vacas".

"El comercio entre nuestros países se ha reducido mucho en los últimos años, pero los buenos amigos están para las buenas y para las malas. Por esa razón llevamos desde el año 2006 en esta exposición", agregó el ministro.

Un país como Uruguay, con una economía basada principalmente en las exportaciones de alimentos, subrayó, "tiene el desafío de vender una gran proporción de lo que produce. Por eso la política de Uruguay es proyectarse al mundo cono un proveedor de confianza de alimentos de calidad".

El representante de la industria cárnica en el Instituto Nacional de Carne de Uruguay, Guillermo Piguirina, explicó a Efe las razones, internas y externas, por las que Uruguay ha perdido posiciones en Rusia.

La depreciación del rublo, la crisis económica que atraviesa este país, pero también la subida de los precios de la carne en Uruguay han hecho que los productores uruguayos prefieran vender a otros países como China y Estados Unidos, y los distribuidores rusos se interesen más por otros orígenes que ofrecen carnes más baratas.

"Estamos accediendo a mercados dispuestos a pagar más por nuestras carnes, como son China o Estados Unidos. Además, la competencia de Brasil y Paraguay, que ofrecen precios más bajos, nos hace muy difícil trabajar aquí. Pero de todas formas, creemos que este es un mercado con mucha proyección", dijo Piguirina.

Rusia, explicó, "tiene dos vertientes en su demanda de carne uruguaya: por un lado la que se destina a ser procesada para hacer embutidos. Y por otro, la carne de alta calidad, sobre todo para los restaurantes. En ese segmento hay una competencia muy fuerte".

Aunque la carne es la estrella entre los productos que exporta el país, también ha introducido en el mercado ruso lácteos, vino y cítricos, éstos últimos en crecimiento en este país.

"Para nosotros la gastronomía es muy importante y proyectamos al mundo la excelente calidad de nuestros productos", concluyó Aguerre.

Con la presencia de 2.178 empresas de 57 países de todo el mundo, Proexpo es la feria de alimentación y bebidas más importante de Europa del Este.

Este año, el evento organizado en el Centro de Exposiciones de Moscú (Expocentro) cuenta con un 11 % más de empresas participantes, quizás porque la competencia es más feroz que nunca en medio de la crisis económica, caracterizada por una drástica caída del poder adquisitivo de los rusos.