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Brasil: expectativas de recuperación más moderadas

Brasil: expectativas de recuperación más moderadas
EFE

En la segunda mitad del año pasado las cifras de la actividad económica de Brasil fueron más negativas de lo que se esperaba, y esto generó un deterioro de las proyecciones de crecimiento para este año. Análisis de la consultora, PWC.

Escuche la columna:

Concretamente, ¿qué se espera en cuanto a la economía brasilera para este año y qué impactos podríamos tener en nuestro país?

Comencemos con un repaso de las principales cifras de actividad económica. La última información disponible es el tercer trimestre de 2016, y en ese período el PIB de Brasil se redujo 0,8% en relación al trimestre anterior.

Esto confirmó un peor desempeño de la actividad económica, tanto en comparación con la primera mitad del año, cuando la baja fue de 0,5%, como con respecto a algunas perspectivas de recuperación que se habían generado meses atrás.

Sigue complicado el panorama para la economía vecina.

Sí. Incluso cuando miramos a nivel de sectores, la caída de la actividad fue generalizada. Si bien algunos sectores están más afectados que otros, todos registraron caídas, destacándose por ejemplo el comercio, en un contexto en que el consumo de los brasileros se ha visto muy afectado.

Por mencionar alguna cifra, tanto el comercio, como el sector agropecuario y el "transporte y comunicaciones";, cayeron a tasas del orden del 7% interanual en el período enero-setiembre del año pasado.

Y todo esto, deterioró las expectativas para este año.

Así es. Las proyecciones de crecimiento que releva el Banco Central de Brasil entre analistas locales habían repuntado desde mitad del año pasado, pero en octubre revirtieron la tendencia y volvieron a empeorar, pronosticando una mayor caída de la actividad para 2016 y un menor crecimiento para 2017.
Según los últimos relevamientos de este mes, en promedio los analistas consultados esperan un aumento de la actividad de 0,5% para este año, cuando en setiembre/octubre de 2016 llegaron a pronosticar una suba de 1,3%, es decir que las previsiones de crecimiento se recortaron a menos de la mitad.

Más allá de todo entonces, se espera que Brasil comience a recuperarse este año.

Esas son las expectativas al día de hoy, de un crecimiento marginal y de un proceso de recuperación lento. Tengamos en cuenta que Brasil está atravesando una de las mayores recesiones económicas en su historia.

Mirando por dónde podría venir la recuperación de la actividad, un factor que podría favorecer es el recorte de tasas que viene aplicando el Banco Central desde octubre; la tasa Selic pasó desde 14,25% a 12,25%. Este ajuste, sumado a que la inflación se viene moderando en Brasil, podría permitir cierto repunte del consumo.

Por el lado del gasto público no puede esperarse un factor dinamizador de la economía, considerando la reforma fiscal que se aprobó a fines de 2016 que limita el crecimiento del gasto a 0,0% en términos reales durante veinte años.

Mientras tanto, las exportaciones podrían seguir incidiendo de forma positiva considerando el mayor crecimiento de la economía mundial y la relativa mejora que se ha observado en algunos precios de exportación, aunque la baja que ha registrado el tipo de cambio perjudica la competitividad.

Para cerrar ¿cómo impacta todo esto a nuestra economía?

Si nos basamos en el vínculo comercial que tenemos con Brasil -tengamos en cuenta que es el segundo principal destino de nuestras exportaciones de bienes, después de China- el escenario es más favorable.
El total de exportaciones hacia Brasil vienen creciendo desde mediados del año pasado. Si consideramos el período mayo-diciembre y comparamos con iguales meses de 2015, el aumento es de 26% en valor.
En definitiva, las cifras generales de actividad económica de Brasil dan señales de que la recuperación sería algo más lenta que lo esperado hace unos meses, pero esto no se ha reflejado en los datos de comercio bilateral, con exportaciones que siguen creciendo hacia ese destino y a tasas importantes.