Las compras de dólares son "para cubrir necesidades del sector público no financiero", aprovechando el bajo precio de la divisa.

De Brun negó intervención del Central en el tipo de cambio

El presidente del Banco Central, Julio de Brun, afirmó que el déficit en moneda extranjera de esa institución está "prácticamente eliminado". La adquisición de 32.000.000 de dólares en lo que va de enero se hizo, dijo, "para cubrir necesidades del sector público no financiero". De Brun no prevé un cambio en el precio de la moneda estadounidense después del 1º de marzo.

(Emitido a las 7.35)

ALFREDO DANTE:
La pregunta suena por todos lados: ¿qué está pasando con el dólar? Más importante aun: ¿qué va a pasar con el dólar? Respuestas por ahora: pocas. Andrés Gil, lo comentábamos hace un ratito cuando analizamos el mercado de cambios.

ANDRÉS GIL:
Sí, y además lo señalábamos el viernes pasado: el Banco Central (BCU) compró 15.100.000 dólares en el mercado de cambios, un volumen muy alto y poco frecuente. Pero además esas compras se suman a los más de 12.000.000 comprados por el Central en las cuatro sesiones previas, que llevan la suma a 32.000.000 de dólares en lo que va de enero.

Y estas compras no se dan en cualquier momento, aparecieron después de que el dólar se había desbarrancado en la primera semana del año acumulando en cuatro sesiones una caída cercana al 5 por ciento, cuando en todo 2004 había bajado 10 por ciento.

AD - Para entender lo que ha estado pasando estos días en el mercado de cambios y tratar de conocer qué se puede esperar del dólar para las próximas semanas vamos a dialogar con el presidente del BCU, economista Julio De Brum.

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Economista De Brun, la información oficial que ha circulado en estos días es que estas compras que señalábamos recién responden a negocios puntuales para cubrir operaciones forward en el sector público no financiero. Ésa ha sido la comunicación formal del BCU. ¿Concretamente de qué tipo de operaciones estamos hablando?

JULIO DE BRUM:
Lo que hicimos fue, aprovechando una coyuntura de abundancia de dólares en la plaza por la temporada turística, que fue básicamente el factor que generó la caída de los primeros días de enero, eran básicamente operaciones vinculadas a cambio, a instituciones financieras en general, sobre todo a partir de operaciones provenientes del Este del país, mucho menos en el litoral y prácticamente nulas en Montevideo, claramente un fenómeno asociado a venta de dólares en las zonas de mayor actividad turística...

AD - ¿Nulas en Montevideo, dijo?

J de B - Sí, las transacciones en Montevideo en este momento a nivel de cambio, a un nivel que uno llamaría minorista, son muy bajas. El negocio de cambio se ha desplazado fundamentalmente hacia el Este del país, con mucha venta de dólares en esa zona y por lo tanto mucho trasiego de billetes hacia esas zonas del país.

Entonces, aprovechando esa circunstancia de una entrada de moneda extranjera fuerte y de alguna manera para anticipar necesidades de divisas que va a tener el sector público no financiero en los próximos meses del año, básicamente en este caso el gobierno central, pactamos con el Ministerio de Economía (MEF) una serie de operaciones de venta de dólares a futuro por parte del BCU al ministerio, dado que en los primeros días del mes normalmente la disponibilidad de caja del gobierno para poder comprar dólares está muy reducida por el pago de sueldos, pasividades y demás. De esta forma, el BCU está comprando dólares en el mercado contado hoy, en estos últimos días, que automáticamente venderá los últimos días de enero, primeros días de febrero, cuando ya por la recaudación del mes de enero la disponibilidad de pesos del gobierno mejora y entonces estará en condiciones de comprar los dólares que necesite.

Más que nada fue eso, aprovechar la circunstancia de que el dólar había bajado por esta presión de oferta para cubrir necesidades futuras.

AG - Ustedes insisten en que no se trata de una intervención en el circuito de cambios para apuntalar el precio del dólar, como venía sucediendo en el primer semestre de 2004.

J de B - No, tampoco en el primer semestre de 2004 se hicieron compras para apuntalar el dólar. Las compras que hemos hecho han sido siempre para cubrir necesidades del sector público. Las compras del primer semestre de 2004, por ejemplo, que anduvieron alrededor de los 100 millones de dólares, fueron para cubrir el déficit en moneda extranjera del BCU. El BCU necesita dólares para cubrir intereses en moneda extranjera por préstamos y demás; para no perder posición en moneda extranjera tiene que comprar esos dólares en el mercado y eso fue lo que hizo en el primer semestre de 2004, durante el cual cubrió básicamente sus necesidades para todo el año.

Afortunadamente, dadas distintas mejoras que ha estado pudiendo hacer el BCU en materia de estructura de financiamiento, hoy por hoy su déficit en moneda extranjera está prácticamente eliminado, por ese motivo en 2005 no tendrá que comprar dólares. El que sí sigue necesitando comprar dólares es el sector público no financiero, fundamentalmente el gobierno central, por su endeudamiento en esa moneda.

Como nuestra meta operativa básicamente es en términos de cantidad de dinero, o controlamos la cantidad de dinero o el tipo de cambio, las dos cosas no se puede.

AG - Claro, pero esas operaciones de forward ¿estaban previstas para este mes de enero? Porque usted coincidirá con nosotros en que es sugestivo que aparezca la necesidad de concretar estos negocios justamente la semana siguiente a que el dólar se derrumba un 5 por ciento.

J de B - Justamente, como está bajo el nivel de tipo de cambio el gobierno aprovecha para comprar. Como no podía comprar por su propia disponibilidad porque, como le decía, los primeros días del mes normalmente esa disponibilidad cae mucho por el pago de salarios y pasividades, se aseguró un precio bajo a través de una operación a futuro concretada con el BCU, y el BCU cubre esa operación interviniendo en el mercado de cambio saliendo a comprar para luego venderle al gobierno.

AG - Hablamos de un poco más de 32.000.000 de dólares en lo que va de enero. ¿Cuáles son las perspectivas? ¿Este tipo de necesidades se mantiene para las próximas semanas?

J de B - Estamos en contacto con el MEF; de acuerdo a las estimaciones de evolución de caja del ministerio vamos viendo qué monto podemos ir comprando cada día y acumulando. Lo vamos resolviendo día a día con el MEF.

AG - Obviamente va a estar en función de cuál sea la cotización del dólar en el mercado, porque se resuelve comprar a partir de que está a un precio bajo.

J de B - Está en función del precio y de la capacidad de caja que pueda estar generando el MEF en los próximos meses.

AG - ¿De alguna forma esto no se puede considerar una intervención en el mercado, el hecho de estar marcando el precio del dólar?

J de B - No; ya le digo, no se hace con el propósito de marcar un precio sino de cubrir necesidades de moneda extranjera del gobierno.

AD - ¿Existe algún tipo de compromiso ante el Fondo Monetario en cuanto a garantizar una libre flotación del dólar, o el Central podría intervenir lisa y llanamente en el circuito para evitar niveles inconvenientes en el tipo de cambio?

J de B - No, la libre flotación es una decisión del gobierno adoptada en el año 2002, cuando se pasó de tener un régimen por el cual el control de la inflación se hacía básicamente a través del tipo de cambio –que era lo que se hacía hasta que se abandonó la banda cambiaria en junio de 2002–, a un régimen por el cual el control de la inflación se logra a través de la regulación de la cantidad de dinero. Eso hace que el tipo de cambio automáticamente quede libre y sea determinado por el mercado. Como decía hace un momento: o fijamos la cantidad de dinero en circulación o fijamos el tipo de cambio; las dos cosas no se puede hacer.

AG - A propósito, la política que está aplicando el BCU, como decía usted, es la de objetivos de inflación, y el resto de las variables, entre ellas el precio del dólar, son residuales, es decir una consecuencia de esa de inflación y no objetivos en sí mismos.

J de B - Son determinados por el mercado a partir de lo que uno establece como sus instrumentos, que son por ejemplo la cantidad de dinero y demás.

AG - Seguro, y en función del programa financiero que maneja el BCU para este año, ¿qué nivel de tipo de cambio tienen previsto sus servicios técnicos para fin de año?

J de B - Los supuestos sobre el tipo de cambio que se hacen en el programa son básicamente mediciones operativas, trabajamos con distintos escenarios sobre la base de distintos tipos de cambio. No hay un objetivo específico sobre el tipo de cambio, dado que nuestro objetivo en realidad está sobre la cantidad de dinero. Por eso es que no hacemos anuncios sobre el tipo de cambio y los supuestos sobre el tipo de cambio que hacemos internamente son a fin de poder determinar los flujos de fondo, pero no los anunciamos porque no queremos dar indicación sobre el valor del dólar. Lo que nos interesa es que el público básicamente concentre su atención en el objetivo de inflación, que es lo que en definitiva procuramos lograr.

Las variaciones en el tipo de cambio están en función de lo que cada uno pueda suponer sobre la evolución del tipo de cambio en el futuro. Justamente para tratar de reducir el riesgo cambiario que normalmente se suscita junto con la aparición de un régimen de flotación, o sea que el tipo de cambio puede subir o bajar en función de las condiciones del mercado, es que hemos ido desarrollando la posibilidad de que los agentes económicos cubran su exposición cambiaria, ya sea comprada o vendida, a través de operaciones forward.

AG - Justamente sobre el tema de las fluctuaciones que usted señalaba, se ha hablado mucho del efecto turismo en estos días, usted lo mencionó al pasar hace unos minutos; ¿qué evaluación hacen ustedes de este fenómeno? ¿En alguna medida superó las expectativas y por eso tuvimos esta baja tan fuerte del dólar durante la primera semana del año?

J de B - Que la temporada turística es bastante mejor que las anteriores y ha colmado en general las expectativas de los operadores es algo que diariamente se ve en la prensa, así que posiblemente lo que llame la atención es que haya habido una mucho mayor conversión hacia moneda nacional de los ingresos por turismo que lo que es habitual en esta época del año. Normalmente muchos operadores vinculados al sector turístico reciben dólares en esta época del año pero no los cambian inmediatamente por moneda nacional, los van utilizando a lo largo del año, si se quiere utilizando la moneda extranjera como instrumento de ahorro.

Evidentemente algún cambio en el comportamiento de los agentes económicos en materia de utilización de moneda extranjera se está dando, tendiendo más a la moneda nacional, lo que puede haber generado una transformación más intensa de estos dólares a moneda nacional.

Por otro lado antes parte de los dólares que venían por la actividad turística volvía por ejemplo a Argentina rápidamente porque los cambios aprovechaban algún diferencial de tipo de cambio entre Uruguay y Argentina, entonces más que vender los dólares en Uruguay los volvían a vender en Argentina. Desde que Argentina empezó a aplicar mayores restricciones a los movimientos de capitales eso se ha hecho más difícil, lo que hace que esa venta de dólares se tenga que canalizar mucho más hacia Uruguay generando de alguna manera una disponibilidad de dólares mayor que lo que era habitual en esta época del año en nuestro país. En definitiva la estamos aprovechando aumentando las compras del sector público en esta época.

AG - Claro, pero eso a costa de una mayor volatilidad del tipo de cambio. Se lo menciono porque este tipo de oscilaciones tan bruscas –las de las dos primeras semanas del año– seguramente no le sirven a nadie, ni a exportadores, ni a importadores, ni siquiera a los turistas, a ningún agente que dependa del tipo de cambio para la toma de decisiones. ¿Está previsto algún tipo de movimiento especial para alisar la evolución del tipo de cambio?

J de B - Si usted está en un régimen de flotación el riesgo cambiario está en la propia naturaleza del sistema. Lo que tiene que hacer en todo caso son contratos de cobertura. Es riesgoso, suma riesgo quien tiene una posición abierta en moneda extranjera, ya sea porque tiene activos o porque tiene deudas en moneda extranjera. Parte de la filosofía detrás del régimen de flotación es fomentar la desdolarización de la economía, que pasa precisamente por que los agentes económicos vayan cerrando su exposición al riesgo en moneda extranjera.

En definitiva usted siempre tiene la posibilidad de cubrir su posición en moneda extranjera a través de una operación forward, que es lo que está haciendo en este momento el BCU con el gobierno. El gobierno es deudor en moneda extranjera, tiene por lo tanto el riesgo de que en los próximos meses, cuando vaya a comprar dólares para pagar intereses o amortizar el capital de obligaciones en moneda extranjera, eventualmente el tipo de cambio pueda subir, entonces para cubrirse de ese riesgo hace contrato a futuro para tener su posición en moneda extranjera cubierta.

Un exportador puede hacer exactamente lo mismo. Por ejemplo en setiembre del año pasado se ofrecían contratos forward en dólares a enero, febrero, en el nivel de los 30-31 pesos por dólar. Si ese exportador en el momento de concretar su operación comercial además hubiera cubierto el riesgo cambiario a través de una venta de dólares forward, se hubiera asegurado un tipo de cambio más alto que el de ahora.

AG - A propósito de eso, ¿está internalizada en los agentes privados del mercado la utilización de ese tipo de instrumento de cobertura que está disponible? Se lo pregunto en cuanto al volumen de utilización de la herramienta.

J de B - Se está empezando a desarrollar, en Uruguay es todavía algo nuevo. Creo que todavía sigue habiendo la percepción en el mercado de que el gobierno, como ocurre habitualmente, algo va a hacer por nosotros, entonces esperamos que el gobierno resuelva nuestros problemas sin buscar la forma de resolverlos nosotros mismos.

Lo cierto es que en el mundo el desarrollo intenso de los mecanismos de cobertura de moneda extranjera se ha ido dando después de que se fuera dando el ambiente de flotación cambiaria. O sea que cabe esperar que lo mismo ocurra en Uruguay, con los tiempos que a veces lleva desarrollar estas cosas en nuestro país. En Argentina, por ejemplo, después de que se abandonó la convertibilidad, al año, año y medio, el negocio de operaciones de cobertura cambiaria se desarrolló mucho y empezó a incrementar volumen. En Uruguay va un poquito más lento pero se empieza a observar con mayor frecuencia.

AD - Usted dice que éste es un camino que seguramente se puede empezar a recorrer de cara a la desdolarización de la economía, ¿pero no temen que la gente se empiece a volcar, por ejemplo al euro, moneda que está tomando fuerza y que los uruguayos están adquiriendo cada vez más?

J de B - Puede ser, pero eso no resuelve el problema. Hablar de desdolarización es en realidad una forma breve de hablar genéricamente "desmonedaextranjerización", por llamarlo de alguna forma. No es el hecho de estar en dólares o en euros, es estar en moneda extranjera o en moneda nacional. Si usted tiene ingresos en moneda nacional, por ejemplo porque su actividad está básicamente vinculada al mercado interno, tener deudas ya sea en dólares o en euros le genera un problema de descalce de moneda que potencialmente en el caso de alguna fluctuación cambiaria fuerte como la que ocurrió en junio de 2002, le puede generar un problema financiero muy serio.

Lo mismo si tiene activos en moneda extranjera, si usted tiene obligaciones en moneda nacional porque tiene una actividad productiva en el país, entonces tiene que pagar impuestos en moneda nacional, salarios en moneda nacional, etcétera, y tiene ingresos en moneda extranjera, por ejemplo en dólares, pero muchos exportadores tienen ingresos en euros porque las exportaciones hacia el mercado europeo también han crecido mucho.

Cualquiera sea la moneda usted tiene un riesgo de descalce dado que tiene determinadas obligaciones en moneda nacional y todos sus ingresos están en moneda extranjera. En definitiva lo que tiene que cubrir es su riesgo en el movimiento entre cualquier moneda extranjera y la moneda local.

Y desde el punto de vista de un ahorrista, en definitiva usted ahorra para consumir en el futuro. La capacidad de consumo en el futuro está dada por el poder adquisitivo en pesos que tengan sus ahorros. Usted puede apostar por el dólar, por el euro, por el oro, por cualquier tipo de activo financiero que espera que tenga un retorno en el futuro, pero en definitiva si ahorra para tener capacidad de consumo dentro de dos, tres, cuatro, cinco, diez años, la mejor forma de cubrir el riesgo no es invertir en monedas extranjeras sino cubrirse de la inflación doméstica, por ejemplo a través de instrumentos en unidades indexadas (UI). Lo que se ha agregado al menú de opciones del ahorrista en estos últimos años son algunos activos que le permiten protegerse de la inflación, como por ejemplo instrumentos en UI. A medida que se vaya ganando confianza en que la reducción de la inflación en Uruguay llegó para quedarse la propia moneda nacional va a ir convirtiéndose en un activo atractivo como instrumento de ahorro.

AG - Sé que no quiere manejar cifras, pero ésta ha circulado: ¿es correcto lo que se ha dicho sobre que para los servicios técnicos del banco el tipo de cambio de equilibrio, dadas las circunstancias actuales, estaría en el entorno de los 25 pesos?

J de B - Lo que tenemos en el BCU son distintos modelos que bajo distintos escenarios dan lugar a distintos tipos de cambio de equilibrio. He visto ese valor bajo determinados supuestos, básicamente el de que el dólar continúe debilitándose en el mundo. En particular empieza a debilitarse en la región, en Brasil ya lo está haciendo, en Argentina se puede debilitar más respecto del peso argentino como consecuencia del posible éxito en el canje de deuda, lo que se espera por parte de muchos analistas y quizás pueda generar una menor salida de capitales que contribuya al fortalecimiento del peso. Si todos los socios comerciales de Uruguay están en un proceso de fortalecimiento de sus monedas es natural que eso repercuta en nuestro país.

Eso sobre la base de un cierto escenario. Si, como también cabe esperar, Estados Unidos lleva adelante alguna política monetaria más contractiva de alza de tasas de interés y de algún modo logra frenar el proceso de depreciación del dólar frente a otras monedas, eso va a implicar que el dólar va a estar un poco más fuerte en el mundo y por lo tanto el tipo de cambio no tendrá por qué estar en 25, podrá estar un poco más alto.

El hecho es que en definitiva no tenemos un objetivo sobre el tipo de cambio, según cómo vamos viendo la situación internacional vamos monitoreando la coherencia de las variables financieras y respondemos ante los distintos shocks acomodando nuestra política monetaria, como lo hemos estado haciendo en los últimos años.

AD - Para usted en lo personal ¿es un escenario posible que después del 1 de marzo haya alguna modificación especial en el precio del dólar?

J de B - ¿Por el cambio de gobierno?

AD - Sí.

J de B - No, no me parece.

AD - No le parece.

J de B - No, no hay muestras de ello en el mercado.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe