Deagosto dividió su columna en dos partes para analizar las últimas novedades en materia económica. Por un lado, se refirió al contexto y a las perspectivas de la economía brasilera. Por otro lado, analizó el último dato del mercado laboral uruguayo.

Respecto a lo primero, Deagosto señaló que Brasil cerró otro año más con una importante contracción de su actividad, que confirma que la crisis actual que atraviesa Brasil es de las más severas de su historia.

Sin embargo, las perspectivas sugieren que la economía dejaría de caer este año y que Brasil podría revertir parcialmente los fuertes desequilibrios macroeconómicos que exhibe actualmente. Más allá de lo anterior, la incertidumbre y los riesgos continúan siendo muy elevados, principalmente en la órbita política.

En relación al segundo punto, Deagosto destacó que el dato del mercado laboral uruguayo para el mes de enero no fue bueno, y confirma que parte de la mejora que sugerían las cifras sobre el cierre del 2016 respondía a factores de carácter estacional como las fiestas o la temporada turística.

En efecto, el desempleo aumentó y las tasas de actividad y empleo cayeron, tanto si lo comparamos contra el mes anterior como si lo contrastamos con los datos de enero 2016. Por zona geográfica el deterioro afectó más al interior que a Montevideo, mientras que si lo miramos por género, los más afectados durante enero fueron los hombres (a pesar de que como es habitual, enfrentan un menor nivel de desempleo y un mayor nivel de participación y empleo respecto a las mujeres.)