En ese sentido fueron invitados por sus pares de Argentina para hacerse de información sobre el funcionamiento en el vecino país.

En abril, las cámaras entablarán contactos con empresas que sustituyen las tarjetas de débito a costo cero para consumidores y comercios.

Aseguran que la normativa del gobierno vulnera la libertad de elegir el método de pago, que beneficia a los grandes bancos y que afecta a los pequeños comercios del país.

Se reunieron con la Cámara Argentina de la Mediana Empresa y de la Cámara Argentina de Comercio, donde denunciaron que en Uruguay  se cobran porcentajes abusivos por parte de los bancos a comercios y empresas por el uso de tarjetas de débito y crédito, valores que ascienden al triple del promedio mundial.

En el vecino país, la Cámara Argentina de la Mediana Empresa y la Cámara Argentina de Comercio lograron firmar un acuerdo con los representantes de las tarjetas de crédito para poner en marcha un plan gradual de rebajas en las comisiones que pagan los comercios a las entidades bancarias por el uso de tarjetas de crédito y débito. 

El presidente de la cámara empresarial de Maldonado, José Pereyra, dijo que el proyecto en Uruguay fue rápido, donde se reglamenta la actividad del comercio en general pero no de los bancos, mientras que en Argentina el proceso fue más lento.

Martín Rodríguez -Centro Comercial e Industrial de Rocha explicó que en Argentina hace más de 20 años que viene regulando y ajustando los porcentajes y aranceles de las tarjetas, y que en nuestro país esto parece intocable. 

Sostuvo que hay muchas organizaciones a nivel internacional que están trabajando sobre la bancarización de los países, porque esto trae una serie de consecuencias no deseadas y gran número de dificultades a tener en cuenta.

Miguel Brun, del Centro Comercial e Industrial de Treinta y Tres, dijo que Argentina pudo solucionar la problemática de una forma distinta.

Al término del encuentro, la delegación uruguaya afirma que la bancarización que se impulsa en nuestro país se trata de un mandato que están recibiendo los países y no de políticas nacionales.

Agregan que el gobierno uruguayo no tiene una perspectiva global ni observa los errores que cometen otros países en esta materia.