Brasil: nuevo recorte de tasas en busca de estimular crecimiento económico
El Banco Central de Brasil, volvió a recortar la tasa de política monetaria continuando con el proceso de ajuste que empezó en octubre del año pasado, ¿qué implica esta medida y qué impactos se espera que tenga?
Escuche la columna:
La semana pasada se reunió el Comité de Política Monetaria de Brasil y, en línea con lo que esperaba el mercado, volvió a recortar la tasa de interés de referencia, la tasa Selic.
Esta vez el ajuste fue de un punto y la tasa pasó a quedar en 11,25%, que es el nivel más bajo desde noviembre de 2014.
Así que la autoridad monetaria de Brasil continuó con este proceso de ajuste de tasas que ya viene desde hace algunos meses.
Sí. Recordemos que durante más de un año, entre julio de 2015 y setiembre de 2016, la tasa Selic se mantuvo sin cambios en un máximo de 14,25%.
Esto se daba en un escenario en que las autoridades brasileras priorizaban el control de la inflación, que tuvo un incremento muy importante a lo largo de todo 2015, pasó de tasas en el orden de 6,5% a casi 11% en un año. Ahora el escenario es otro, y el Banco Central de Brasil empezó a recortar la tasa de interés en octubre del año pasado. Ya son 5 los recortes consecutivos que se realizaron, pasando la tasa desde 14,25% a 11,25%, 3 puntos en total.
El escenario es otro, ¿qué cambió? ¿la inflación está más controlada?
Claro. Luego de los máximos de casi 11% que se alcanzaron a principios del año pasado, la inflación en Brasil empezó a bajar de forma muy notoria, actualmente está en 4,6%, muy cercana al centro del rango meta oficial que va de 3% a 6%.
Entonces, con una inflación que se desacelera a este ritmo, el Banco Central de Brasil tiene margen para bajar la tasa de interés con el objetivo de estimular la actividad económica. Es decir que el centro de preocupación ya no está en la inflación sino que pasó a ser el crecimiento económico.
Las expectativas siguen apuntando a una mejora en el escenario económico de Brasil, ¿verdad?
Sí. Según el relevamiento que hace el propio Banco Central entre analistas del mercado, en promedio se espera que la economía brasilera crezca 0,4% este año y 2,5% el año que viene.
De todas formas, lo que vemos es que a pesar de que se espera un repunte económico, las expectativas para este año se han venido ajustando a la baja: durante buena parte de la segunda mitad del año pasado el pronóstico de crecimiento era de algo más de 1% y actualmente está en 0,4%.
Crecimiento bajo, pero que igualmente contrasta con el desempeño que tuvo la economía de Brasil el año pasado.
Sí, claro, sin duda que es un dato positivo si tenemos en cuenta que Brasil viene de la recesión más importante de su historia; el año pasado el PIB cayó 3,6% y en 2015 había caído 3,8%.
Así que estaríamos ante una economía que empezaría a recuperarse, pero muy lento, ayudada en parte por este recorte de tasas que viene implementando el Banco Central y que se espera que continúe a lo largo de este año; de hecho las expectativas del mercado apuntan a que la tasa cierre el año en 8,5%.
Una tasa más baja, sumada a una inflación que sigue moderándose, podría favorecer la inversión y también el consumo que se ha visto muy deteriorado. Y este deterioro del consumo se debe en buena parte a lo que está pasando a nivel del mercado laboral en Brasil, con una tasa de desempleo que está por encima del 13%, lo que implica más de 13 millones de personas desocupadas, y salarios reales que cayeron durante algo más de un año, aunque en los últimos meses ya empezaron a repuntar.