Cuentas públicas en Uruguay de cara a la Rendición de Cuentas
La consultora de PWC, Matilde Morales, realizó un análisis en La Mañana de El Espectador sobre las cuentas públicas de Uruguay, de cara a una nueva Rendición de Cuentas.
Teniendo en cuenta la evolución de las cuentas,el 2016 cerró con un el déficit de 4% por encima del PIB. En el arranque de 2017 hubo una leve reducción, pero aun así el déficit se mantuvo cerca de ese nivel - 3,7% en enero y 3,8% en febrero y marzo-. En abril vuelve a bajar hasta alcanzar un 3,4% del PIB (lo que equivale a casi 1.900 millones de dólares).
Esta baja se da gracias a la parada técnica de la refinería de Ancap. En su comunicado, el Ministerio de Economía y Finanzas explicó que la desacumulación de los stocks de petróleo tuvo un efecto de una magnitud aproximada de 0,1% del PIB.
Aparte de eso, también contribuyó el descenso de los egresos primarios corrientes del gobierno central y del BPS, seguido por reducciones en el gasto, un leve incremento en el ingreso del sector público no financiero gracias a una mayor recaudación del BPS y por un mejor resultado de las empresas públicas.
En la revisión anual, la agencia calificadora Standard & Poor’s revisó la perspectiva de la deuda a largo plazo desde "negativa"; a "estable";. La calificación continúa siendo BBB, manteniendo de esta forma el Grado Inversor.
De acuerdo a lo informado en el comunicado, esta decisión se basa en el fortalecimiento gradual de la economía, así como también "la continuidad de las medidas de consolidación fiscal"; que -en opinión de la calificadora- allanarán el camino para una reducción gradual del déficit.
Un hecho que positivo es que una de las calificadoras que evalúa la deuda uruguaya cambie la perspectiva de la. En la revisión anterior que había hecho S&P, al poner la calificación de la deuda en perspectiva negativa, podía implicar a futuro una revisión a la baja en la nota. Ahora, con perspectiva estable, se reduce ese riesgo.
La meta oficial es que el déficit de las cuentas públicas se reduzca a 2,5% del PIB al finalizar esta administración, es decir dentro de 2 años. El compromiso fue asumido en el Presupuesto elaborado en 2015 y luego ratificado el año pasado, con la última Rendición de Cuentas.
Es un objetivo ambicioso en el escenario económico actual. Recordemos que parte de la baja del último mes (que se va a ver también en algunos de los meses siguientes) se explicó por la parada de la refinería de ANCAP, que es un efecto transitorio.
Es verdad que hay algunos factores que van a jugar a favor de la reducción del déficit (como los cambios impositivos que se establecieron a comienzo de año), pero si el crecimiento de la economía es bajo, entonces los ingresos por vía recaudación de impuestos tampoco tendrán un crecimiento de importante magnitud.
Además, por el lado de los egresos, creemos que hay varios gastos en los que su revisión es muy compleja.