Benavente declaró que Uruguay tiene un déficit fiscal similar al que tenía el país previo a la crisis del 2002, que se debe a un gasto estatal por encima del presupuesto.

La inflación del mes de mayo alcanzó su menor nivel desde diciembre de 2005, gracias a un dólar bajo y la caída en el precio de los alimentos sin procesar. Según informó el Instituto Nacional de Estadística, el precio al consumo subió 0,13%, y registró un índice interanual de 5,58%. También se conoció la tasa de desempleo para todo el país que se ubicó en 9%.

La entrevistada consideró que las empresas "sirven de catapulta política para cargos mayores". En su opinión "debería prohibirse a los directores de las empresas públicas tener actuación política al menos por dos períodos después de su mandato".

La economista dijo que la inflación es una luz en una realidad que parecía sumamente oscura. Aseguró que la economía está en crecimiento y los capitales financieros siguen llegando al país porque lo consideran interesante. Por otro lado, la inversión extranjera directa cayó. La economista sostuvo que "estábamos muy mal acostumbrados porque en los últimos diez años tuvimos un auge de la inversión extranjera que no era común para el Uruguay, pero hay que dar las condiciones para volver a eso".

En cuanto a la eficiencia del Estado en la administración de las empresas públicas, Benavente consideró que "los uruguayos somos los dueños de las empresas públicas y nos enteramos por los diarios lo que sucede en ellas. Acá hace falta ejercer el derecho de propiedad. Un organismo como la Oficina de Planeamiento y Presupuesto debería ser un organismo supra empresas públicas, que haga el papel del dueño y que todo pase por su supervisión".

Benavente aseguró que "tenemos un problema de empleo, que se da por la rigidez del mercado laboral, que es lo que más incide en la economía de las familias. Si se ven los rankings mundiales, Uruguay está en los últimos puestos en materia de rigidez laboral, y en materia de cooperación entre sindicatos y empresarios. Hay mucho trabajo para hacer, sobre todo desde la desregulación. Si la regulación no acompaña los cambios tecnológicos el desempleo va a ser mucho mayor".

La economista fue consultada sobre a dónde debería mirar el país para lograr la apertura de mercados, a lo cual respondió que "Uruguay obviamente no puede salir del Mercosur pero sí debe aprovechar las posibilidades que le permite este acuerdo para firmar acuerdos bilaterales con algunos países de Asia como Singapur, o profundizar relaciones con Chile".

La entrevistada expresó que "las empresas privadas tienen mortalidad, nacen, crecen y mueren. Lo que duele es que tengan que cerrar por una cuestión de competitividad, que no refiere precisamente al dólar sino que es por el costo del país, porque Uruguay tiene costos e impuestos muy altos, rigidez salarial, tarifas públicas que no son competitivas, porque tiene burocracias. De todas formas no podemos olvidar que la empresa privada es el motor del desarrollo", remató Benavente.