Semana cargada: la reactivación del PIB, el deterioro del empleo y la Rendición de Cuentas
La semana pasada fue particularmente movida dentro de la órbita económica. Empezamos el lunes pasado con una emisión de deuda histórica para Uruguay, el martes y miércoles fuimos conociendo los detalles de los lineamientos para la Rendición de Cuentas y cerramos el jueves con el dato del crecimiento del primer trimestre.
En relación al primer punto, Uruguay aprovechó una ventana de oportunidad y efectuó una emisión de deuda inédita en pesos uruguayos (no indexada a la inflación). Con esta emisión, Uruguay mejora el perfil de moneda (menos deuda en dólares) y el perfil de maduración (aleja vencimientos) de su deuda, aunque aumenta su nivel (que se mantiene en tendencia creciente).
Respecto al segundo punto, Uruguay creció 4,3% en términos interanuales durante el primer trimestre (1,5% si lo comparamos con el último trimestre del 2016). Si lo miramos desde el lado de la oferta, todos los sectores de actividad, con excepción de Industrias Manufacturera, crecieron en relación al primer trimestre del año pasado. En el caso de la industria, la caída está explicada por la parada de mantenimiento de la Refinería. De hecho, sin refinería la industria creció 2%. Asimismo, los dos sectores que destacaron por su dinamismo fueron "Transporte, Almacenamiento y Comunicaciones" y "Comercio, Restaurantes y Hoteles". Entre ambos explican 65% del crecimiento.
Desde el lado de la demanda, la "vedette" fue el Consumo Privado, que explicó el 70% de la expansión interanual del PBI. La mejora del salario real, así como el importante aumento de los salarios medidos en dólares y la mejora de la confianza del consumidor (de acuerdo al índice de confianza elaborado por Equipos y por la Universidad Católica) son los determinantes principales detrás de lo anterior. Por su parte, también destaca la incidencia de las exportaciones, que crecen al influjo de una región cara (fuerte repunte de las exportaciones de bienes a Brasil y de servicios turísticos a Argentina).
En resumen, el dato de crecimiento fue muy bueno y pone un piso para el crecimiento anual en 2017 en torno al 2%. De hecho, a la luz del nuevo dato parece razonable pensar en una expansión anual superior al 3%.
Sin embargo, lo anterior contrasta con la realidad del mercado laboral, que sigue destruyendo puestos de trabajo (15.000 aproximadamente en el último año y 42.000 desde el pico de empleo a mediados de 2014). Entre las principales razones que explican ese contraste entre la reactivación del crecimiento y el deterioro del mercado de trabajo se encuentran la asimetría sectorial que caracteriza el crecimiento reciente. En efecto, los sectores que impulsan la activad tienen escaso impacto en términos de empleo, como ser, por ejemplo, el sector de las Telecomunicaciones (que explicó 70% del crecimiento en 2016 y 40% del crecimiento del primer trimestre de este año). Este es un sector intensivo en tecnología, no en mano de obra, y por ende, tiene impacto limitado sobre la creación de empleos. Por otro lado, muchas veces existe un rezago entre la recuperación del PIB y la recuperación del mercado laboral. Por ejemplo, del lado de los empresarios todavía podrían existir dudas sobre que tan permanente puede ser este repunte de la economía, algo que pude estar limitando sus decisiones de contratación en el corto plazo.
Si bien en la columna no alcanzó el tiempo para abordar los lineamientos del Ministerio de Economía para la próxima Rendición de Cuentas, en la presentación adjunta queda un breve análisis con los principales número e implicancias.