La debilidad de las principales economías y la caída de las tasas de interés
A pesar de los fuertes estímulos monetarios de los últimos años, las principales economías siguen experimentando un crecimiento anémico, baja inflación y caídas de la tasa de interés real de largo plazo. Para algunos economistas, existen indicios de que no estamos ante un fenómeno transitorio, sino que estamos ante una nueva realidad que vino para quedarse por un tiempo prolongado.
Una de las principales teorías que apuntan a un problema estructural de largo aliento es la de Lawrence Summers (ex Secretario del Tesoro de EE.UU.), que volvió a poner de moda el concepto del "estancamiento secular";. En su origen, el término había sido acuñado por Alvin Hansen (economista keynesiano de la Universidad de Harvard) en 1938 para referirse a las "recuperaciones débiles que mueren en su infancia y depresiones que se retroalimentan y dejan tras de sí un núcleo duro y aparentemente inmodificable de desempleo";. En ese momento EE.UU. acumulaba una década de depresión y Hansen pensaba que el estancamiento duraría por tiempo indefinido.
En su concepción, el problema era que la desaceleración de la tasa de crecimiento poblacional y del progreso tecnológico minaban las oportunidades de inversión y por eso se generaba un desbalance entre el ahorro y la inversión. Como resultado, el exceso de ahorro opera como un lastre para el crecimiento al tiempo que reduce la tasa de interés real, la inflación y los niveles de inversión. Sin embargo, tras el boom económico que siguió al inicio de la segunda guerra mundial la teoría de Hansen se enterró. En efecto, para Summers la teoría no estaba equivocada, sino que había sido prematura. De hecho, la situación actual sugiere que podríamos estar efectivamente ante un problema de "estancamiento secular";, hipótesis a la que se sumó Paul Krugman, premio Nobel de economía en 2008, que extendió el diagnóstico para el resto de las economías avanzadas. A partir de ahí, si bien con más de una interpretación, el término se fue viralizando y ganó terreno como potencial explicación a los problemas que hoy enfrentan los países ricos.
Naturalmente, no existe un consenso en torno a lo anterior: hay otras hipótesis que son distintas pero comparten algunos puntos con la del "estancamiento secular" pero también hay otras que apuntan en una dirección completamente distinta. Por ejemplo, cuestionan uno de los puntos claves del enfoque de Summers y Krugman, que es justamente el carácter permanente que reviste el problema.