Economía

El Mercosur acaricia un anhelado acuerdo con la Unión Europea

El Mercosur acaricia un anhelado acuerdo con la Unión Europea

El Mercado Común del Sur (Mercosur) renovó en su cumbre semestral su vocación de alcanzar este año un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea (UE), un pacto que se negocia desde hace casi dos décadas y que, de firmarse, constituirá un hito para el bloque suramericano.

En la declaración final de la cumbre regional celebrada en la ciudad argentina de Mendoza, Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, los fundadores del bloque suramericano, destacaron como uno de sus mayores avances recientes las renovadas conversaciones con la UE.

La intención de buscar este pacto quedó plasmada en un acuerdo marco de cooperación firmado en 1995 y que entró en vigencia en 1999, pero formalmente las negociaciones se iniciaron en Buenos Aires en abril de 2000.

Desde entonces, se han celebrado 28 rondas de negociación, un proceso complejo, incluso con impases por largos años.

Las conversaciones se reanudaron en mayo de 2016 con un intercambio de ofertas, y este año se celebraron dos nuevas rondas de negociación, la última de ellas celebrada a inicios de este mes en Bruselas y que terminó con un compromiso de las partes a "avanzar rápidamente con el fin de concluir la negociación".

Allí mismo se acordó que la próxima ronda será en Brasilia, en octubre, antecedida por una reunión a realizarse en Bruselas en septiembre.

Al compás del renovado impulso de las negociaciones, en las últimas semanas se han multiplicado las expresiones desde las más altas esferas políticas de ambos bloques de anunciar un acuerdo en diciembre, previsiblemente en Buenos Aires, en el marco de la reunión ministerial de la Organización Mundial del Comercio.

"La participación del Mercosur en el comercio mundial debe aumentar significativamente y por eso es que se le dio prioridad a las negociación de los acuerdos comerciales. Avanzamos con decisión con miras a cerrar en diciembre de este año el acuerdo Mercosur-UE", dijo hoy el canciller argentino, Jorge Faurie.

Toda una señal de reafirmación del libre comercio ante el discurso de corte proteccionista del presidente estadounidense, Donald Trump.

"Estados Unidos está planteando un discurso mucho más proteccionista y hay una necesidad de contraponerse a esa posición. La posición de Trump ha llevado a los demás a tomar partido en favor de avances en el proceso de integración productiva y comercial internacional", dijo a Efe Marcelo Elizondo, director general de la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales.

Para el experto, llegar a un acuerdo, "más que una declaración, será un hito muy contundente", pero cree que en diciembre lo que podría firmarse sería un "gran marco político de acuerdo" pero no el tratado de libre comercio en concreto ya que, a su juicio, las diferencias que aún persisten requerirán más tiempo de negociación.

Aún cuando se lograra un acuerdo definitivo para finales de 2017, todo el proceso de ratificación parlamentaria más el de la compleja traducción a varios idiomas de los diversos capítulos, demandaría tiempo adicional hasta la entrada en vigencia del pacto.

"De dos a tres años más", apuntó a Efe Dante Sica, director de la consultora Abeceb, quien destacó la "alineación política" de los gobiernos y los sectores empresariales del Mercosur para alcanzar un acuerdo.

Para el Mercosur, un pacto con los Veintiocho representará nuevas oportunidades comerciales con un mercado de 500 millones de consumidores y que ya es su primer socio comercial.

Según datos de la Comisión Europea, en 2016 la UE exportó bienes a Mercosur por 43.200 millones de euros e importó desde el bloque suramericano por 41.600 millones de euros.

Sica apunta que, además, un acuerdo con la UE se perfilaría como un "sello de calidad" que podría "acelerar" otras negociaciones del Mercosur y, por otra parte, incentivará los desembolsos de las empresas de la UE, que ya es el primer inversor extranjero en el bloque suramericano.

En este sentido, el experto señaló? que un pacto de este tipo "baja el riesgo institucional a la volatilidad" de los mercados del Mercosur y, por lo tanto, reduce el riesgo de las inversiones.

"Muchas empresas europeas van a querer posicionarse tanto en Argentina como en Brasil -las dos mayores economías del bloque- antes de que el flujo comercial empiece a crecer y creo que en las inversiones podemos llegar a ver un impacto mucho más cercano", vaticinó. EFE