La Mañana de El Espectador

Brasil: vuelven a empeorar proyecciones de actividad

Brasil: vuelven a empeorar proyecciones de actividad

Este lunes se conoció una nueva encuesta que realiza el Banco Central de Brasil, donde monitorea las expectativas del mercado. Sobre el tema habló en La Mañana de El Espectador la economista Mercedes Comas, de PwC.

¿Qué previsiones tienen los analistas brasileños sobre las principales variables macroeconómicas?

Comenzando con las proyecciones de la actividad, por la última encuesta divulgada ayer, se prevé un aumento de 0,34% del PIB para este año y un incremento de 1,85% para 2018.

Respecto al relevamiento anterior, las previsiones de actividad no se modificaron, pese a los datos más positivos que se conocieron en los últimos días. La semana pasada se conoció el indicador adelantado del Banco Central, que apunta a un crecimiento en el segundo trimestre del año.

Si bien el aumento fue modesto, confirma que la economía brasileña está consolidando la salida de la recesión que transitó durante dos años y crece desde comienzos de 2017.

 

La expectativa de crecimiento, por lo menos para este año es baja, de menos de medio punto del producto…

Sí, pero más allá de la proyección puntual, lo relevante es analizar las tendencias, y cuando analizamos las últimas encuestas vemos que los pronósticos han empeorado.

Tres meses atrás se preveía un aumento de medio punto de crecimiento del PIB para este año y de 2,5% para el próximo. Las proyecciones se ajustan a la baja sobre todo para 2018.

Cuando analizamos las fuentes de crecimiento en la economía, vemos que la actividad está siendo sostenida solamente por las exportaciones.

La fuerte recesión económica duplicó el desempleo: tres años atrás Brasil tenía una tasa de desocupación de 7% y en la actualidad de 13,3%. A esto se suma que están  cayendo los salarios reales y todo esto limita el consumo de las familias.

 

A combatir esto está apuntando la reforma laboral que aprobó Brasil…

Apunta a tratar de flexibilizar el mercado de trabajo y por esta vía a reducir la desocupación.

Sumado a esta limitación que tiene el consumo para crecer, también la inversión del sector privado está afectada por el contexto de incertidumbre, y la inversión y el gasto público están limitados como instrumento para empujar la economía por la necesidad de reducir el déficit fiscal.

Hasta el 2013 Brasil tenía déficits fiscales del orden del 2,5%-3% del producto y desde 2015 está con déficits del orden del 9%-10% del PIB, y esto está determinando un crecimiento importante y acelerado de su deuda.

A mediados de 2014 la deuda pública brasileña era del 50% del producto y en la actualidad está en 73% del PIB.

 

Más de 20 puntos creció la deuda pública brasileña en tres años…

Es de los temas de mayor preocupación que tenemos sobre la situación macroeconómica de Brasil, y que pone una señal de alerta a futuro.

En otras variables se han dado mejoras en los últimos tiempos. Hace un año y medio la inflación llegó a superar el 10% y ahora está en 2,7%, y la encuesta que se divulgó ayer muestran expectativas que la inflación se mantendrá controlada, entre 3,5% y 4,5% este año y el próximo.

Desde la perspectiva del sector externo, después de muchos años de presentar un desequilibrio importante, la Balanza de Pagos de Brasil está prácticamente equilibrada y las reservas del Banco Central mucho más fortalecidas, alcanzando un 20% del producto. Esto da mayor tranquilidad desde la perspectiva del mercado de cambios, y la expectativa del mercado es de un dólar relativamente estable estos dos años, en torno a 3,30 reales.

En este contexto, desde la perspectiva económica quizás el mayor desafío de Brasil hoy pase por reducir el desequilibrio de sus cuentas públicas y frenar la suba de la deuda. La solución no es sencilla, en una economía donde como decíamos se espera muy bajo crecimiento económico y esto limita recaudar más, donde hay dificultades para implementar más ajustes fiscales.

 

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