En el mismo período del año anterior, la ganancia cerrada a junio de 2016 había sido de 78 millones de dólares.

Las ganancias del ente están vinculadas a los saldos positivos de la venta de combustibles y lubricantes, mientras que las de gas y portland cerraron el primer semestre con un balance negativo.

Respecto al mismo período de 2016, la presidenta de Ancap, Marta Jara, indicó en una rueda de prensa que en el primer semestre de 2017 "los ingresos no aumentaron en la misma proporción que los costos".

El aumento de estos últimos se debe, principalmente, a que los precios internacionales del crudo y sus derivados aumentaron en aproximadamente 10 dólares por barril, mientras que también se encareció el costo de la materia prima por importar derivados en vez de crudo.

Esta última sustitución está relacionada con el paro de la refinería de Ancap en La Teja, que cada cinco años debe enfrentar obras de mantenimiento.

Las empresas vinculadas a Ancap, por su parte, cerraron el ejercicio del primer semestre de 2017 con una ganancia de 4 millones de dólares.

De las once vinculadas, cinco de ellas cerraron los seis primeros meses del año con un saldo negativo, mientras que las otras seis lo hicieron con uno positivo.

Dentro de las empresas con balance favorable, se destaca el caso de Ducsa, que cerró el primer semestre con un saldo positivo de 350,9 millones de pesos (unos 12 millones de dólares).

"En el caso de Ducsa, sigue siendo un brazo generador de ingresos muy importante para Ancap y ha tenido un buen desempeño a pesar de la reducción de sus ingresos", señaló Jara.

Alur revirtió su balance negativo y cerró el primer semestre de 2017 con un resultado positivo de 49,6 millones de pesos (unos 1,7 millones de dólares).

"Es muy importante la reversión, a partir de una pérdida, a un resultado positivo. Esta mejora se debe, básicamente, a un enfoque muy fuerte de costos", agregó la titular de Ancap.

En este sentido, explicó que se cambiaron los parámetros de compras de materias primas, mientras que se mantuvo el enfoque sobre la gestión de las finanzas de Alur y de la deuda.

Ancsol, otra de las empresas vinculadas al Grupo Ancap, fue la que registró el saldo más negativo, ya que arrojó durante el primer semestre de 2017 una pérdida de 442,8 millones de pesos (unos 15,2 millones de dólares).

Jara definió al caso de esta empresa como uno que "pega fuerte" durante este primer semestre de 2017, aunque aclaró que su incidencia es de "una única vez".

Ancsol es la empresa que tiene el 76 % de las acciones de Carboclor, subsidiaria que opera en Argentina y que cerró dos plantas en mayo de 2017.

A raíz de esta situación, Jara anunció que el Directorio de Ancap resolvió una reestructuración de Ancsol, debido a los "muchos ejercicios negativos" y el impacto del "cierre de las plantas petroquímicas" en Argentina.

El cierre de estas dos instalaciones, que operaban en la localidad de Campana, ubicada al nordeste de la provincia de Buenos Aires, genero "costos altos asociados a indemnizaciones" y al hecho de que se tuvieran que "dar de baja los activos que producía la petroquímica".

"Registramos una pérdida importante que, de alguna manera, se compensa con el resultado de Petrouruguay", detalló Jara respecto a esa empresa filial de Ancap en Argentina, cuya participación del 20 % la petrolera estatal vendió en febrero por unos 18 millones de dólares.

"El control de costos y el 'cada peso cuenta' continúan muy firmes en nuestra actitud de gestionar la empresa", sostuvo Jara.

Durante la presentación de los estados financieros intermedios de Ancap, también estuvo presente la ministra de Energía, Industria y Minería, Carolina Cosse, y el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Álvaro García. EFE