La empresa viene mostrando resultados positivos. En 2016 cerró con un balance de US$ 15 millones a favor, cortando con una racha negativa de cinco años en la que acumuló US$ 800 millones en pérdidas. La semana pasada anunció que cerró el primer semestre del 2017 con una ganancia de US$ 77 millones.

 Durante su recorrida por el Día del Comité de Base, Sendic hizo alusión a estos anuncios y le adjudicó parte del éxito a su gestión, concretamente, a haber hecho "las inversiones necesarias";.

 "Yo respeto muchísimo y reconozco la gestión de los compañeros que están al frente de la empresa, pero el resultado que están teniendo no es solamente la buena gestión que los compañeros están realizando. El resultado tiene que ver con que las inversiones que necesitaba ANCAP están hechas, están hechas" dijo el vicepresidente.

 Fuentes vinculadas a ANCAP y al sector energético, por otra parte, aseguran que esto no es así. El buen balance de la empresa se debe, por un lado, a un petróleo barato en los mercados internacionales y el no traslado de las tarifas menores a los consumidores, al igual que un dólar planchado. Por otro lado, el directorio nuevo hizo cambios importantes: la revisión de la estrategia del ente y un cambio en la estructura gerencial, un buen manejo financiero (con énfasis en la deuda), y un mayor control de los gastos y búsqueda de eficiencia (por ejemplo, Alur reperfiló sus costos y pasó de pérdidas a un balance positivo).

 Esto explica la mejora de los números de ANCAP, no las inversiones realizadas por Sendic, muchas de las cuales todavía dan pérdidas –el caso de Alur y el cemento, por ejemplo-, a la vez aumentaron los costos operativos del ente, generaron problemas logísticos y no tuvieron beneficios que repercutan positivamente en los números de la empresa.