En lo que refiere a las principales economías avanzadas, lo más relevante de los últimos meses es la profundización de la "pausa" financiera internacional: el dólar continúa debilitándose a nivel global (está en los niveles de 2015) y las tasas de interés se ajustan a la baja.

En consecuencia, la conjunción de ambos elementos (mayor crecimiento en emergentes y pocas oportunidades de inversión en avanzados) vuelve a otorgarle atractivo a los países de la región como destino de los capitales. Esto es especialmente importante para Argentina y Brasil, dado que el proceso de recuperación que están transitando es muy sensible al escenario internacional. De forma más concreta, el repunte regional está muy condicionado al mantenimiento de esas condiciones financieras laxas que vuelven a caracterizar el escenario mundial una vez diluido el "efecto Trump".

En este marco, una de de las principales novedades a nivel doméstico es la emisión de un Bono Global a 10 años en pesos nominales. Esta es la segunda emisión que realiza el país sin indexación a la inflación, aprovechando la ventana de oportunidad que emerge de ese contexto externo, de la fuerte moderación inflacionaria y de las perspectivas de estabilidad sobre el tipo de cambio. Por último, resaltó la importancia que tiene esta emisión en términos de la gestión de la deuda, dado que además de avanzar en el proceso de desdolarización, también difiere los vencimientos en el tiempo.