PIB creció 2,8% interanual en el segundo trimestre
De acuerdo a los datos publicados por el Banco Central del Uruguay (BCU) la economía uruguaya se expandió un 2,8% en términos interanuales durante el segundo trimestre del año. En términos acumulados, y quitando el "efecto refinería" (planta cerrada desde febrero), Uruguay creció casi un 4,4% en el primer semestre del 2017.
Respecto a la evolución trimestral (desestacionalizada) el BCU señala en su comunicado que la actividad se contrajo 0,8% en el segundo trimestre en relación al primero. Sin embargo, el BCU no incorpora el "efecto pascua"; a sus estimaciones desestacionalizadas. Según nuestras estimaciones, incorporando este efecto y depurando por otros factores irregulares, la economía creció 0,9% respecto al primer trimestre. Esto reafirma el diagnóstico y afianza el crecimiento de cara a lo que resta del año.
Industrias Manufactureras y Construcción son los únicos sectores que se contraen frente a Q2.16
Entre los sectores que crecen en términos interanuales vuelve a destacar Transporte, Almacenamiento y Comunicaciones, cuya expansión (9,4%) explica el 60% del crecimiento de la economía en el segundo trimestre. En la misma línea, pero con una incidencia sensiblemente menor se ubicó el sector Comercio, Reparaciones, Restaurantes y Hoteles, que creció 7,2% interanual y aportó casi un punto al crecimiento del PIB.
En contraposición, tanto las Industrias Manufactureras como la Construcción retrajeron su actividad respecto al mismo período del año anterior. En concreto, y como estaba previsto dado el cierre por mantenimiento de la refinería de ANCAP, las Industrias Manufactureras se contrajeron 6,4%, lo que supone una incidencia negativa en el orden de 0,9 p.p.En el caso de la Construcción, que en el primer trimestre había crecido de forma incipiente, la caída de la actividad ascendió a 5,5% (y le restó 0,3 p.p. al PIB).
A nivel de los componentes de demanda, vuelven a destacar el Consumo de los hogares y las Exportaciones
De acuerdo a lo que sugerían los indicadores adelantados, el Consumo Privado vuelve a ser el principal motor del dinamismo económico. En términos interanuales el Consumo de los hogares se expandió 4,4%, lo que implica una leve una aceleración respecto a lo observado durante el primer trimestre del año (+4,1%). A este respecto, cabe destacar que el empuje sigue siendo sostenido por la apreciación del peso, que viene impulsando los salarios tanto en términos reales como medidos en dólares. Este efecto de precios relativos continúa operando como amortiguador del resto de los fundamentos del Consumo, que continúan sin dar señales de recuperación (principalmente el empleo). A modo de ejemplo, el caso de los automóviles 0km resulta ilustrativo, dado que las ventas crecieron 33,4% interanual durante el segundo trimestre.
Por su parte, las Exportaciones también exhibieron un crecimiento significativo, con un ritmo de expansión superior al 9% en relación al segundo trimestre de 2016. De acuerdo al comunicado del BCU, el incremento de las exportaciones de bienes está explicado por las ventas de Soja, Productos del procesamiento y conservación de la carne y el arroz (que compensaron la caída de los lácteos). A nivel de servicios destaca el aumento del turismo receptivo, que sigue siendo apuntalado por la relación de precios favorable con Argentina.
En oposición, la evolución de la Inversión se mantiene como una señal de alarma en materia de la calidad del crecimiento. En concreto, la Inversión se contrajo 19% frente al mismo trimestre de 2016 y la caída estuvo explicada en gran medida por la retracción de los rubros Maquinaria y Equipos, así como Exploración minera e Inversión en Obras de construcción. Por último, cabe destacar la contracción de las Importaciones (0,8%), que terminó contribuyendo de forma positiva al PIB del segundo trimestre (0,3 p.p.).
Síntesis y proyecciones
En línea con lo previsto, la economía se expandió 2,8% interanual en el segundo trimestre. Si bien el crecimiento es bastante generalizado a nivel de sectores, el dinamismo económico continúa siendo asimétrico y concentrado en sectores con impacto muy acotado en términos de empleo, lo que explica el deterioro del mercado laboral.
Asimismo, la fuerte caída de la Inversión constituye una importante señal de alerta de cara a la continuidad de este proceso de reactivación económica. En términos de proyecciones, y dado que el dato no implica una innovación para la predicción, no esperamos una corrección significativa para el crecimiento para 2017 y 2018 (que actualmente se ubican en 3,1% y 2,8% respectivamente). No obstante, el escenario macroeconómico regional es más benévolo que lo esperado lo que sugiere algo más de impulso para el crecimiento esperado.