Un nuevo decreto del Ministerio de Minas y Energía publicado este miércoles en el Diario Oficial de la Unión reconoce la necesidad de que Brasil mantenga, "de forma excepcional y temporal", sus importaciones de energía eléctrica de los dos países vecinos, y extiende la autorización para esas compras hasta el 31 de diciembre del próximo año.

El volumen de energía importado dependerá del funcionamiento de las hidroeléctricas en el país y de su capacidad para abastecer la demanda brasileña por electricidad.

La mayor parte de la energía generada por Brasil procede de las hidroeléctricas, pero en los últimos años las represas han operado a media marcha por el bajo nivel de agua provocado por diferentes sequías y por la escasez de las lluvias.

Ante la previsión de que las lluvias podrán seguir escasas en los próximos meses, el Gobierno determinó que se reduzca la generación de las hidroeléctricas para no agotar las reservas que quedan en las presas.

Pero el Gobierno brasileño también decidió, por su alto costo, no poner en operación algunas plantas térmicas con las que por lo general sustituye la energía que deja de producir en las hidroeléctricas, por lo que la única alternativa que restó fue ampliar en volumen y plazo la importación de los países vecinos.

Según el decreto de este martes, el volumen importado será determinado por el Operador Nacional del Sistema (ONS) mediante ofertas semanales de energía eléctrica.

La importación de energía argentina será realizada mediante las dos estaciones de conversión de Garabi, ubicadas en el municipio fronterizo de Garruchos, así como a través de una estación de conversión en el también municipio fronterizo de Uruguaiana.

La energía uruguaya, por su parte, ingresará a Brasil por las estaciones convertidoras instaladas en los municipios uruguayos fronterizos de Rivera y Cerro Largo. EFE