¿Quién es Richard Thaler?
Germán Deagosto dedicó su columna a Richard Thaler, el último premio Nobel de economía. Thaler fue galardonado por su contribución a la economía del comportamiento, rama de la disciplina que se nutre del aporte de la psicología para refinar el entendimiento del comportamiento humano con supuestos más realistas respecto a la teoría económica clásica.
La teoría económica clásica supone es nuestro cerebro funciona como una computadora, que somos plenamente racionales y que tenemos la capacidad de procesar un montón de información para maximizar nuestro bienestar personal sujeto a nuestras restricciones.
En el otro extremo, suponer que somos completamente irracionales no tiene aporte alguno al desarrollo de la ciencia económica, dado que no se podría modelizar ni predecir el comportamiento de los agentes si tuviéramos un mono platillero en el cerebro.
En el medio, hay un mundo donde se pueden relajar esos supuestos clásicos y poco realistas para humanizar un poco más la economía y considerar que muchas veces cometemos errores en la toma de decisiones. En efecto, calculamos mal, no conocemos perfectamente nuestras preferencias, no podemos procesar correctamente mucha información, no valoramos adecuadamente las cosas en términos intertemporales, somos vagos, o simplemente enfocamos la atención hacia otros temas. Sin embargo esos errores no son completamente aleatorios, sino que son predecibles y consistentes, y por ende, se pueden modelizar para entender y anticipar nuestro comportamiento. En otras palabras, nos apartamos de la racionalidad pero de forma consistente.
El entendimiento de que muchas veces nuestro cerebro se asemeja más al de Homero Simpson que al del señor Spock tiene implicancias importantes para el diseño de políticas públicas, haciendo que sean más eficientes y de mejor calidad. Muchas veces lo que se necesita es un "pequeño empujón" para tomar una mejor decisión, algo que en la literatura de Thaler se denomina como "NUDGE". En algunos casos estos pequeños empujones tienen implicancias modestas (como el caso de la mosca en el urinal del aeropuerto de Amsterdam), y en muchos otros puede hacer una gran diferencia. Este último podría ser el caso del ahorro para la jubilación, los programas de donación de órganos o aquellos orientados al cuidado del medio ambiente. Por este motivo, muchos gobiernos han creado agencias que ayudan a reformar la administración pública en varios campos. Gran Bretaña y Estados Unidos son dos muestras de ello.
A este respecto, Thaler ha sido el hombre encargado de mostrar el camino, ya que durante décadas ha contribuido a enriquecer la economía tendiendo un puente con la psicología. En particular, es en su colaboración con los psicólogos Kahneman y Tversky donde hay que buscar la génesis y es de la economía conductual.
En concreto, para el jurado que otorgó el premio, Thaler ha contribuido a "expandir y refinar el análisis económico al considerar tres rasgos que sistemáticamente influyen en las decisiones económicas":
Dentro de estos pilares se enmarcan varias de sus teorías, como la de los "esquemas de contabilidad mental" (que explica cómo la gente simplifica decisiones financieras y termina apartándose de lo que sería lo más racional), o la teoría del "efecto dotación" (que supone que el sentimiento negativo de una pérdida es más fuerte que el positivo cuanto se obtiene una ganancia exactamente igual).
Notas de color:
- "De la forma más irracional posible".
- "La Gran Apuesta", explicando brevemente junto a Selena Gomez la proliferación de los derivados de deuda que terminaron por colapsar el sistema financiero en 2008.
Algunas lecturas recomendadas:
7 columnas de Thaler en NY Times que explican como el comportamiento humano afecta la economía: https://www.nytimes.com/2017/10/09/business/economy/richard-thaler-economics.html.
- Nudge: Improving Decisions About Health, Wealth, and Happiness.
- Misbehaving: The Making of Behavioral Economics.
- The Winner's Curse: Paradoxes and Anomalies of Economic Life.