Entrevistas

Ahorristas del Comercial lograron que no se destruya las pruebas del arbitraje

El doctor Gabriel Galán, abogado en una demanda que un grupo de ahorristas del viejo Banco Comercial lleva adelante en Estados Unidos, dijo que en las pruebas presentadas en el arbitraje entre los socios extranjeros y el Estado uruguayo se demuestra el engaño de esos bancos. "Ellos hablan de capitalización y en realidad fue un préstamo solapado", afirmó. "Eran acreedores", sentenció.

(Emitido a las 8.35)

EMILIANO COTELO:
Los coletazos de la crisis bancaria del año 2002 van a acompañarnos seguramente por mucho tiempo, cada tanto gotean las noticias, las diferentes novedades, por ejemplo en torno a los juicios y las diferentes instancias judiciales que continúa habiendo.

El caso del viejo Banco Comercial (BC) es evidentemente uno de los más estridentes en esta materia. Hoy vuelve a ser título principal en la prensa de Montevideo, en este caso concretamente del diario El País, que dice que los bancos accionistas del antiguo Comercial aceptaron entregar a la justicia de Nueva York, que analiza una demanda iniciada por ahorristas y eurobonistas de la institución, las pruebas que se produjeron en el arbitraje que el Estado uruguayo perdió con el JP Morgan, el Crédit Suisse y el Dresdner Bank. Al conocer la existencia de un pacto de confidencialidad entre los bancos y el Estado para destruir esas pruebas, la justicia de Estados Unidos pidió a los bancos que conservaran esos documentos y los aportaran para esta causa.

Vamos a dialogar con el doctor Gabriel Galán, abogado de un grupo de ahorristas con un pleito desarrollándose en Estados Unidos.

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Doctor Galán, antes que nada, ¿podemos ubicar a los oyentes en cuáles son los ahorristas que usted representa?

GABRIEL GALÁN:
Sí, nuestro grupo de ahorristas está integrado por la comisión de ahorristas original, la que siempre se mantuvo, que inició el hasta hace poco único pleito en Estados Unidos, en Nueva York, primero ante la Corte Federal y luego en la Suprema Corte de Justicia del Estado de Nueva York.

EC - Ustedes representan a ahorristas y eurobonistas.

GG - Sí, exacto, a ahorristas, eurobonistas y gente de la Compañía General de Negocios también.

EC - ¿Qué es lo que se demanda en ese juicio concretamente?

GG - Se demanda recupero por daños y perjuicios contra los ex dueños accionistas del BC, hoy en liquidación: los hermanos Rohm, Saint Louis Finantial y otros demandados, porque son unos cuantos. Empezamos este juicio en enero de 2004, o sea que ya lleva un año y un día; está evolucionando muy bien, hay seis puntos firmes con jurisdicción, de ocho iniciales quedamos con seis. A nosotros nos basta con ganar uno, con ganar uno ya está.

EC - ¿Cómo es esto?

GG - Nosotros iniciamos ocho acciones en una misma demanda, de las cuales dos eran federales y seis por el derecho común; actualmente, ante la Suprema Corte de Justicia, estamos por el derecho común.

EC - ¿Qué es el derecho común?

GG - El derecho común viene a ser el Derecho Civil; allá se habla de leyes específicas, viene a ser el derecho estadual común, o sea el derecho civil de Uruguay. O sea el recupero de los daños y perjuicios por sus acciones y responsabilidades no criminales.

EC - Perdóneme, pero tengo otra pregunta que quizás pueda resultar obvia: ¿por qué juicios en Estados Unidos?

GG - La estrategia de este grupo, de esta comisión de ahorristas fue siempre el accionamiento en la sede estadounidense, en primer lugar porque hacia allí fueron los beneficios, aparte allí estaban los domicilios, allí estaban viviendo los directores ex dueños del BC en liquidación. Además pensamos que es el trámite directo, recuerde aquel viejo dicho acerca del camino más directo entre dos puntos, que unos decían que es por la recta, pero yo digo que es por el césped, en el sentido de que el juicio se hace donde se debe cobrar.

EC - Vayamos al problema de las pruebas, de los documentos que formaron parte de este arbitraje que el Estado uruguayo acaba de perder frente a los bancos que fueron accionistas del viejo BC. Esos documentos en principio estaban protegidos por un acuerdo de confidencialidad.

GG - Claro. Primero el público tiene que saber –ustedes lo explican muy bien– que el arbitraje es una especie de juicio privado, es un grupo de ex jueces intermediarios que dicen "¿en este contrato quién tiene razón?, ¿quién lo cumplió, quién no lo cumplió?", no es una actividad judicial.

El arbitraje fue siempre una cosa ajena a los juicios de los cuotapartistas, nunca participamos en cuanto a expectativas porque incluso partíamos de la base de que en los arbitrajes el principio básico es el que salió en el laudo, en el resultado del arbitraje: pacta sum servando, los contratos se hacen para ser cumplidos. El Estado uruguayo lamentablemente firmó ese acuerdo y por más leonino que sea hay que cumplirlo.

EC - Y ese acuerdo implicaba que Uruguay tendría que devolver, en la hipótesis que se ha dado, los 100 millones de dólares que pusieron aquellos tres bancos como capitalización. Tiene que devolver los 100 millones de dólares más intereses, más honorarios legales, más gastos...

GG - Más el 9 por ciento. Lo que nos sirve a nosotros es el engaño que se produce en esa contratación y las pruebas que están en el arbitraje, que ahora no van a ser destruidas y van a estar a disposición de nuestro expediente. Es que ellos hablan de capitalización y eso no fue una capitalización, en realidad fue un préstamo solapado a 10 años o condicionado a que si el banco cerraba había que devolverlo. Una capitalización es correr el riesgo del banco, es decir si el banco quiebra y se liquida yo pierdo mis acciones. Pero aquí no, esto fue en realidad un préstamo; tanto es así que surge de la comisión parlamentaria, de las declaraciones de directores del Banco Central en su oportunidad, que fue inserto como ingreso negativo. Una capitalización ingresa como capital, acá por el contrario, ingresó como deuda, lo que significa que la llamada capitalización de estos tres bancos, pese a que ganaron el arbitraje, no fue tal sino que fue una especie de préstamo.

EC - ¿Y qué valor tiene eso a los efectos de la demanda que ustedes llevan adelante?

GG - Demuestra lo engañosa de la propaganda que salió tanto en Buenos Aires como en Uruguay en la que se decía que los tres bancos respaldaban capitalizando, blablablá... Se llenaron la boca diciendo que capitalizaban al banco, que lo respaldaban, y en realidad no, eran acreedores del mismo, en realidad no capitalizaron nada. Ese tipo de llamado a engaño hizo que muchos eurobonistas, con el respaldo de los bancos, de los ex dueños del BC, mantuvieran sus ahorros, confiaran en el banco. Banco que ya estaba en default, en ese momento ya estaba en quiebra por la sencilla razón de que el riesgo argentino, que el JP Morgan, por ejemplo, se jactó de haber bajado de apuro de 1.600 millones a 600 millones –el riesgo argentino son los papeles argentinos, la deuda externa argentina–, automáticamente se le encajó al BC, un banco subsidiario de ellos. Ahí está la trampa, por un lado "señores, el BC es fortísimo", mientras el BC con el riesgo argentino ya estaba en quiebra, porque habían bajado los bonos al 25 por ciento. Imagínese, el banco ya estaba en quiebra. Era el banco que tenía más riesgo argentino de todo el resto de los bancos en Uruguay.

EC - Por esas razones la documentación que se utilizó en el arbitraje era importante para ustedes. Sin embargo estaba protegida por una cláusula de confidencialidad: las dos partes debían devolverse los documentos y luego destruirlos.

GG - Exacto. Sabe, estimado periodista, que la confidencialidad no es obligatoria, es excepcional; por eso yo discrepo con el señor presidente de la República –con el respeto que me merece– en cuanto a que le pusieron un revólver en la nuca. Puede ser que en 2002 haya habido algo parecido a eso en cuanto a que lo presionaran, pero en 2004, cuando firmó el acuerdo de confidencialidad, no había ningún revólver en la nuca.

EC - Sí, hagamos esa precisión: el acuerdo de confidencialidad es de mayo de 2004, no de 2002 cuando se produjo ese "acuerdo de capitalización".

GG - Exactamente, por eso, cuidado, hay que discriminar bien, no es cuestión de decir en una reunión ante empresarios "me dijeron tal cosa, nos hicieron tal otra": No, no, no, un momento. Aparte por otro lado se dijo que el Estado uruguayo iba a demandar a estos bancos e iba a meter presos a los directores. Lástima no se hizo en 2002 y lástima que se firmó ese acuerdo en 2002, por el cual tampoco se los puede demandar. Y un puñado de uruguayos, entre ellos nosotros, porque en este momento hay tres demandas en Estados Unidos de uruguayos, nosotros somos la más vieja, la que está más avanzada, pero hay dos más instauradas hace pocos días...

EC - Para finalizar, ¿cómo se obtuvo la posibilidad de acceder a esa documentación, cómo se consiguió que no sean destruidas esas pruebas?

GG - Justamente, teniendo a la vista el acuerdo de confidencialidad y estando en Estados Unidos, si bien el acuerdo –de una forma totalmente inconstitucional– prohibía que ningún juez de la República Oriental del Uruguay rompiera la confidencialidad, como nosotros trabajábamos con los jueces estadounidenses automáticamente nuestros abogados estadounidenses presentaron una medida de no destrucción al momento de salir el laudo. Porque el acuerdo de confidencialidad establecía –y el Estado uruguayo lo aceptó, eso es lo insólito, ¡lo aceptó!– que cuando saliera el laudo automáticamente se destruyeran las pruebas en el lapso de 30 días; pruebas que ya estaban en manos de los abogados recíprocos, por lo tanto se iba a poder hacer. Nosotros presentamos una medida ante la Suprema Corte de Nueva York, donde está radicado el juicio actualmente, y se detuvo esa destrucción, para lo cual había una audiencia el 1 de febrero –o sea hoy–; nuestros abogados solicitaron una prórroga para aproximadamente mediados de febrero –en este momento todavía no tengo la fecha–, pero las pruebas no han sido destruidas, se cumplió con la orden y se va a seguir discutiendo el tema con las pruebas en el juzgado.

EC - Eso ya no tiene marcha atrás, no hay ninguna apelación posible: las pruebas van a estar disponibles.

GG - Va a haber una audiencia. Para nosotros, en nuestro expediente el listado de las pruebas va estar, el tema es que a los efectos públicos o si quedan o no, lo decidirá la Suprema Corte. Todavía no hay una decisión, lo que hay es disposición de los bancos de acceder a la presentación.

EC - ¿Cómo sigue este juicio, cuánto tiempo le falta aproximadamente?

GG - Los tiempos judiciales, estimado periodista, nunca se conocen exactamente...

EC - Se lo pregunto porque podría ocurrir que los tiempos judiciales en Estados Unidos fueran un poco más rápidos que los nuestros.

GG - Sí, son muy rápidos.

EC - ¿Entonces?

GG - El tema es que tenemos este incidente, los bancos aceptaron las notificaciones en Nueva York directamente, no como la otra vez que hubo que notificarlos en Alemania y Suiza, esta vez sus representantes aceptaron las notificaciones dentro del estado de Nueva York. Por lo tanto pienso que de aquí a abril o mayo estaremos en una etapa de preprueba en la que se acostumbra a hacer los intercambios de documentación; dentro del juicio principal, no en este incidente.

EC - ¿Entonces?

GG - El juicio es por jurado, o sea que si no hay un acuerdo antes pienso que se estaría en la etapa de juicio por jurado aproximadamente a mediados de año. Vamos a aclarar: cuando se contesta la demanda o antes de contestarla hay que presentar lo que se llaman mociones o incidentes; eso sucede, acá también, en el derecho uruguayo, en el derecho latinoamericano existen las llamadas excepciones o incidentes; allá les llaman mociones, entonces puede ser que presenten alguna moción de algún tipo. Por lo pronto ya aceptaron las notificaciones, y como la otra vez nos habían puesto una excepción de que debían ser notificadas las matrices en sus países de origen y esta vez no, preveo que va a ser más rápido.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe