Argentina: inflación y déficit fiscal en la mira
La victoria electoral le da al gobierno argentino más fortaleza para enfrentar los desafíos inmediatos y de mediano plazo en el plano económico. Para hablar sobre el tema estuvo en La Mañana de El Espectador la economista Matilde Morales, de PwC.
¿Dónde están estos desafíos para el gobierno? ¿Cuál es la situación de la economía argentina en la actualidad?
-Lo primero a destacar es el crecimiento que está teniendo la economía, que se acelera y se generaliza a la mayoría de los sectores de actividad.
El mes pasado conocimos los datos del segundo trimestre. El PIB creció 2,7% en ese período, bastante por encima del 0,4% que fue el crecimiento del primer trimestre y después de haber caído 2,2% en 2016.
El impulso de la actividad económica está proviniendo de la demanda interna: en el segundo trimestre creció casi 8% la inversión en comparación con un año atrás y aumentó en torno a 4% el consumo del sector privado.
Buenos datos desde la perspectiva de la actividad económica…
-Sí, y eso se percibe en las encuestas de expectativas. Desde finales del año pasado el relevamiento que hace el Banco Central entre analistas argentinos mostraba un deterioro en las proyecciones de crecimiento para 2017, perspectivas que comenzaron a cambiar desde mediados de este año.
El mercado está previendo un aumento de la actividad de 2,8% este año y levemente más alto, de 3%, para 2018.
En este escenario más favorable sobre la actividad económica, persiste el problema de la inflación y del déficit fiscal…
¿Qué niveles de inflación tiene Argentina hoy?
-Con el nuevo índice que comenzaron a divulgar desde este año, en enero-setiembre la suba de precios minorista a nivel de todo el país llega casi al 18%.
Si tomamos el índice para Buenos Aires, que nos permite medir el último año, en los últimos doce meses la inflación llega al 26%.
Un año atrás, esta inflación era de casi 45%. Es decir que se ha venido reduciendo, pero a un ritmo que es todavía insuficiente para los objetivos que tienen las autoridades. En el presupuesto que se presentó para el próximo año, las autoridades se plantearon bajar la inflación a 15%.
Pese a que el dólar se ha mantenido relativamente estable, está costando entonces reducir el incremento de precios…
-Sí, y en esto incide el otro gran desafío que tienen las autoridades, que es el de reducir el déficit fiscal.
En el último año la emisión de dinero para cubrir parte del déficit se ha mantenido en niveles elevados, cercanos al 30%, y esto impacta en la inflación.
Argentina registró en 2015 un déficit fiscal primario (que excluye el pago de intereses) de 3,2% del producto. El año pasado este déficit se elevó a 4,5%, y pese al mayor crecimiento económico y al ajuste de tarifas, la proyección para este año es reducirlo marginalmente, a 4,2% del producto. Para 2018, la meta es más exigente, de reducir el déficit un punto, y llevarlo a 3,2%.
La inflación y el déficit fiscal entonces, como los desafíos prioritarios del gobierno…
-Así es. Y el desafío es importante. Parte de la estrategia de reducción del déficit fiscal pasa por bajar los subsidios que tuvieron las tarifas públicas y otros bienes como los combustibles en los últimos años.
Al respecto, desde ayer está vigente en Argentina una suba del precio de los combustibles, del orden del 10%; es el tercer aumento que se decide en este sector en lo que va del año, y esto no es una buena noticia para la inflación.
Pero más allá de esto, el resultado electoral de este domingo implica un mayor respaldo al gobierno para encarar reformas, y esto es bien visto por el mercado y los inversores. Algunos opinan ya que el resultado electoral podría impulsar aún más la inversión y llevar a un mayor crecimiento.