"Es la inversión más grande en la historia del país y de UPM. No es cosa de todos los días que Uruguay se transforme, si esto se hace, en el quinto exportador de celulosa del mundo. Es algo muy importante y por lo tanto exige mucho trabajo", subrayó el ministro.

Este martes el Gobierno culminó la primera etapa de negociaciones con la empresa finlandesa, que se extendió por 17 meses y que dio inicio a la segunda instancia en la que se seguirá avanzando hacia la instalación de la planta.

En caso de concretarse, esta será la segunda planta de UPM en Uruguay y la tercera de pasta de celulosa en el país suramericano.

Según fuentes del Gobierno, la instalación de UPM implicaría un incremento de más de dos puntos porcentuales del producto interno bruto (PIB) del país y un aumento de las exportaciones en el entorno de los mil millones de dólares anuales.

La inversión total de la empresa y sus socios o proveedores rondará los 4.000 millones de dólares, mientras que el Gobierno uruguayo deberá aportar 1.000 millones para proyectos vinculados con infraestructura.

Astori señaló que este proyecto "es beneficioso para Uruguay" no solamente por la planta en sí, sino también porque le traerá al país la posibilidad de "dinamizar una zona" que está "muy venida a menos".

"Vamos a tener ya no una planta de celulosa sino una cadena productiva importante, confío en ello. Calculamos 600 empresas proveedoras, luego la planta y, finalmente, todas las consecuencias hacia adelante en materia logística, de puertos, de transporte", agregó el ministro.

Asimismo, explicó que, pese a que reconoce lo arduo de las negociaciones, será "muy importante" para el país que se instale la planta por la apertura al exterior y la generación de puestos de trabajo.

La ministra de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Eneida de León, dijo a la prensa que desde su cartera ya están trabajando en las condiciones para los cuidados ambientales de la futura empresa.

La preocupación de su ministerio está en la situación del Río Negro, uno de los principales del país y a donde irán los desechos de UPM y afirmó que la empresa está de acuerdo en que es necesario "mejorar la situación" del río.

"Los sectores que están con más fósforo son la parte alta que entra del Brasil y la desembocadura antes del Río Uruguay por la propia producción agrícola de nuestro país y eso es lo que tenemos que cuidar", explicó De León.

La ministra manifestó que si se confirma la instalación de la planta, será necesario que se incentive "mayor control", pero que hasta que no se asegure la inversión definitiva, no le pedirán a la empresa un estudio ambiental.

"Nosotros consideramos que no se debe iniciar ningún estudio hasta que haya efectivamente un compromiso de la empresa de invertir", concluyó.

La primera planta que instaló la papelera finlandesa en Uruguay, en la ciudad de Fray Bentos, en el departamento de Río Negro, generó tensiones entre Uruguay y Argentina durante el primer Gobierno de Tabaré Vázquez (2005-2010) y sus homólogos argentinos Néstor Kirchner primero y Cristina Fernández después.

El conflicto derivó en un juicio frente a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, que en 2010 determinó que la planta no contamina, contrariamente a lo que afirmaban las autoridades argentinas, pero que el Gobierno uruguayo no informó debidamente al vecino país, como exigían los acuerdos bilaterales.

Las declaraciones de los ministros uruguayos tuvieron lugar hoy en el marco de su participación en la inauguración de la jornada "Hacia una gestión pública basada en evidencias-10 años de la Unidad de Presupuesto Nacional", en Montevideo. EFE