La situación de la inversión
Germán Deagosto dedicó su columna a repasar la situación y las perspectivas para la inversión. Luego de años excepcionalmente buenos, hoy la inversión constituye una de las principales fuentes de fragilidad que condicionan la continuidad del repunte económico reciente. Entre sus ejes centrales, el análisis abordó la situación de la inversión extranjera directa, el panorama de los proyectos canalizados a través de la Comisión de Aplicación de la Ley de Inversiones (COMAP) y la evolución del índice de inversión en maquinaria y equipos elaborado por la Cámara de Industrias.
Respecto a la inversión extranjera directa, y en línea con la realidad de la región, los últimos años también se han caracterizado por un marcado deterioro. En efecto, luego de haber alcanzado niveles récord durante la década pasada, los niveles de inversión actuales son similares a los observados al comienzo del siglo. Este repliegue es producto de varios factores, algunos de naturaleza general (caída del precio de las materias primas, desaceleración regional y expansión de la economía digital) y otros de naturaleza doméstica (Uruguay se ha encarecido mucho en los últimos años).
En relación a los proyectos presentados ante la comisión de aplicación de la ley de inversiones (COMAP), tanto durante el tercer trimestre como en el acumulado del año se constata una contracción del número de proyectos y de los montos. Esta caída está en línea con los resultados que arroja la última "Encuesta anual de inversión industrial" publicada por la Cámara de Industrias el año pasado. En este relevamiento, los encuestados estimaban que en 2017 iban a reducir sus inversiones y señalaban a al problema de la rentabilidad como el principal obstáculo para invertir.
Por su parte, analizando el comportamiento del índice de inversión en maquinaria y equipos que elabora la cámara de industrias (IMEQ), no es esperable un cambio de tendencia de la inversión durante el tercer trimestre. Este indicador recoge la evolución de las importaciones de algunos grupos de bienes de capital y permite estimar la trayectoria de la inversión en maquinaria y equipos (que además de representar casi el 50% de la inversión total, es el componente con mayor capacidad de arrastre o reproducción de la inversión). Concretamente, el IMEQ general de la economía está pautando una contracción de casi 20% interanual para el tercer trimestre.
En términos de perspectivas, dado que es esperable que el escenario macroeconómico se mantenga sin cambios, la inversión continuaría en niveles bajos en el mediano plazo. Sin embargo, existen algunos factores que de materializarse podrían contribuir a revertir la tendencia. Entre ellos, se pueden destacar (i) un renovado impulso de la inversión regional en algunas zonas del país, (ii) mayores avances en el plan quinquenal de infraestructura y (iii) la concreción de la nueva planta de celulosa por parte de UPM. En ausencia de estos impulsos, el crecimiento económico continuaría ligado a factores externos de carácter coyuntural, como ser la apreciación cambiaria y el encarecimiento regional (factores que han apuntalado el consumo privado y las exportaciones de servicios). De ser así, el panorama de crecimiento hacia adelante continuará siendo incierto, dado que en ausencia de una reactivación de la inversión es difícil pensar en un proceso de expansión sostenible y con derrames sobre el empleo.