Si bien la tasa de desempleo cayó en términos interanuales, la evolución de la tasa de empleo (demanda laboral) y de la tasa de actividad (oferta laboral) continúan evidenciando el deterioro del mercado de trabajo. Puntualmente, la caída de la tasa de desempleo en relación al año anterior responde a una contracción de la actividad que fue mayor a la del empleo. De esta manera, el mercado laboral todavía no recoge la reactivación que viene mostrando el PIB desde mediado del año anterior, y lo más probable es que el 2017 sea el tercer año consecutivo de destrucción de empleo.