Entrevistas

Argentina después de la cesación de pagos

Argentina logró un 76% de aceptación al canje de deuda y salió del default. El economista argentino Abel Viglione dijo que es muy difícil prever qué reacción pueden tener los inversionistas. "Algunos dicen que el país ha roto su reputación y los capitales no van a venir"; "otros, que el capitalismo tiene mala memoria y van a venir", explicó. En cuanto a las negociaciones con el FMI dijo que se firmará un acuerdo pero no arriesgó de qué tipo.

(Emitido a las 8.50)

EMILIANO COTELO:
"76,07 por ciento". Ese fue finalmente el número mágico para la salida del default. Me refiero al grado de adhesión al canje de papeles de deuda argentina, una operación de ribetes históricos, porque entre otras cosas implica que los tenedores de los papeles que entraron en el canje aceptaron una quita del orden del 70 por ciento, algo absolutamente inédito, al punto que el presidente argentino, Néstor Kirchner, llegó a decir orgulloso que "ésta fue la mejor negociación en la historia del mundo".

Es un tema que sin duda da para varios enfoques y análisis. Hoy les proponemos el primero de ellos con Abel Viglione, economista senior de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), con sede en Buenos Aires.

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Economista Viglione, antes que nada alguna aclaración para que los oyentes se ubiquen en la magnitud de la operación que acaba de cerrarse. El ministro Roberto Lavagna explicó que el ahorro como consecuencia de esta reestructuración es superior a los 67.000 millones, y justificó esta cifra al afirmar que la deuda total antes del canje incluía también los intereses corridos desde el default de 2001, por lo cual ascendía a 102.000 millones, de los cuales 81.800 eran de capital nominado.

ABEL VIGLIONE:
La comparación que está haciendo el ministro es después del resultado de aceptación por parte de tenedores de deuda argentina locales y extranjeros, compara hoy con fin del año pasado. Esos cálculos van a aparecer hoy comparados con fin del año 2001, cuando el presidente Rodríguez Saa declaró el no pago de la deuda, el default de Argentina. En aquel momento la deuda era más o menos de 141.000 millones y era el equivalente al 53 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI). Hoy la deuda, si la comparás con ese período, sería de 125.000 millones, entonces la caída es mucho menor y representará alrededor del 75-76 por ciento del producto.

EC - Lavagna miró los números de esta otra manera: afirmó que el nivel de deuda respecto del PBI era en 2001 de 113 por ciento, y ahora, como consecuencia del proceso de reestructuración, ha bajado a 125.000 millones, o sea que estamos ante una relación deuda/producto de 72 por ciento.

AV - No, no. Eso es como cuando vos querés medir pobreza y alguien que quiere demostrar que ha crecido la mide desde el mínimo y dice "hoy estamos en el máximo", y otro al revés, mide desde un máximo y dice "hoy hemos bajado respecto de un máximo". Es un problema de comparación.

De cualquiera manera el proceso de aceptación fue tortuoso, fueron 38 meses, Argentina hizo dos propuestas. Una en la reunión del Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) en Dubai, en setiembre del año 2003, que nadie hubiese aceptado, absolutamente nadie. Cuando el presidente cita artículos de diarios de colegas míos que estaban en contra son artículos de fines del año 2003 o principios de 2004.

EC - Sí, fue muy crítico ayer, por ejemplo con el economista Daniel Artana, también de FIEL.

AV - Daniel es compañero mío de trabajo, lo conozco desde hace más de 20 años. La propuesta de Dubai –para que el público tenga una idea– era que por cada dólar que Argentina debía íbamos a dar 8 centavos, o sea una quita del 92 por ciento. Todos los artículos que citó el presidente de la Nación son de aquella época.

Por buenas o malas Argentina hizo su segunda propuesta en julio de 2004, que se llama Propuesta de Buenos Aires, en la cual la quita pasa a ser de 25 por ciento en términos de valor presente, con lo cual triplica la oferta, antes daba 8 centavos y ahora da 25 centavos. Se le vende a la sociedad argentina diciendo que se mantiene todo, pero se triplicó la oferta.

EC - Ahí la quita era del 75 por ciento.

AV - Quita del 75 en valor presente, o sea descontada una tasa de interés. O sea que te daban 25 centavos por cada dólar. Las condiciones del mundo cambiaron, los bancos centrales de Asia compraban dólares, compraban bonos de Estados Unidos, caían las tasas de interés de largo plazo y la oferta argentina, evaluada la nueva tasa de interés que había caído, era hacer una quita de en vez del 70 del 75, o sea que por cada dólar que debía el acreedor se llevaba 30 centavos. Esa fue la propuesta final, que llega por mucha ayuda del exterior, o sea alguien sentado acá sin hacer nada. Esa es la propuesta que tiene el 76 por ciento de aceptación.

EC - ¿Cómo la evalúan ustedes? ¿Cómo sale Argentina de esta negociación?

AV - Como en el libro de Otelo, están los Casio y Yago, los dos lugartenientes de Otelo. Yago le juega una mala pasada a Casio, lo emborracha, y Casio es echado por Otelo. Eso es lo que hay detrás, creo que en el capítulo dos.

EC - ¿Y cómo viene a cuento acá?

AV - Que Casio le dice a Yago, que era quien le había tendido la trampa, que ha perdido la reputación y es imposible recuperarla. Y Yago le dice: "Mire, la reputación, si usted quiere, se recupera en forma instantánea porque la gente la gana o la pierde automáticamente". Y Argentina se ha dividido entre los que están del lado de Casio y los que están del lado de Yago. Los que están del lado de Casio te dicen: "Argentina de una u otra manera ha roto su reputación y no van a venir capitales". Y los que están del lado de Yago te dicen: "La gente tiene memoria corta, el capitalismo mira para adelante y van a venir capitales".

Yo creo que si bien nos podemos ubicar de un lado o del otro, el resultado va a estar en el medio de Casio y Yago. En lo que creo que ayuda mucho esto de la renegociación de la deuda pública es que el sector privado va a poder acceder al mercado de capitales; no así el sector público argentino.

EC - ¿Cómo es esto?

AV - Cuando Argentina como país, como sector público, regulariza su situación, que es lo que está haciendo ahora, el sector privado va a tener la opción de acceder al mercado internacional de capitales, que hoy no tiene. En cambio el sector público, como ha perdido la reputación y va a tener que demostrar que la tiene que recuperar, durante muchos años va a tener que atender el servicio de deuda antes de poder emitir nuevos bonos.

Éste es el esquema que yo veo para adelante. El mayor beneficiado del arreglo de la deuda sería el sector privado.

EC - ¿Qué pasa con los papeles que no entraron en el canje, qué pasa con ese 24 por ciento de la deuda en default?

AV - Son más o menos 19.600 millones de pesos que están dando vueltas. Es un número muy alto si imaginás que el total de la deuda de Rusia, el default de Rusia de 1998, fue de 32.000 millones y en Argentina casi 20.000 que quedaron afuera.

EC - Lo que quedó afuera del canje es equivalente al default de Rusia.

AV - A dos terceras partes del default de Rusia. Es muy grande. Supongo que va a ir por vía judicial, entonces en algún momento del futuro, dentro de entre cinco y diez años, se van a dictar sentencias y Argentina va a tener que atender el servicio de esa deuda. Hay casos muy especiales, como fue el caso Elliot en Perú, en que los acreedores lograron cobrar; aquí creo que va a costar porque el gobierno argentino no tiene empresas estatales, no tiene activos para poder ejecutar. Pero en algún momento del futuro estas personas que han quedado fuera, estos tenedores de deuda, van a accionar judicialmente contra Argentina. O sea que en el futuro la sociedad va a tener que pagar mayores impuestos para atender el resultado de los juicios.

EC - Entonces la deuda argentina ahora queda en 125.000 millones de dólares, compuesta por: esa parte de papeles que no entraron en el canje, los nuevos papeles producto del canje y la deuda con los organismos multilaterales.

AV - La deuda con los organismos multilaterales es muy elevada.

EC - ¿En cuánto está?

AV - Anda en alrededor de 13.000 millones.

EC - Entonces, ¿qué pasa a continuación con la relación con el FMI? El ministro de Economía, Roberto Lavagna, se reúne el próximo fin de semana con el director gerente del Fondo, el español Rodrigo Rato. ¿Ustedes creen que esta modalidad que llevó adelante Argentina, default mediante, que va contra las recomendaciones tradicionales del FMI, puede llegar a ser una traba para las negociaciones con ese organismo?

AV - Es difícil contestarte porque Argentina hizo una violación de cuatro puntos de lo que son los canjes anteriores, como fueron los de Uruguay, Ecuador, Rusia y varios países más. La respuesta corta que te tengo que dar es: se van a sentar con las autoridades del Fondo, Argentina va a firmar un acuerdo con el Fondo. Pero probablemente hoy haya cambiado la percepción de cuál tiene que ser la función de los organismos multilaterales, especialmente la del Fondo, no las del BM o el Banco Interamericano de Desarrollo. Ha cambiado la percepción de cómo deben trabajar los organismos multilaterales en países que han tenido un default y no han cumplido los puntos normales que podés reconocer, como pueden ser primero negociación amistosa, reglas de reestructuración –en las cuales los organismos multilaterales tenían normas de comportamientos–, emisión de títulos bajo legislaciones de otros países –un cambio muy importante–, y cláusulas de acción colectiva. Es difícil de explicar, pero para contestarte la pregunta: Argentina se sienta con el Fondo y va a firmar un acuerdo. ¿Qué tipo de acuerdo? De eso no tengo ni la menor idea.

EC - ¿Por qué? ¿El Fondo puede estar más duro o más blando con Argentina después de esto?

AV - Visto esto uno pensaría que debería estar más blando, por eso uno está pensando que cambia la posición de los organismos multilaterales, pero si uno mira la historia anterior debería decir que le va a pedir lo mismo que le pidió en el acuerdo que Argentina dejó de cumplir en agosto del año 2004, o sea que tendría que ser duro.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe