Para Fernando Secco una baja del precio de la carne por decreto terminaría en "escasez" y "menor calidad".

Frigoríficos propondrán "una rebaja que contempla las aspiraciones" del gobierno

Para Fernando Secco, presidente de la Asociación de la Industria Frigorífica, una baja del precio de la carne por decreto terminaría en "escasez" y "menor calidad". Esa gremial presentará una propuesta para contemplar la rebaja del 20% que había solicitado el gobierno, anunció. Agregó que no se opone a la importación desde Argentina o Brasil por confía en las autoridades sanitarias.

(Emitido a las 9.05)

EMILIANO COTELO:
El gobierno y los frigoríficos vienen protagonizando una dura negociación en estos últimos días que tiene como tema central el precio del asado.

Después de semanas de polémica mediática, hoy de tarde las gremiales de la industria le presentarán una propuesta al Instituto Nacional de Carnes (INAC). Pero el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) ya advirtió que si no hay acuerdo antes del jueves puede llegar a fijar por decreto el precio de ese corte de carne.

De estos temas y del contexto en el que se produce esta discusión vamos a conversar a continuación con Fernando Secco, presidente del Frigorífico Tacuarembó y de la Asociación de la Industria Frigorífica (AIF).

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Secco, usted representa a la AIF, que una de las dos gremiales del sector; ustedes reúnen a seis frigoríficos: Carrasco, Elbio Pérez Rodríguez, Las Moras, San Jacinto, Canelones y Tacuarembó. Por lo tanto, ¿qué porcentaje de la producción?

FERNANDO SECCO:
Se acercaría al 50 por ciento, no lo tengo exactamente medido pero es más o menos así.

EC - Y en este tema que ha estado en el tapete en estos días, ¿las dos gremiales están en la misma posición o hay matices?

FS - Hay mucha coincidencia entre las gremiales al respecto, así que están en la misma posición.

EC - Antes de entrar al tema en sí del asado, ubiquemos cómo viene la situación de la industria frigorífica, sobre todo la situación en materia de exportaciones. Estamos en un muy buen momento.

FS - Así es, es un momento bueno para toda la cadena agroindustrial, como decía hace un rato una economista acá, ha habido una suba de los precios de los commodities en el último año y pico, y eso ha favorecido ciertamente la producción de los países como Uruguay.

EC - Exportamos 670 millones de dólares de carne el año pasado.

FS - Así es, tiene las cifras más precisas que yo.

EC - Estuve revisando los números antes de empezar esta entrevista. Un número que ha sido récord.

FS - En la historia de Uruguay, sí señor.

EC - ¿Cuánto de la carne vacuna va para el mercado interno y cuánto se exporta?

FS - Este año debemos estar en un 70 por ciento de la producción para la exportación y un 30 para el mercado interno.

EC - En el mercado interno hemos venido asistiendo a una caída del consumo.

FS - Sí, no hay duda, después de la crisis financiera de 2002 obviamente el consumo cayó drásticamente. Ahí la industria comenzó a vivir un problema terrible.

EC - ¿Por qué?

FS - En ese momento tampoco se podía exportar por el tema de la aftosa, entonces no teníamos cómo colocar en el mercado externo ni podríamos exportar. Pero ciertamente dentro de un contexto es obvio que Uruguay, que tiene casi 12.000.000 de cabezas (de ganado vacuno) y 3.000.000 y algo de personas, tiene una neta vocación exportadora, un enfoque exportador por lo menos.

EC - Esta caída del consumo se refleja en este número: antes de la crisis los uruguayos consumían 100 kilos de carne por año...

FS - De todas las carnes.

EC - Sí, de todas las carnes. Ahora no llegan a los 60 kilos de carne por año. Se da una paradoja, porque ahora que la situación económica va mejorando y por lo tanto el consumidor puede volver a comprar en mejores condiciones, al mismo tiempo resulta que el auge exportador trae precios al mercado interno que pueden entreverar a ese consumidor en sus decisiones de compra.

FS - Parece una paradoja, porque ciertamente aquellos 60-65 kilos de carne por persona y por año que consume Uruguay no representan un consumo bueno y sano. Y no es que quiera afectar a un producto tan noble como la carne.

EC - ¿A qué se refiere?

FS - Todas las cosas tienen que tener un equilibrio, el consumo de pollo medido internacionalmente en Uruguay es muy bajo, el consumo de pescado en Uruguay es muy bajo y sin embargo tenemos las dos producciones. Uruguay tiene una tradición de consumo de carne que como todas las cosas seguramente se va a mantener, pero en la medida en que se vayan resolviendo temas de carácter cultural y fundamentalmente económico –porque depende obviamente de un proceso de apertura económica– la gente va a comer más pescado y más pollo, seguramente comerá la misma cantidad de kilos de carne pero mucho más equilibradamente.

EC - Antes de entrar al tema del asado, que es el que se ha convertido en el centro de esta discusión –quizás un poco sorprendentemente–, quiero preguntarle cómo son las relaciones entre la industria frigorífica y el MGAP. Recordemos cómo empezó esto hace pocos días. Hace dos semanas al conocer el incremento en el precio de la carne el ministro de Ganadería, José Mujica, reaccionó de manera muy tajante y dijo: "Yo no me chupo el dedo, esta suba de la carne es contra el ministro". Pareció que estaba allí latente un vínculo entreverado entre la industria frigorífica y las nuevas autoridades.

FS - Vínculo entreverado no, entreverado no debe haber nada, como decía aquí tiene que haber gente junta pero no entreverada. La industria con el nuevo gobierno lo que puede tener es solamente un espíritu de cooperación; con el nuevo, con el anterior y con todos los demás para atrás, porque nosotros somos empresarios y consecuentemente somos socios del Estado. ¿Qué perfil toma cada gobierno que ocupa la mayoría en el Estado? No soy quien para entrar a juzgarlo ahora ni es un tema que les tenga que importar mucho a los empresarios, los empresarios están para trabajar y cooperar con el gobierno.

Respecto de por qué el ministro salió con esos comentarios, habría que preguntárselo a él.

EC - Después reconoció que quizás se había apresurado.

FS - Es obvio, nadie puede voltear a nadie en este país, nos conocemos todos, sabemos quiénes somos, esto no es la CIA que tenga una acción específica o "escondida" como para voltear a alguien, esas cosas no son apropiadas. Pero nosotros nunca entramos a analizar esos temas y esos comentarios, porque más allá de que a cualquier persona le pueda producir una reacción, buena o mala, en nuestro caso fuimos al meollo del problema, que era exactamente la preocupación por el precio del asado.

EC - Usted dice: "nosotros fuimos al meollo del problema". ¿Cuándo fueron?

FS - Yo hablo respecto de la industria. Fuimos cuando él dijo esas cosas por la prensa.

EC - ¿Ustedes tuvieron un contacto directo para explicarle los motivos del aumento?

FS - La gremial todavía no ha tenido un contacto directo con el ministro.

EC - La otra gremial sí lo tuvo.

FS - Es público y notorio que lo hizo.

EC - Lo que había estado sobrevolando esa suposición de Mujica era una idea que él había manejado de recortar la devolución de impuestos que beneficia a la industria frigorífica para utilizar una parte de ese dinero en subsidio a los criadores. ¿A ustedes cómo les había caído esa posibilidad?

FS - No es que nos caiga o no nos caiga, es qué efectos puede tener y si las ideas son buenas o malas. El problema es que cuando uno expone sus ideas a nivel público obviamente siempre hay gente que discrepa y gente que comparte. Nosotros no hacemos ni una cosa ni la otra, pero nos hubiese gustado analizar este tema con el ministro en una forma mucho más privada, y no porque las cosas no se puedan saber, sino porque cuando se hace en forma mediática se reacciona, esa es la verdad o es nuestra impresión.

EC - ¿Cuánto suma esa devolución de impuestos en la industria frigorífica?

FS - Suma unos 30 y tantos millones de dólares. No lo sé porque cada vez lo pagan más tarde, ahora se paga al año, si bien siempre es plata, se paga un poco tarde. Además es un tema que ni siquiera tendría que estar en discusión, porque ¿a qué país del mundo le va a interesar comprarle impuestos a Uruguay? Por más que otros nos vendan impuestos, el problema es que nosotros no le podemos vender impuestos a nadie, a nadie le interesa comprar los impuestos de Uruguay.

EC - ¿Hoy esa devolución de impuestos es necesaria para garantizar la competitividad de la carne uruguaya en los mercados internacionales?

FS - No sé si es absolutamente necesaria, pero la productividad del país viene creciendo año a año y un análisis de ese tipo tendría que tener otro rigor. Lo que en todo caso tiene que ser más debatible es si orientar esa devolución de impuestos de la exportación a la cría de hacienda va a tener un efecto positivo. En todo esto puede haber –y no lo digo específicamente por el ministro Mujica, sino porque he oído a otras personas– un poco de misterio y de prejuicios porque obviamente una industria que exporta 670 millones es un sector muy importante de la economía del país y muchas veces está envuelta en una aureola particular. En este momento de la economía del país hay que tener una actitud abierta por parte de todos y conversar y discutir los temas. En definitiva, si bien la industria puede sentirse perjudicada por una eliminación o un nuevo destino de la devolución de impuestos, es un tema que tiene una participación mucho mayor por el lado de los ganaderos, tanto de los criadores como de los invernadores, que son todo el ciclo de la cadena. Ahí es donde hay que debatir fuertemente.

EC - ¿Se abrió un canal de diálogo sobre ese tema en particular?

FS - Está abierto permanentemente, yo conozco particularmente esa información por la prensa. Ya le digo que todavía no hemos tenido la oportunidad de reunirnos con el ministro ni con el subsecretario para dialogar sobre estas cosas.

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EC - La negociación que ahora ha quedado planteada es por la baja del precio del asado. ¿Qué opinión tiene usted, qué opinión tiene la gremial que usted representa sobre esta preocupación del gobierno por el precio de este corte en particular?

FS - En primer lugar, frente al planteo del ministro corresponde que le demos una respuesta y así se va a hacer en el día de hoy. Si usted profundiza más en lo que pensamos, pensamos muchas cosas, pero nuestro espíritu no es polemizar públicamente porque nos parece que al público en general tampoco le preocupa, en todo caso lo que preocupa a los consumidores es el precio de la carne. Pero todo eso tiene una respuesta y un análisis mucho más profundos.

EC - El directivo de la Asociación de Carniceros, Alfredo Cambón, dijo que la rebaja en el precio sólo de los asados complica a frigoríficos y también a carniceros, y opinó que para lograr "un descenso real se deberían rebajar todos los cortes del delantero". ¿Usted qué opina?

FS - Tiene razón. ¿Usted cuántas veces a la semana come asado?

EC - El asado es un producto vedette, un producto del cual se habla mucho, un producto en torno al cual hay todo un ceremonial de reunión...

FS - Mujica lo dijo muy claro: es un aspecto cultural, algo sí.

EC - Forma parte de la cultura uruguaya.

FS - No dijo que comiéramos todos los días asado, no fue ese su planteo, dijo que ese producto tenía que tener una rebaja porque representaba parte de la cultura del uruguayo, cosa que efectivamente es así.

EC - Tampoco es la carne de consumo en los sectores de más bajos ingresos, no es la carne más barata.

FS - Es verdad, no lo es.

EC - ¿Entonces?

FS - El tema está planteado así. No le puedo dar otra respuesta porque solamente el ministro Mujica puede explicar su preocupación y las razones de su planteo. Nosotros tenemos que dar una respuesta al planteo que él nos ha hecho y en eso estamos.

EC - Volviendo a Cambón, el dirigente de los carniceros, él señala que desde su punto de vista la solución para esta inquietud del gobierno –que también ha sido inquietud de los carniceros en algunos momentos– es importar carne de países vecinos, concretamente de Argentina y Brasil, o incluso importar animales en pie que se faenen aquí para destinar lo producido al mercado interno.

FS - Estamos hablando de dos cosas, usted me hace varias preguntas en una, vamos por partes. Lo que dice Cambón, que puede tener razón, no es lo que plantea el ministro Mujica. El ministro Mujica planteó la rebaja del precio del asado, nosotros podemos compartir eso o no, pero no estamos para debatirlo en forma pública.

EC - Cambón en definitiva dice que...

FS - Cambón se refiere a bajar el precio de la carne a los consumidores, lo cual es interesante para su negocio porque vendería más, lo cual me parece muy bien, y también es interesante para los consumidores que tendrían carne más barata.

EC - Cambón dice que de esta manera bajaríamos no sólo el precio del asado, bajaríamos el precio de la carne.

FS - Claro, si usted baja todo se va a beneficiar alguna parte de la cadena y otra se va a perjudicar, ciertamente.

EC - Ustedes, la industria frigorífica, ¿qué piensan de un mecanismo como ése?

FS - Traer ganado para faenar no es posible, pero no estaríamos en contra el día que se pueda, pero traer carne para consumir es una posibilidad, en todo caso habría que preguntarse por qué no se trae, por qué no se trajo.

EC - Es competencia para ustedes.

FS - Claro que es competencia.

EC - ¿Lo ven bien igual?

FS - ¡¿Cómo no lo vamos a ver bien?! Nosotros opinamos que tenemos que vivir en una economía abierta en beneficio del consumidor. Lo que le está pasando a Uruguay en este momento es que está accediendo a mercados, obteniendo divisas, generando trabajo, cosa a las que otros países no pueden acceder, países de la región como Brasil y Argentina. Consecuentemente un país que exporta el 70 por ciento de su producción sólo puede regirse por el precio internacional, ése es el negocio, eso estimula la cadena, afinca a la gente en el campo, porque si usted le da un buen negocio la gente se va a quedar en el campo.

EC - Una pregunta más para tratar de entender. Si los carniceros dejan de comprarles a los frigoríficos la carne que hoy les compran para el mercado interno, mucho problema no les generan, igual tienen donde colocarla en el exterior...

FS - Claro que sí.

EC - ¿Hoy hay más demanda afuera para la carne uruguaya que la que podemos satisfacer?

FS - Claro que sí, las oportunidades para el país son maravillosas en el mundo. Ese es el debate.

EC - Ese es el meollo de la cuestión.

FS - En eso deberíamos estar, cómo hacemos para crecer.

EC - Pero además porque existe esa demanda afuera, ese espacio en mercados internacionales es que el precio de la exportación está mandando sobre el mercado interno.

FS - Obviamente.

EC - Una solución para abaratar la carne en general, no sólo el asado, para el consumidor local es importar de Argentina, de Brasil. ¿Qué pasa con el riesgo sanitario?

FS - Eso es lo que tienen que controlar las autoridades oficiales, y creo que lo hacen muy bien; de hecho Uruguay goza del beneficio de la exportación que vivimos gracias a las autoridades oficiales desde el punto de vista sanitario, que le permitieron al país recuperar el estatus que tenía.

EC - Pero para usted que es exportador, ¿no hay problema, no se le genera un riesgo, sus clientes en el exterior van a seguir comprándole igual sabiendo que el país al mismo tiempo está importando carne de Argentina o de Brasil?

FS - Se trata del riesgo, no hay actividad privada sin riesgo. Se trata de eso casualmente, del riesgo. Puede haber un momento; como le dije, en 2002, cuando el precio del asado era regalado, nosotros teníamos centenares de operarios en seguro de paro, los mercados cerrados y tuvimos que asumir esos riesgos. Consecuentemente, si de algo se trata es de riesgo, lo preocupante es la administración del negocio.

EC - Yo hablaba del riesgo de que se nos cerrara algún mercado como consecuencia de la importación de carne de Argentina o Brasil.

FS - No, no creo que suceda eso porque confiamos en las autoridades sanitarias que tienen un estricto rigor en ese sentido.

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EC - Tengo varios llamados de la audiencia. Por ejemplo a propósito de lo que quedó dicho al pasar, que el asado no es el corte más barato, el corte de consumo en los sectores de menores ingresos, Norma, de Malvín Norte, destaca que si uno pasa al mediodía por cualquier obra de Montevideo hay olor a asado.

FS - Había.

EC - Hubo en épocas legendarias.

FS - Hubo en otras épocas.

EC - ¿Está habiendo otra vez?

FS - No solamente había sino que era muy rico, era una cosa que atraía a todos. Pero hoy no es ese el almuerzo de los obreros de la construcción en general.

EC - Vayamos a la negociación en sí. El gobierno quiere bajar sustantivamente el precio del asado; ¿en la industria hay disposición?

FS - La industria le va a dar una respuesta hoy al presidente del INAC, que yo espero que sea debidamente aceptada por el gobierno. Creo que es una propuesta buena; usted comprenderá que no se la puedo anunciar hasta que no se la anuncie al Poder Ejecutivo.

EC - ¿Pero qué orden de rebaja permitiría?

FS - Permitiría un orden de rebaja importante.

EC - ¿20 por ciento?

FS - No le voy a decir de cuánto. Discúlpeme, no se lo puedo decir antes de que les demos la información a quienes la han pedido, pero es una rebaja que contempla las aspiraciones del Poder Ejecutivo.

EC - El INAC, concretamente, reclamó una rebaja superior al 20 por ciento en el precio.

FS - Sí.

EC - Hoy, se ha dicho, el precio de ese corte –concretamente el asado de 13 costillas sin pulpón– para los distribuidores es de 35 pesos el quilo en planchada de planta frigorífica, y el gobierno pide bajarlo a 27,50, impuestos incluidos.

FS - Está muy bien. Nosotros vamos a llevarle la propuesta al Poder Ejecutivo hoy en la tarde; si usted me llama en la tarde con mucho gusto se lo digo, pero no se lo puedo decir antes porque me parece una falta de respeto por parte nuestra.

EC - Lo que ha estado sobrevolando una parte de este debate es el precio con el cual ustedes están exportando el asado a la República Argentina.

FS - Es verdad.

EC - Está por debajo del precio del mercado interno.

FS - Así es.

EC - ¿Cómo responden ustedes a ese aspecto en particular?

FS - Yo les respondí a varios que me hicieron ese cuestionamiento –algunos amigos– preguntándoles si ellos tienen las mismas tarifas para todos sus clientes. Creo que no. De todas formas, para que el público tenga una idea más cabal, las exportaciones a Argentina son muy bajas, nos han salvado en muchas ocasiones y además tienen otros componentes; no tenemos por qué andar explicando los negocios tal como son, pero tienen otros componentes.

EC - ¿Cuáles?

FS - Por ejemplo relaciones con otros mercados, momentos precisos donde se atora el asado y Argentina sigue demandando este producto; nosotros no podemos perder el canal con ciertos clientes. Un cliente –usted lo sabe mejor que nadie y los que están en los negocios también– es una cosa valiosísima, una cosa que no se puede perder, no nos podemos dar ese lujo, le hemos vendido pero no hay una cosa espuria detrás de eso, le hemos vendido a un precio más barato pero tampoco se puede decir que sea un volumen importante. Si usted toma el precio de venta del asado a la población de Uruguay, en términos generales es el mismo del promedio de los asados que usted vende.

EC - 40 pesos en las carnicerías acá, ¿es un buen promedio?

FS - Sí.

EC - 22 pesos es el precio de ese asado para ser exportado a Argentina.

FS - Sí, depende; yo preferiría hablar en dólares porque cuando uno habla de precios en pesos en el mercado interno, unos tienen impuestos y otros no, entonces vamos a hablar en dólares que creo que va a ser más claro para la gente.

EC - A ver...

FS - A Argentina se le vende a un precio de 850 dólares la tonelada. Vaya casualidad, no sé qué ha pasado con los negociadores de los productos que en estos días también subió el precio en Argentina. Se le vendía a 850 dólares, se le vendía a 900 o 950 dólares a Brasil y se le vendía a 2.000 dólares a Estados Unidos. Usted me dirá que a Estados Unidos va sin hueso, pero usted le saca el hueso, queda la carne y la exporta, y el hueso es parte del negocio también, aunque usted no lo mande a ese mercado. Quiere decir que ese mix de producción a usted le da un resultado equis en la venta del asado, que es el precio a que se vende en Montevideo.

EC - Claro, está bien, entiendo lo de los distintos precios a los que se exporta el asado, ¿pero por qué los uruguayos no podemos beneficiarnos del precio más bajo de todos esos que usted ha mencionado?

FS - Porque usted vende un mix, hay que comprenderlo, el argentino que compraba a ese precio es un cliente que le ofrece a algunas empresas uruguayas un beneficio muy particular, comprarle en toda época del año, cuando el precio sube y cuando baja, porque ahora estamos discutiendo en este momento. Esas son las reglas del mercado. ¿Usted ha viajado a Japón?

EC - No, a Japón no.

FS - Pruebe a comprar algo que hagan en Japón a ver dónde es más barato, si en Japón o fuera de Japón. Usted dirá que estoy mezclando, pero las cosas son así, lo que debe quedar claro acá, bien claro, es que la industria es parte de esta cadena y los precios que fijaba la industria en planchado, o sea para el distribuidor o para el carnicero, eran precios perfectamente comparables a los de exportación, no hay ningún espíritu de agarrar al uruguayo y exprimirlo, cuando ya sabemos lo que puede dar el bolsillo del uruguayo. En todo caso nuestro esfuerzo está en tratar de ver si les podemos sacar algo más del bolsillo a los consumidores de otras partes del mundo.

EC - Dice Zully: "A mí no me importa tanto el asado, me importa la pulpa, yo tengo que prepararles el almuerzo todos los días a mis nietos y lo que vale el churrasco es lo que me preocupa. El asado en todo caso es una comida de fines de semana". Entonces volviendo a la negociación y a la propuesta que van a presentar ustedes hoy, ¿hablan sólo del asado o contemplan otros cortes también?

FS - Reitero: no podemos adelantar la propuesta.

EC - Está bien, ¿pero esto apenas que le estoy preguntando?

FS - Discúlpeme pero es igual, las autoridades de INAC, que son las que nos han trasmitido el planteo, merecen el máximo respeto. Lo que va a haber es una respuesta que va a contemplar la demanda del MGAP.

EC - ¿No habrá que llegar entonces a la fijación de precios por decreto?

FS - Yo preferiría que no.

EC - Porque eso está como una espada de Damocles sobre estas conversaciones.

FS - Sí, pero si todo es así... Yo viví épocas, 25 años atrás, antes de que viniera la democracia, en que nos sentaban en una silla y nos decían: "Usted haga este negocio". Ahora cabe la chance de que si usted no lo hace no termine donde ya se imagina, no quiero refrescar esa historia.

EC - ¿Cómo? ¿Dónde podía terminar?

FS - Podía terminar en un cuartel. Ahora por lo menos dicen que es solamente tarifación. Si es tarifación se tarifa, pero de cualquier forma no nos parece bueno para el desarrollo ni siquiera de los consumidores uruguayos, la historia ha dicho –de repente hay una nueva– hasta ahora, en los 2.000 años que lleva, que todo eso termina mal, en escasez, en precios más altos, desestimulando la cadena, con menor calidad. Yo espero que eso no pase y además el esfuerzo de la industria va a ser el máximo para que no pase.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe
Fotos: Caterina Notargiovanni