La UE solo es fuerte si está unida
La solidaridad está a la orden del día en la UE, más ahora que Rusia y EE.UU. son igualmente peligrosos para los intereses del continente. Incluso Theresa May se benefició con este impulso unitario, opina Barbara Wesel para la DW.
El debate de los jefes de Estado sobre el ataque con gas nervioso ruso duró más tiempo y fue más intenso de lo esperado inicialmente. Al final, prevaleció una formulación que claramente atribuye la responsabilidad a Rusia. La primera ministra británica convenció a sus colegas con información de inteligencia sobre el agente químico utilizado en la acción. La agresión de Rusia se dirigió en contra de toda Europa, dijo Theresa May.
La canciller de Alemania se alineó con May y expresó su interés en que también países como Grecia o Italia evalúen su postura de ir en contra de una confrontación abierta con Moscú. Y varios miembros de la Unión Europea quieren responder al intento de asesinato en suelo europeo con la expulsión de personal diplomático ruso. Esa es la medida más dura que podría adoptarse a ese nivel.
Siguiente salida: "brexit"
La premier británica celebra el respaldo europeo como un triunfo personal. Pero en realidad se está vistiendo con ropaje ajeno: a un año del "brexit" y sin hacer nada, May disfruta una vez más de la solidaridad europea. Sus colegas le han dado un respaldo tan fuerte contra Putin, que el quiebre de esta alianza se tornará algo más amargo para Londres. Porque, a pesar de todos los intentos de Theresa May, está claro que debe haber una alianza de seguridad tras el "brexit". Una vez que el Reino Unido sea un tercero y carezca de la membresía de la Unión Europea, Londres verá cómo su influencia decaerá dramáticamente.
A propósito, los jefes de Gobierno de la Unión Europea en Bruselas también acordaron los próximos pasos en las negociaciones para el "brexit". Están políticamente de acuerdo sobre el período de transición y en que la base para la relación futura debería ser un acuerdo de libre comercio. Eso es prácticamente el mínimo común denominador en las relaciones internacionales. Más que eso no se puede, dadas las líneas rojas impuestas por los británicos, quienes -claro- siempre podrían cambiar de opinión.
En las negociaciones del "brexit" se ha establecido el patrón de que la parte británica hace grandes demandas iniciales, aunque es muy probable que luego ceda cuando vea que la Unión Europea se mantiene firme en su posición. El hecho de que con su actitud confrontacional no obtendrá ningún dividendo es algo de lo que ya empieza a hablarse en el Reino Unido.
La guerra comercial de Trump
La solidaridad europea ha mostrado su valía también contra las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. La UE reaccionó de inmediato advirtiendo que tomaría contramedidas y ganó algo de tiempo. Pero es obvio que cuatro semanas es muy poco para abordar y resolver asuntos complejos como el tráfico de bienes. Además, los europeos son reacios a negociar con la pistola en la cabeza.
La UE sigue comprometida con el comercio mundial libre, pero regulado, e intenta proteger sus propios intereses. En una guerra comercial pierden todas las partes, es la advertencia que hacen los europeos al presidente de Estados Unidos. Pero por lo que sabemos, él no escucha, sino que se deja guiar por sus propios impulsos. Actualmente, Trump es la mayor amenaza para el crecimiento, la prosperidad y la paz social en Europa. Hacia dónde nos llevará todo esto aún no está claro. La salida de los asesores con experiencia empresarial de la Casa Blanca deja poco margen para esperar buenas noticias. Una guerra comercial con Estados Unidos no ha sido cancelada, sino solo postergada.
Bolton amenaza el acuerdo con Irán
También sobre la política exterior estadounidense se dejan ver nubes negras. Con la llegada del halcón John Bolton como asesor de seguridad crece el peligro potencial de cara a las conversaciones programadas con Corea del Norte. Y para muchos, el acuerdo nuclear con Irán ya está condenado. Los europeos analizan qué pueden salvar del pacto cuando Estados Unidos se baje de él. Acá podemos estar ante la próxima gran crisis internacional, mientras la guerra en Siria sigue adelante y el autócrata turco Erdogan dificulta más las cosas con su lucha contra los kurdos en el norte sirio.
La situación internacional es tan desconcertante que, por momentos, supera a los europeos. Las primeras reformas para la eurozona se pospusieron para el verano, y la UE actualmente trabaja más bien para garantizar su sobrevivencia en medio de este clima tormentoso que en otra cosa. Los jefes de Gobierno han entendido que solo trabajando en conjunto son lo suficientemente fuertes para enfrentar los ataques de sus antiguos amigos y enemigos.