Según un comunicado del Ministerio de Economía y Finanzas, "la demanda superó ampliamente el monto emitido", y alcanzó a 6.700 millones de dólares, un monto cuatro veces superior al ofrecido.

Los objetivos de la operación fueron en primer lugar "consolidar la política de pre-financiamiento del Gobierno Central, fortaleciendo el nivel actual de liquidez". En segundo término "Extender la madurez promedio de la deuda, emitiendo un bono global en dólares de larga duración y recomprando deuda con vencimiento más próximo".

Por último, destacó el ministerio, "Crear un nuevo punto de referencia en la curva de rendimiento de bonos en dólares, que permita darle mayor liquidez al mercado y sea atractivo para los inversores".

El gobierno señaló que del total de 1.750 millones de dólares, 1.500 corresponden a efectivo y 250 millones a la recompra de bonos. Según informó el MEF, las ofertas de compra provinieron de un total de casi 300 cuentas, "incluyendo, por primera vez, cuentas del sudeste asiático".