Guerra arancelaria entre EE.UU. y México devalúa el peso y entorpece el TLCAN
En medio de una compleja, si no imposible, negociación del TLCAN, la imposición de aranceles de EE.UU. al acero y aluminio de México detona una guerra comercial con el país latinoamericano, que responde con "medidas equivalentes" mientras ve su divisa devaluarse.
Desde este 1 de junio, el Gobierno de Donald Trump aplicará aranceles para el acero y el aluminio importados desde la Unión Europea (UE), Canadá y México -de 25 % y 10 %, respectivamente-, una medida que ha preocupado a nivel internacional porque impacta en aliados y socios estratégicos.
Minutos después del anuncio, México sacó la artillería pesada y el presidente Enrique Peña Nieto habló con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, rechazando las medidas impuestas por Estados Unidos y anunciando "medidas compensatorias proporcionales", unas acciones que respaldó el influyente Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
La nación latinoamericana contraatacó con una tanda de aranceles a una variedad de productos como aceros planos (lámina caliente y fría, incluidos recubiertos y tubos diversos), lámparas, piernas y paletas de puerco, manzanas, uvas o ciertos quesos.
Los aranceles se aplicarán "hasta por un monto equiparable al nivel de la afectación", dijo la Secretaría de Economía, que lamentó la decisión "proteccionista" del Gobierno estadounidense y recordó que el país latinoamericano es el principal comprador de aluminio y el segundo de acero estadounidenses.
El canciller mexicano, Luis Videgaray, dijo que esta es una decisión "injustificada" y, parafraseando a Jean-Claude Juncker de la Comisión Europea (CE), aseguró que es un "mal día" para el comercio internacional.
El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) afirmó que la posición de México en materia migratoria o comercial "no habrá de variar ni por la retórica ofensiva ni tampoco por medidas unilaterales e injustificadas de esta naturaleza".
Para el especialista en Negocios Internacionales del Tecnológico de Monterrey, Manuel Valencia, esta "decisión política" de Trump tendrá un impacto no inmediato, y afectará sobre todo en las compras de las empresas de cara a 2019.
El movimiento del mandatario estadounidense se relaciona directamente con la compleja negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). "Es echarle más limón a la herida", opinó a Efe Valencia.
Si bien continúan las conversaciones para renovar este convenio comercial de 1994 entre México, Canadá y Estados Unidos, muchos analistas consideran que se encuentran en una especie de punto muerto, pues ya no saldrá antes de las elecciones presidenciales del 1 de julio en México, o las legislativas estadounidenses de noviembre.
La decisión ha dejado a un principal damnificado, el peso mexicano, que hoy se devaluó 0,56 % hasta las 19,92 unidades por dólar, uno de sus niveles más bajos de las últimas semanas.
La directora de Análisis Económico y Financiero en Banco Base, Gabriela Siller, dijo hoy a Efe que la pérdida de valor del peso se vio influenciada por la decisión arancelaria del Departamento de Comercio de Estados Unidos, en un momento de fragilidad de la moneda nacional por la renegociación del TLCAN y la cercanía electoral.
No obstante, parece que lo peor está por llegar: "En junio se seguirá depreciando el peso y podría subir a los 20,50 o 21 pesos por dólar", aseveró la experta, sobre todo si Trump formaliza su reciente amenaza de elevar de 2,5 % a 25 % el arancel a la importación de automóviles.
Esta realidad impactará en la lucha contra la inflación -que cerró 2017 con un elevado 6,77 %, la cifra más alta desde el año 2000.
Además, consideró Siller, es probable que el Banco de México se vea obligado a subir la tasa de interés, que hoy se sitúa ya en un significativo 7,50 %.
En una entrevista radiofónica poco antes del anuncio estadounidense, el gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León, afirmó que el instituto emisor se mantendrá alerta a cualquier cambio brusco en el mercado cambiario, a fin de "tomar las acciones correspondientes".
"Al final del día, hemos destacado que la acciones proteccionistas son elementos de riesgo, tanto para el crecimiento como para la inflación", remachó.
EFE