La Cámara de Agentes Pesqueros Extranjeros (CAPE)  rechazó en forma rotunda la afirmación de que Montevideo ostente el "triste récord" de ser el segundo destino de pesca ilegal en el mundo y aseguró que la operativa está bajo estrictos controles.

La institución salió en las últimas horas a rebatir lo asegurado por el ambientalista argentino Milko Schvarzman, uno de los responsables de la organización Océanosanos que, entrevistado en Rompkbzas, había citado un estudio que señalaba a la principal terminal portuaria nacional como la segunda más grande a nivel global sospechada de recibir pesca ilegal.

Una maniobra desarrollada, dijo,  por enormes flotas de barcos que operan en aguas internacionales sin ningún control, utilizando mano de obra esclava que, para evitar la trazabilidad, transbordan en alta mar a barcos cargueros que son los que descargan en Puerto.

Para el presidente de la Cámara, Aldo Braida, se trata de una afirmación grave e infundada, puntualizando  que la institución  tiene una clara y firme postura en contra de la pesca ilegal. Rebatió asimismo el estudio citado por Schvarzman para fundamentar sus dichos.

Braida rechazó  a su vez las afirmaciones de Schvarzman sobre la operativa de los buques "reefer", las embarcaciones que supuestamente estarían involucradas en la actividad de pesca ilegal.

Braida dejó en claro que los buques que entran a puertos uruguayos tiene pesca legal. Clarificó a su vez la cifra de medio millón de toneladas anuales, citada por el especialista.

Según sostuvo, en 2015, año récord, llegaron a las terminales nacionales 66 buques de este tipo. Con capacidad máxima individual de 5000 toneladas, esas naves supuestamente podrían haber descargado un máximo de 330 mil toneladas.

El Presidente de la Cámara reafirmó además que la actividad está regulada en Uruguay por cinco ministerios.