Análisis Económico

¿Cuáles son los términos del inminente acuerdo entre el gobierno uruguayo y el Fondo Monetario Internacional? Un análisis preliminar

Análisis del economista Pablo Rosselli, de Tea, Deloite & Touche.

(Emitido a las 8:25)

EMILIANO COTELO:
El gobierno se encuentra negociando el programa económico de los próximos tres años con el Fondo Monetario Internacional, el principal acreedor del Estado uruguayo. Este acuerdo constituye un paso necesario para que el gobierno pueda renovar la deuda que vence con el propio FMI y para poder definir posteriormente los programas de apoyo financiero de los otros organismos multilaterales de crédito, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.

En ese marco, el viernes el gobierno dio a conocer los puntos centrales que en forma preliminar se han acordado con el Fondo, previéndose que el acuerdo quede cerrado a nivel técnico en unos días para que luego, el directorio del organismo lo apruebe en mayo. Sobre este tema de gran relevancia para el país, conversaremos con el economista Pablo Rosselli, de Tea Deloitte & Touche.

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Pablo, comencemos con el detalle de los principales anuncios realizados el viernes.
 
PABLO ROSSELLI:
Aclaremos, primero que nada, que se trata de anuncios primarios. En algunos casos son detallados como en lo que refiere a las metas fiscales y en otros son más generales.

Hecha esa precisión, podemos decir que el gobierno anunció metas fiscales y de deuda pública; hizo también algún anuncio en relación a los vencimientos de deuda con el FMI y señaló también algunas reformas estructurales que se incluirían en el programa.

EC - Comencemos por las metas fiscales. El gobierno confirmó una meta de superávit primario de 3,5% para este año, que ya había divulgado antes pero también dio a conocer metas para los años próximos. ¿Cuál es la evaluación que hacen de esos anuncios?

PR  - Para este año el gobierno se plantea obtener una meta de superávit primario, esto es antes del pago de intereses, de 3,5% del PIB. Como el gobierno prevé un pago de intereses levemente mayor a 5 puntos del PBI, el déficit fiscal luego de intereses sería de 1,6% del PBI. Para los años siguientes, se prevé un aumento gradual del superávit primario para 3,7% en 2006 y para 4% en 2007. A su vez, eso debería permitir una progresiva reducción del déficit nominal, después de intereses pero el gobierno no avanzó en ese plano.

EC  - Pablo, ¿no podía ser mayor el superávit primario?

PR - Como hemos dicho otras veces en el programa, entramos en un terreno donde hasta cierto punto es materia opinable. Es claro, indiscutible, que el país necesita mantener un fuerte superávit primario para poder abatir su endeudamiento público, pero no hay una cifra mágica: medio punto más o menos, está dentro de lo discutible.

Lógicamente, la elección de las metas fiscales está condicionada por otros objetivos de la política económica como son la necesidad de llevar adelante el Plan de Emergencia y de prever cierta recuperación de salarios en algunas áreas de la administración pública. De todas maneras, en anteriores oportunidades comentamos que la meta fiscal para este año no era muy exigente si se tenía en cuenta que actualmente el superávit primario se encuentra en torno de 4% del PBI. Si bien hay un efecto negativo sobre las cuentas públicas asociado a la eliminación de los adicionales del IRP que se aprobó en el transcurso del año, una política fiscal contracíclica debería propiciar una mejora gradual del resultado primario en los próximos años a partir de la situación actual.

EC – Políticas fiscal contracíclica: ahorrar cuando las cosas están bien para estar preparado cuando las cosas se compliquen...

PR – Bueno, ahorrar cuando las cosas están un poco mejor... Nunca es buen tiempo para ahorrar.

EC - Es decir, Pablo, que las metas fiscales podrían ser más exigentes. ¿Es así?

PR - Bueno, como decía recién, la elección de metas debe atender múltiples objetivos y en ese balance entre objetivos priman habitualmente criterios políticos y no está mal que así sea. Una función central de la tarea de gobierno es arbitrar cuando hay conflicto de objetivos.

De todas maneras, parece a nuestro juicio que las metas fiscales podrían ser algo más ambiciosas. Hay que tener en cuenta que el contexto externo de los últimos dos años fue en términos generales muy favorable. Las proyecciones apuntan por ahora a un escenario relativamente benigno para 2005 y 2006 pero existen algunos riesgos, asociados sobre todo a la suba de tasas en Estados Unidos y a una pérdida de dinamismo en las economías desarrolladas. Es desde esta perspectiva, que reconoce un contexto externo mejor que lo que podríamos llamar normal y que reconoce que la economía uruguaya está creciendo fuertemente, podría pensarse en una política fiscal más restrictiva, orientada con un criterio contracíclico. Justamente, durante la semana pasada tuvimos en los mercados externos, alguna señal desfavorable.

EC - Pablo, ¿te referís a que el gobierno suspendió una colocación de títulos públicos en el mercado internacional?

PR - En parte sí. El gobierno iba a colocar títulos públicos por 300 millones de dólares, pero dio marcha atrás a último momento porque entendía que para cubrir la totalidad de esa emisión iba a tener que pagar tasas mayores a las pensadas originalmente...

Pero en realidad, la semana pasada fue mala para todos los mercados financieros. En general, las bolsas operaron a la baja y el riesgo de los mercados emergentes operó al alza, en parte porque Indonesia y Brasil salieron al mercado con emisiones de deuda importantes y en parte porque el mercado se inquietó con noticias que marcaban un probable descenso en las calificaciones de riesgo de las compañías Ford y General Motors. En concreto se temía que esas empresas, que tienen deuda emitida en los mercados por 60.000 millones de dólares, pudieran perder el grado de inversión. Pero, esas son en todo caso explicaciones puntuales.

EC - ¿Por qué lo decís, Pablo?

PR - Bueno, la decisión del gobierno, implícitamente asume que se trató de un fenómeno transitorio y que las condiciones del mercado mejorarían en las próximas semanas. Y todos deseamos que sea así.

Pero debemos advertir que en el último mes se ha ido produciendo un deterioro en general de las expectativas en torno a los países emergentes y en el caso de Uruguay el riesgo país subió desde un mínimo de 350 puntos a mediados de marzo hasta casi 470 puntos el viernes. Como dijimos hace unos días en el programa, seguimos teniendo un riesgo país relativamente bajo, más bajo que el que teníamos cuando se produjo la anterior salida al mercado de capitales internacional en agosto de 2004. De todos modos, esa volatilidad de nuestro riesgo país nos indica que el país sigue siendo vulnerable a las fluctuaciones de los mercados internacionales y en parte eso obedece a nuestro elevado endeudamiento público. Cuanto mayor el superávit primario, más rápido descenderá la relación deuda-PIB.

EC - Pablo, pasemos al tema renovación de vencimientos con el Fondo.

PR - Está bien, Emiliano. Todavía no tenemos cifras detalladas, pero es conocido que el Fondo es el principal acreedor de Uruguay. Al Fondo le debemos unos 2.700 millones de dólares y en 2005 y sobre todo en los años siguientes tendremos vencimientos muy importantes. El acuerdo, en principio, prevé que el Fondo renovará el 60% de esos vencimientos, el resto deberá ser amortizado por Uruguay, para lo cual el país deberá obtener otros financiamientos (de otros organismos y de los mercados). Más allá del número puntual, era previsible que en los próximos años, lejos ya de la crisis financiera de 2002, tuviéramos que comenzar a cancelar crédito tomado del Fondo.

EC - ¿Cuáles son los aspectos más relevantes en materia de reformas estructurales, Pablo?

PR - Tenemos sólo algunos anuncios parciales pero en principio, en el acuerdo se retomaría el compromiso de llevar adelante algunas reformas, como la de la Caja Militar, que están pendientes desde hace bastante tiempo y que eran compromisos asumidos en el marco del anterior programa con el Fondo Monetario Internacional. Lógicamente, también se estará incluyendo el tema de la reforma tributaria, que es un objetivo central de esta nueva administración.

Habría también esfuerzos por mejorar lo que habitualmente se denomina la institucionalidad fiscal y habría también iniciativas en relación al Banco Central e iniciativas para promover una mayor competencia en el ámbito de las empresas públicas.