Economía

Putin y Trump en Helsinki: ¿a qué acuerdos pueden llegar?

Putin y Trump en Helsinki: ¿a qué acuerdos pueden llegar?

No está previsto que del próximo encuentro entre Trump y Putin vayan a salir muchos resultados tangibles. Pera hay una cuestión en la que podrían realizarse grandes avances.

La semana pasada, el embajador de Washington en Moscú trataba de gestionar ante los periodistas las expectativas creadas ante la próxima cumbre en Helsinki entre Donald Trump y Vladimir Putin, que tendrá lugar el lunes 16 de julio de 2018. Cuando se le preguntó a Jon Huntsman si esperaba que salieran compromisos o acuerdos concretos del encuentro, este respondió: "Creo que el solo hecho de que vaya a celebrarse una cumbre a este nivel en este momento de la historia es un objetivo por sí mismo". Después se refirió al reciente encuentro entre Trump y Kim Jong-un en Singapur, señalándolo como precedente de las futuras conversaciones entre los líderes rusos y estadounidenses. Mientras que la administración Trump argumenta que lo que llama un "cambio de atmósfera" tras el encuentro Trump-Kim ha conducido a las posibilidad de reducir la tensión con Pyongyang y que esto debiera ser visto como un éxito, muchos observadores externos están en desacuerdo con esa interpretación.

Una crisis autoprovocada

Estos observadores dicen que la propia retórica beligerante de Trump exacerbó las tensiones con Corea del Norte para después organizar una cumbre con el fin de apaciguar la crisis que él mismo creó. Además, argumentan que el encuentro produjo poco más que una vaga declaración que carecía de cualquier compromiso específico concerniente a una completa desnuclearización de Corea del Norte, que era el objetivo de la administración Trump. Desde entonces, Pyongyang ha obstaculizado cualquier compromiso claro en esa dirección. "Considerando este escaso logro, que la administración Trump diga que la cumbre de Singapur puede servir de precedente para el cara a cara entre Putin y Trump en Helsinki es decepcionante para un encuentro de tan alto nivel", dice Christine Wormuth, antigua subsecretaria de política de defensa de Obama.

Amarga cumbre de la OTAN

El obstáculo más inmediato para el encuentro entre Trump y Putin es la reciente cumbre de la OTAN, donde el mandatario estadounidense no ha hecho sino atacar repetidamente a los tradicionales aliados de EE.UU. pocos días antes de reunirse con el líder ruso, a quien alabó varias veces. "No sería de gran ayuda en este punto mantener un cálido encuentro en el que tanto Trump como Putin compartan mutuamente sus quejas hacia los países de la OTAN", dice Wormuth. "Pienso que el momento de celebración de la cumbre no es el adecuado, particularmente porque se celebra justo después de una cumbre de la OTAN donde el ambiente fue muy malo".

Pero, aparte del sorprendente hecho de que parece posible, incluso probable, que el presidente estadounidense mantenga con Putin un encuentro más amistoso que con los aliados europeos de EE.UU., hay muchos asuntos espinosos que hacen que el progreso entre Moscú y Washington no sea solo difícil, sino prácticamente imposible: la supuesta intervención rusa en las elecciones de EE.UU., su papel en Siria, la anexión ilegal de Crimea y la intervención en Ucrania.

Uno de los pocos patrones políticos consistentes de Trump desde los inicios de su campaña electoral ha sido perseguir mejores relaciones con Rusia y con Putin. Uno nunca puede descartar que Trump –sobre todo en el marco de un encuentro privado con Putin en Helsinki, donde solo estarán presentes los intérpretes– vaya a hacer grandes concesiones a Rusia. Por ejemplo, que acepte la anexión de Crimea. Esto es precisamente lo que muchos observadores temen. Pero el Congreso estadounidense, de mayoría republicana, se ha tomado muy en serio su papel de observar qué hace la administración Trump respecto a Rusia, por lo que las opciones de Trump de cambiar su posición de manera unilateral hacia aquel país están constreñidas.

Esto se ve claro en el hecho de que, a pesar de los repetidos avances de Trump hacia Putin, Estados Unidos ha fortalecido su compromiso con el flanco este de la OTAN y ha incrementado sus sanciones a Rusia. Además clausuró el consulado ruso en Seattle y expulsó a 60 diplomáticos rusos, más que todos los otros países europeos juntos, después del supuesto envenenamiento por parte de Rusia del exespía Skripal y su hija.

Extender el tratado nuclear "New Start"

Trump y Putin podrían acordar extender el acuerdo "New Start" que redujo dramáticamente el arsenal estratégico de armas nucleares de ambos países y que expira en 2021. "Esa sería mi principal prioridad", dice Frank von Hippel, experto en seguridad nuclear de la Universidad de Princeton. "El tratado ‘New Start' supone transparencia para ambos países", dice Wormuth. "Creo que ambos países podrían beneficiarse de una extensión de ese tratado".

El embajador Huntsman dijo a los reporteros hace una semana que el tratado "New Start" estará en la agenda de la cumbre. Tanto von Hippel como Wormuth creen que prolongarlo supondría una jugada relativamente fácil para Trump y Putin. "Creo que es el ámbito en el que más progresos puede hacerse, porque claramente va en beneficio de ambos países", dice Wormuth. DW