Casaravilla explicó a La Mañana de El Espectador que se deben analizar estos casos con una óptica social, que el ente ha hecho un trabajo arduo y que no se debe estigmatizar, aunque reconoció que se debe redoblar el esfuerzo para fiscalizar aquellos que "están de vivos" y "no tienen argumentos para colgarse del servicio".

El jerarca manifestó que esto no representa el verdadero problema del ente, y que en todo caso esto forma parte de un trabajo social que realiza UTE, llevando a cabo una política de inclusión también económica.

Por otra parte, el presidente de UTE afirmó que en marzo se estarán pagando las compensaciones por los apagones sufridos por miles de usuarios, y que se han acortado los tiempos de análisis de las situaciones para determinar quienes deberán cobrar por dichas fallas en el servicio.

Casaravilla atribuyó el incremento de cortes fundamentalmente a las condiciones climáticas de un invierno más frío, aunque destacó que las cifras de UTE en la prestación del servicio son de las mejores a nivel internacional.

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