(Emitido a las 8:20)

EMILIANO COTELO:
La recuperación de la actividad económica en nuestro país se ha traducido en más puestos de trabajo. Así lo revelan las cifras de desempleo, que tras alcanzar un máximo de 19,8% en 2002 actualmente se ubica en 11,8%.

La creación de puestos de trabajo que se ha producido en los últimos dos años es, entonces, indiscutible. Pero ¿qué ha pasado con la calidad del empleo? ¿Han mejorado las condiciones de trabajo? Recientemente el Instituto Nacional de Estadística divulgó su Encuesta Anual de Hogares, en la que presenta datos relacionados a estos temas del mercado de trabajo y por eso nos pareció oportuno dedicar el espacio económico de hoy a analizarlos en detalle. En instantes, la charla será con la economista Natalia Nollenberger, de Tea Deloitte & Touche.

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Natalia, comencemos repasando los grandes números del mercado trabajo. ¿Cuántos puestos de trabajo se han creado en estos últimos dos años?

NATALIA NOLLENBERGER:
De acuerdo con los últimos datos divulgados por el INE, en 2004 se crearon 40.000 empleos que se sumaron a los 57.000 empleos creados en 2003, en ambos casos comparando el número de ocupados a fin de cada año contra el número de ocupados de fin del año anterior.

Si bien esta es una creación importante de puestos de trabajo, todavía falta un trecho para recuperar los aproximadamente 120.000 puestos de trabajo que se perdieron durante la recesión, cifra que surge de comparar el número de ocupados en el momento más crítico, que fue el tercer trimestre de 2002, con el número de ocupados en el pico de actividad que fue el tercer trimestre de 1998.

EC - ¿Y qué ha pasado con la calidad del empleo? ¿Qué dicen las cifras divulgadas en la Encuesta de Hogares anual del INE?

NN - Desafortunadamente, las cifras no son muy alentadoras. Los problemas de subempleo y la falta de cobertura social se mantienen a pesar de la mejora que marcan los números más generales del mercado de trabajo que analizamos frecuentemente.

Pero vayamos por partes...

EC - Bueno. Empecemos analizando el problema del subempleo...

NN - Bien. De acuerdo con la definición del INE, decimos que una persona está subempleada cuando trabaja menos de 8 horas diarias (o 40hs semanales) y manifiesta que desea trabajar más. Esta problemática se denomina subempleo por insuficiencia de horas de trabajo.

EC - ¿Y cuántas personas padecieron de esta problemática en 2004?

NN - De acuerdo con la última encuesta del INE, del total de personas ocupadas en 2004, un 15,9% estaba subempleada, se trata de alrededor de 170 mil personas. Si comparamos ese porcentaje con los observados en el año 2002 y en el 2003, encontramos una ligera mejora en tanto en esos años el porcentaje de subocupados había estado en el orden de 18% y 19% del total de ocupados. Sin embargo, el porcentaje de subempleados que se observó en 2004, de casi 16%, es todavía muy alto si se lo compara con años anteriores.

EC - ¿Cuánto era el porcentaje de subempleados en 1998, antes de que nuestro país cayera en recesión?

NN - Primero es preciso aclarar que el INE ha ido introduciendo cambios en la forma de medir el subempleo que hacen que las estimaciones de subempleo anteriores a 2001 no sean comparables con las actuales. De todos modos, las estimaciones del INE indican que en 1998 había un 5% de los ocupados con problemas de subempleo contra un 16% en 2004,  diferencia que no se explica únicamente por cambios metodológicos. De hecho, hay investigaciones realizadas a nivel de la Universidad de la República que avalan esta conclusión.

Un aspecto adicional a tener en cuenta es que sólo se está midiendo el subempleo por insuficiencia de horas... también está subempleada una persona que trabaja en un puesto que requiere calificaciones muy inferiores a las que posee y esta categoría de subempleo no es relevada por el INE.

EC - ¿Y qué hay del otro problema que afecta al mercado del trabajo, Natalia? Me refiero a la falta de cobertura social o informalidad como se le denomina comúnmente...

NN - El problema de la informalidad afecta a un porcentaje mayor de ocupados y en los últimos años no se han notado mejoras. Al contrario, a pesar de la recuperación del empleo, las personas que declaran no estar cubiertas por la seguridad social ha pasado de 36% de los ocupados en el año 2001 a 40,7% en el año 2004, observándose un aumento leve pero sistemático entre esos años. Y cuando hablamos de un 40% de la población ocupada estamos hablando de casi 440 mil personas.

EC - Si entiendo bien, esas cifras sugieren que hay más personas ocupadas pero también hay más personas que "trabajan en negro", por decirlo en un lenguaje que todos entendamos, ¿es así?

NN - Es así. La falta de cobertura social lógicamente afecta más a unos sectores que a otros. Según los datos del INE, los sectores en donde más se observa esta problemática es en la construcción y en el servicio doméstico, con porcentajes de ocupados sin cobertura social que en 2004 alcanzaron a 66% en la construcción y a más de 70% en el servicio doméstico. Pero también en sectores tan importantes como la industria y el comercio se observan cifras muy altas, con alrededor de 50% de los ocupados sin cobertura social.

Y cuando analizamos estas cifras debemos tener en cuenta no sólo que un porcentaje muy alto de la población ocupada no está cubierta actualmente por el seguro de salud, no tiene derecho a seguro por desempleo, etc, sino que, además, nadie está aportando para la jubilación de esas personas.

EC - Y las cifras que analizamos, Natalia, sugieren que esta problemática no parece solucionarse únicamente con la reactivación económica.

NN - Efectivamente. Después de dos años de una recuperación económica fuerte y continua no se observan prácticamente mejoras en las condiciones de trabajo. Si bien el número de personas ocupadas se ha incrementado de forma notoria, un 16% de los ocupados todavía declara trabajar menos horas de las que desearía y un 40% no está cubierto por la seguridad social. Más aún, un 12% de los ocupados padece ambos problemas al mismo tiempo.

El problema del subempleo es más pro-cíclico, es decir, depende más de la actividad económica, y de hecho mostró una mejora en 2004. La falta de cobertura social, en cambio, es un problema de carácter más bien estructural que no podemos esperar que sea atenuado automáticamente por la reactivación económica sino que las políticas públicas juegan un rol fundamental.