"Estos cambios tienen como objetivos centrales modernizar el régimen, potenciar y promocionar la radicación de actividades sustantivas en Uruguay y adherir a los estándares internacionales en materia de transparencia fiscal", detalló.

Asimismo, explicó que los contratos de zonas francas que se otorgaban sin límite de tiempo "ahora tendrán uno específico, que podrá ser ampliado en función del cumplimiento de los planes de negocios presentados en su momento".

"Cada nuevo usuario que quiera operar deberá presentar un plan de negocios en la Dirección de Zonas Francas que establezca qué tipo de actividad genere y qué valor agregado deje al país. (Deberá) demostrar que tiene una actividad real a desarrollarse", apuntó Ferreri.

Además, la ley, que data de diciembre de 2017, permitirá la creación de nuevos tipos de zonas temáticas fuera del área metropolitana del país.

"Se pretende potenciar y preservar las fuentes de trabajo en el interior", señaló el jerarca.

En ese sentido, el viceministro añadió que el decreto aprobado torna posible la realización de "actividades auxiliares, en Montevideo, de las zonas francas ubicadas fuera del área metropolitana", aunque las empresas deberán informar a la Dirección General Impositiva (DGI) e incluir más trabajadores en la zona en donde estén instaladas que en la capital del país.

Por último, Ferreri manifestó que la nueva legislación prohíbe "la triangulación de servicios que no tengan sustancia en la zona franca".

"Por lo tanto, los (servicios) de propiedad intelectual, que se podrán facturar desde la zona franca al mundo, tendrán que ser desarrollados dentro de esta. Ya no podrán recibir servicios realizados en el extranjero y simplemente refacturarlos sin generar valor agregado en el país", ejemplificó. EFE