Así lo afirmó la calificadora en un informe, en el que, además, agrega que el crecimiento de la deuda externa está erosionando el espacio para que el Gobierno tome medidas que puedan hacer frente a los "shocks", en un contexto de condiciones de financiación más restrictivas a nivel global.

"Fitch cree que la probabilidad de que exista un ajuste fiscal es baja para la perspectiva del período hasta 2020, dado que incluye a las elecciones nacionales", en las que se elegirá nuevo presidente, en octubre de 2019, señala el comunicado.

La calificadora prevé que la economía uruguaya se mantendrá resistente a las turbulencias de la región.

Sin embargo, afirma que el crecimiento del país es débil con relación a los demás calificados en BBB.

Para los próximos años, en tanto, prevé un desempeño inferior, por lo que las circunstancias regionales podrían presentar una "desventaja adicional", según la agencia.

En este sentido, la agencia enumeró como factores de riesgo que el país no logre controlar su déficit fiscal, que la economía siga creciendo por debajo de las expectativas en relación a sus pares y también el deterioro de la liquidez externa.

El déficit fiscal de Uruguay se ubica alrededor del 3,9 % del producto interno bruto (PIB) en los últimos doce meses cerrados a agosto. EFE